Costa 7070, para comer, tomar y bailar en Costanera Norte

Es el nuevo multiespacio de Inés de los Santos y Pedro Bargero frente al Río de la Plata, con cocina de inspiración española—paellas y tapas con pesca de mar y río—y una barra que invita a disfrutar de sangrías, gin tonics y tragos ligeros. Además, una disco para revivir el esplendor de los ´80.

Inés de los Santos y Pedro Bargero unieron saberes y energías para diseñar Costa 7070, un espacio multifacético en la Costanera, frente al Río de la Plata, donde se puede comer, beber y bailar. 

Con una capacidad para 220 personas sentadas y un aforo de 600 entre sus dos niveles (en total son 1500 m2), la propuesta remite a las discotecas de Ibiza y busca revivir esa mística porteña que alguna vez brilló con grandes restaurantes y boites en esta zona de la ciudad.

“El local tenía habilitación bailable y el desafío era hacer una disco. Empecé a pensar cómo podría ser este lugar y llegué rápido a Ibiza, a las Islas Baleares, al Mediterráneo. Quise que fuera más diurno, que tenga mucho verde, no tanto negro y rojo como las discos de noche, sino que pudieras venir a disfrutar desde el atardecer. Con esas ideas convoqué a Pedro Bargero -que hacía rato que venía estudiando los arroces del Litoral y los pescados de río y del Mar Argentino- y ahí fue cobrando forma este proyecto muy inspirado en España”, cuenta Inés.

El espacio de Costa 7070 es enorme, con distintas áreas: el restaurante, la barra de tragos y el espacio bailable arriba (a punto de abrir), cuyo plan es que adquiera vida propia a medida que avanza la noche.

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Costa 7070, un espacio multifacético en la Costanera, frente al Río de la Plata.

La barra en óvalo, perfectamente calibrada para que los comensales disfruten de la experiencia con vista a la movida vibrante de los bartenders, es la reina del salón principal. 

Encima cuelga una lámpara gigante de LED (que recuerda a los carteles que coronan la barra de Cochinchina), un cubo de luces cambiantes que ofrece carisma y texturas al lugar. Arriba, un salón vidriado con livings y puffs balconea hacia el cubo de luz, que oficia de “bola de espejos” de la disco.

Luego, mesas para grupos más grandes y un apartado más íntimo para cenas especiales. A un costado, un gran patio y una galería proponen una vivencia diferente, con el DJ a pleno.

Ir a Costa 7070 a la tardecita permite disfrutar -trago en mano- del sol que recorta el contorno de las típicas torres de toma de agua en el Río de la Plata (de hecho son parte del logo). También podés ir directo a cenar o directo a bailar. 

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La barra en óvalo.

La experiencia Costa 7070

Qué comer. La cocina de Pedro Bargero remite a las raíces de la tradición española, con una mirada actual. El énfasis está puesto en los arroces del Litoral y los pescados de río y de mar, algo que el chef investiga desde hace varios años.

La carta arranca con snacks y tapas: buñuelo relleno de ragout de calamar y alioli de ajo y miel; ostras frescas, anchoas en oliva, ribs de pacú (deliciosas); pintxos a la parrilla de pesca de mar, que viene con cebollas asadas y chimichurri verde. No faltan las papas bravas y las croquetas de jamón crudo (que salen con alioli de manteca noisette y pickles de cebolla morada). 

Luego siguen los platos chicos, para pedir varios y compartir, como las gambas al ajillo, el pulpo ahumado que se brasea y se termina a la parrilla con pimentón y oliva (perfecto). Tortilla de papas y crudo de langostinos; ensalada rusa. Fuera de lo español, hay burrata con zanahorias caramelizadas y pasta a la carbonara. 

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El ritual de la paella

Las paellas de arroces melosos son el corazón de la propuesta. Están muy bien de sabor, se hacen con caldos especiales para cada opción. Pedro utiliza arroz de grano corto de Entre Ríos y las paellas llegan a la barra (mínimo se sirven para dos) en paellera de 30 cm o de 38 cm. 

