Bodega Atamisque

Cuando se ingresa al Valle de Uco por el Norte, a la primera postal de la cordillera nevada, el volcán Tupungato recortado contra el cielo y el valle abierto bajo el sol, le sigue una segunda postal no menos impresionante: una bodega con techos de piedra. Esa es Bodega Atamisque.

El empresario francés Jean Du Monceau compró la propiedad en 2006. La finca era una de las más codiciadas de Valle de Uco, y contaba con un bosque de cedros y castaños centenarios, frutales y un criadero de truchas, además de viñedos. La bodega fue construida con el cambio de década.

La dirección de la empresa está a cargo de Jean-Edouard de Rochebouët y la enología es de Filippe Caraguel. Con uvas propias y algunas compradas a terceros, elaboran tres niveles de vino: Serbal, de impecable relación calidad precio y entre los que destacan Cabernet Franc y Pinot Noir; Catalpa, entre los que destaca el Pinot Noir, Cabernet Sauvignon y Malbec; Atamisque, cuyo Chardonnay es legendario, además del Malbec y un Assemblage.

Vale la pena una visita a Bodega Atamisque. Recorrer las alamedas e internarse en el bosque de castaños, o bien jugarse agitar los palos golf en la cancha de nueve hoyos antes de comerse una trucha en el restaurante. Todo un plan en el Valle de Uco.