“Amamos el té porque promueve los encuentros o los momentos de tranquilidad, a solas. Queremos llevar la paz del valle y de nuestro terruño y que se multipliquen los momentos de té”, proponen las creadoras de Eres, infusiones de montaña. Cecilia Álvarez y Ayelén Bonetto, socias y familiares -ambas casadas con enólogos mendocinos-, se unieron para crear este emprendimiento y el universo de aromas y sabores que diseñan en el Valle de Uco.

Preparar té es un ritual para el que se necesita paciencia y una disposición especial. Hay que dejar que cada hoja se exprese y despliegue su arte, lo que justamente ambas emprendedoras se dedican a cultivar.

Cecilia, maestra de profesión y una de las dueñas de la bodega SuperUco, es amante de la naturaleza y vive hace más de veinte años en Tunuyán. De espíritu inquieto, disfruta del trabajo en la huerta y conoce cada una de las hierbas que cosecha.

Ayelén es psicóloga y busca que cada infusión encuentre su momento en la vida de cada consumidor. El que ella elige para disfrutar de su té favorito es a la noche. “Me permite concentrarme en la temperatura del agua, en el tiempo de la infusión, y luego en los aromas y gustos. Es decir, no me exige más que estar ahí, experimentando el té y su pausa silenciosa”, explica.

“En 2015 armamos la huerta en la bodega. Ahí empecé a secar hierbas para ofrecer como infusión en el restaurante. Fue algo así como un hobby, porque disfrutaba mucho de cuidar las plantas. Pero un día de 2018 me encontré con Ayi y me contó que había probado unos tés que le habían encantado. De esa conversación surgió la idea de armar un proyecto de tés con hierbas del Valle de Uco, donde vivimos”, agrega  Cecilia, en charla con Vinómanos. Otra de sus huertas, armada años después, está ubicada en Finca La Estocada, en Gualtallary.

Eres infusión de vinoTía y sobrina, a Cecilia y Ayelén las une una misma pasión, la naturaleza, y cultivan cuidadosamente las hierbas que hacen de sus tés un emprendimiento único en Mendoza, con plantaciones del Valle de Uco: manzanilla, tomillo, caléndula, boldo, burrito, lavanda, caléndula, naranja y romero, entre otras.

Hicieron una lista de las herbáceas de la zona, las que tenían plantadas y las que faltaban. Luego siguieron investigando y se especializaron con viajes a Misiones, adonde fueron en busca de productores del mejor té para blendearlo con su creación.

“Lo primero que hicimos fue una especialización de tea blending en el Club del Té, con Victoria Bisogno. Descubrimos que es un mundo increíble, todo muy similar al del vino porque comparten el mismo sentimiento de cuidado del producto: cuándo podo la planta, cómo es el mejor modo de cosechar, en qué momento. Luego hicimos otro curso sobre té argentino en la Escuela Argentina de Té. Ya en abril del 2019 estábamos en Misiones conociendo campos de té, especializándonos, y a la vez buscamos productores que trabajaran de manera orgánica, biodinámica y sin agregados”, cuenta Cecilia.

Esas hebras de té de Oberá, Misiones, hoy son la base de sus blends, en los que buscan resaltar los aromas y sabores del suelo mendocino.

“Pero para blendear no solo usamos hierbas, sino también flores y frutos típicos que plantamos, cuidamos y cultivamos en nuestra propia huerta”, agrega Ayelén.

Eres¿Por qué el nombre, Eres?

“Trabajamos mucho con la transmisión de lo que es el té como un producto relacionado con el ser; se usa para la meditación, para el encuentro con uno mismo. Tomar té es un ritual, hay que tomarse su tiempo, no es hacerlo rápido. Por eso lo comercializamos en hebras y no en saquitos, para que se perciba que lo que estás consumiendo es un alimento, que se valore la materia prima. Queremos que el momento del té sea un encuentro con lo que eres. Cuando tomás una taza, tus emociones están ahí, donde los aromas te conectan con recuerdos y sentimientos”, responden las emprendedoras cuando se les consulta por el origen de la marca. 

La cosecha más grande de hierbas se hace en primavera y en verano; en otoño también se recoge materia prima, pero en menor magnitud, y en invierno la huerta descansa. La marca cuenta con un secadero solar para que las flores y las hierbas no pierdan color ni propiedades, y un segundo secadero en un domo de madera, recubierto con placas aislantes antihumedad para favorecer el cuidado del producto. 

Las infusiones de Eres se venden a través de su tienda virtual. También se pueden encontrar como parte del servicio en restaurantes como Don Julio, Chila y El Preferido de Palermo, en Buenos Aires. Y en Mendoza, en las bodegas Salentein, Domaine Busquet, Andeluna, Atamisque y SuperUco.

Eres infusión de vino

Los blends de Eres

“Con nuestras manos, a la manera de una artesanía, diseñamos y modelamos cada blend. Nuestra propuesta es una experiencia gastronómica, el cierre de un encuentro perfecto”, dicen Cecilia y Ayelén.

Las cuatro líneas de blends herbáceos del universo de Eres son:

*Alto Vuelo: es la combinación de té verde con burrito, boldo, flores de manzanilla y pétalos de caléndula.

* Río Andino: a la base de té verde de este blend se unen el tomillo, la menta, las flores de manzanilla y los frutos de la rosa mosqueta.

*Libre Liebre: romero, poleo y cáscaras de naranja se funden en una mezcla con té negro.

*Pie de Monte: blend a base de té azul, también llamado Oolong o Wulong por su manera de ser procesado, con tilo, cedrón, lavanda y pétalos de rosa que se unen para dar lugar a una infusión relajante.