Hay de mariscos, de pesca de mar, de bife, de pato y de hongos (vegetariana). Costa 7070 ofrece un manual para disfrutar de la paella, que establece algunas reglas de etiqueta al compartir la paellera. Entre ellas: cada comensal debe respetar su porción imaginaria, sirviéndose desde el centro hacia los bordes; antes de agregar limón, es importante consultar si al otro comensal le gusta; y si algún “tropezón” (carne, vegetales u hongos) no es de su agrado, debe colocarse discretamente en el centro para que otro lo pueda disfrutar. Un último consejo: es de mal gusto girar la paellera, tu porción es tuya, no invadas la del otro.


Le preguntamos a Pedro por el famoso socarrat, ese arroz crocante que queda al fondo de la paella clásica de Valencia: “Lo que nosotros buscamos no es un socarrat típico valenciano, sino que -al terminar la cocción al fuego- queremos que el grano de arroz esté completamente cocido. No buscamos ese diente que muchos conocen. Idealmente ciertas partes de la paella estarán más crocantes para que tengas distintas texturas en el mismo plato, pero vamos por la cocción correcta del arroz”.

Los aliolis con distintas intensidades de picor están disponibles para acompañar cualquier plato.

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El ritual de la paella.

A las brasas y de postre

La parrilla cumple su objetivo para comensales carnívoros: sale pollo, mollejas, ojo de bife, lomo y pesca de río o de mar (según disponibilidad). También hay opciones de vegetales y hortalizas a las brasas, fritas, asadas y frescas, para fans veggies.

De postre, no falta la Torta Vasca (esta vez de dulce de leche); el arroz con leche; un cremoso de chocolate, un parfait de yogur y flores y el imbatible helado de pistachos.

 

Los tragos

“Para destacar el espíritu español y el ánimo festivo, la carta propone sangrías, gin tonics y cócteles más frescos, menos alcohólicos, con bases vínicas. No solo es una tendencia la coctelería de baja graduación alcohólica, sino que va muy bien con Costa 7070 porque es un lugar en el que se puede estar un rato largo. Está el atardecer, la noche, la comida, los aperitivos y está el baile, entonces me parecía que poder hacer una propuesta ligera en alcohol, fresca, podría mejorar la experiencia en cuanto al tiempo de estar ahí”, dice Inés

Los tragos están diseñados para acompañar la comida o para tomar solos. Algunos que probamos: Los Pescadores (un limoncello con cordial de mandarina, ruda, iltico y soda); Gin Tonic de la Vera (con gin Tanqueray, cordial de naranjas, pimentón y romero y agua tónica Britvic); y otro que se llama Como el agua, también con gin, salmuera de hinojo, cítricos, semillas, más Gildas (un pincho emblemático de la gastronomía vasca, elaborado con anchoas y aceitunas en escarbadiente).

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Las sangrías son tres: con Cabernet Franc, con Albariño y con reducción de Chandon Aperitif y Alma Cuatro Phos Pinot noir.

GPS

COSTA 7070 Av. Costanera Rafael Obligado 7070, CABA. Martes a jueves de 19 a 00 h (cocina) y de 19 a 02 h (bar); viernes y sábados de 19 a 01 h (cocina) y de 19 a 03 h (bar) linktr.ee/costa7070.bar

Es periodista especializada en gastronomía desde 2006. En Vinómanos escribe sobre restaurantes, entrevista a cocineros y productores, investiga sobre productos y está en permanente contacto con los protagonistas de la escena culinaria nacional. Es editora de libros de cocina en Editorial Planeta y también colabora en distintos medios como La Nación, Forbes, eldiario.ar y Wines of Argentina, entre otros. Trabajó en la producción de Cocineros Argentinos, en la revista El Gourmet, en El Planeta Urbano y fue la editora del suplemento de cocina del diario Tiempo Argentino.