El verano está cada vez más cerca y con el calor no te tienta tal vez comer pastas, pero el pesto de albahaca es tu debilidad.
Además, con la llegada de las temperaturas más altas, la albahaca florece en las verdulerías y te conquista con su aroma.
Para que no transpires comiendo fideos ni te angusties porque se echan a perder las hojas, tenemos 10 ideas para que puedas aprovechar el pesto todo el año.
10 formas de comer pesto
1- Como aderezo de un sandwich. Las posibilidades de combinación van a depender de tus gustos y creatividad, pero sin dudas el pesto sirve para levantar un sánguche de jamón cocido y queso.
Si preferís ponerte más fancy, también queda genial con ricota, unos tomates asados y rúcula, en pan ciabatta. Una gran opción vegetariana.
2- Sobre una burrata. Esta entrada que abunda en los bares de moda de Buenos Aires es bastante fácil de recrear en casa. Solo hace falta ir al super o la fiambrería de confianza, comprar ese queso redondito y fresco, y pensar qué más queremos sumar.
Los tomates cherrys, las hojas verdes como la rúcula, unas fetas de jamón crudo, unos champiñones salteados y aceitunas negras son algunas opciones que completan bien este platazo. Y el pesto, obvio.
3- Para condimentar un pollo a la plancha o la parrilla. A veces el pollo nos resulta seco o un poco soso, y nos da una gran oportunidad para aprovechar el pesto que nos quedó en la heladera.
Una buena forma de hacer el pollo con pesto es cortar las pechugas en bifes (o comprarlo ya cortado) y marinarlos en pesto antes de llevarlos a una plancha o sartén bien caliente.
Otra opción, que puede llegar a despertar algunas controversias pero vale la pena, es mezclar la salsa de albahaca con mayonesa o queso blanco antes de marinar el pollo.
Y una vez que ya está cocido, se puede volver a condimentar con lo que sobró de pesto y un poco de jugo de limón.
4- Sobre una bruschetta. Esta es una excelente forma de recibir amigos o familia en casa. A lo que podría ser una simple cena o picada, le sumás un toque de distinción con unas bruschettas condimentadas con pesto.
¿Qué más le podemos poner a las bruschettas? Queso parmesano, anchoas, tomates cherry, jamón crudo o cocido, cebollas caramelizadas, ricota. Las opciones son infinitas.
Y respecto al pan, es tan sencillo como cortar una baguette en rodajas y tostarlas. Ojo, también podés cortar el pan en daditos, untarlos con pesto y darles un golpe de horno: vas a conseguir excelentes croutons para sopas o ensaladas.
5- Para sumarle a la pizza. Acá hay dos opciones. Por un lado, podés reemplazar la salsa de tomate por pesto. Y arriba le mandás lo de siempre: queso, tomate, lo que te guste. Es un poco jugado, pero hay que perderle el miedo al éxito.
La otra opción es un poco más tradicional: una vez que sacaste la pizza del horno (o que le diste la propina al delivery y cerraste la puerta), le agregás pesto por encima.
Va a ir mejor con pizzas más “básicas”, como la de muzzarella o napolitana, pero esa decisión es tuya. Si te copa mandarle pesto a las anchoas o al jamón y morrón, no lo dudes.
6- En el puré de papa. No queremos meternos en problemas con los clásicos de la gastronomía argentina, pero a veces el puré de papas solo puede ser aburrido. Así que si estás con ganas de meterle un poco de magia, el pesto es una gran idea.
Otra alternativa que involucra pesto y papas es bañarlas con esta salsa de albahaca antes de hacerlas al horno. Sirve también para otras verduras, como zucchini, brócoli, zanahoria, calabaza, la que más te guste.
7- En el huevo frito. Si esta idea te sorprende es porque no estás prestando atención. Ya te habíamos contado sobre esta mezcla viral en nuestra nota con las 9 mejores recetas de TikTok. Pero en caso de que no te acuerdes o te hayas sumado hace poco, vamos de nuevo.
Los Pesto Eggs son huevos fritos hechos en pesto. Tan sencillo como eso. O sea, en vez de cocinar los huevos solo con aceite, echás esta salsa de albahaca y ajo a la sartén.
En la red social de los videos también le agregan ají molido y después los comen sobre un pan con queso crema, palta pisada y -el toque inesperado-, miel.
Una receta para los valientes, que no temen llegar a la oficina con un aliento fuerte.
8- Sobre un pescado blanco a la plancha con una papa hervida. Así como leíste.
Si estás buscando comer saludable pero te cuesta mucho amigarte con algunos sabores, agregarle un poco de pesto a tus platos puede salvarte la vida.
El pescado puede ser a la plancha o también al horno. Y -como dijimos antes- no hace falta limitarse a una sola verdura como la papa.
Y hablando de frutos del mar, el pesto es una gran salsa para acompañar otras opciones como mariscos o rabas. Ideal para el verano.
9- Para ensaladas. Siguiendo la línea de darle vida a los platos saludables, las ensaladas son una gran opción para condimentar con pesto.
Por ejemplo, si te vas a comer una capresse, esa que lleva tomate, muzzarella y albahaca, sin dudas podés agregarle pesto en vez de aceite.
Para las ensaladas de hojas verdes, como espinaca, rúcula, kale y lechuga, también podés mezclar la salsa de albahaca con mayonesa o queso blanco.
Otro tipo de ensalada que va muy bien con este condimento es la pasta salad. Con los fideos que te sobraron de anoche, junto con algunas verduras frescas que tenés en la heladera, te armás una buena comida.
10- Como dip para mojar lo que quieras. Como ya vimos, el pesto puede ser muy versátil. Y nuestra última recomendación es que lo uses para bañar tus croquetas o vegetales crudos como más te guste.
Unas bolitas de verdura, bastoncitos de zanahoria, papas fritas, tomates cherry, morrón. Lo que quieras.
Y el dip puede ser simplemente pesto o podés combinarlo con queso crema, ricota, hummus o alioli (si es que esa noche no dormís acompañado).
Receta: cómo hacer un buen pesto
La salsa de pesto es una preparación originaria de Italia, específicamente de la región de Liguria. Su origen se remonta al siglo XIX y hay quienes creen que incluso al anterior.
Se caracteriza por su color verde debido a la presencia de albahaca fresca, que es su ingrediente principal.
Para lograr esta salsa, la albahaca es mezclada con aceite de oliva, queso parmesano y ajo. También se pueden agregar frutos secos, como nueces, maní o almendras.
Ingredientes
- Un atado de hojas de albahaca
- Aceite de oliva
- 20g. de nueces
- 2 cdas. de queso rallado
- Sal gruesa
- 2 dientes de ajo
Preparación
Pelar los dos dientes de ajo y machacarlos con un poco de sal gruesa hasta que quede como una pasta. Puede ser a mano -como la receta original- o con procesadora.
Comenzamos a poner de a poco la albahaca y seguimos procesando. Esto lo hacemos varias veces, hasta completar toda la albahaca. También vamos sumando unos granos de sal gruesa.
Agregar ahora las nueces y continuar aplastando o procesando hasta que estén molidas. Sumar el queso rallado y unir toda la preparación.
A partir de ahora, ir intercalando machaque con chorros de aceite de oliva, hasta que el pesto tenga la textura deseada.
Tips para que el pesto dure más tiempo
- Almacenar correctamente: guardá el pesto en un frasco de vidrio con tapa hermética. Chequeá que el frasco esté limpio y seco antes de añadir la salsa.
- Capa de aceite de oliva: después de preparar el pesto casero y llenar el frasco, agregar una fina capa de aceite de oliva en la parte superior de la salsa antes de cerrarlo. Esto ayuda a sellar y proteger la superficie del pesto, evitando que se oxide y oscurezca.
- Refrigeración: guardá el frasco de pesto en la heladera. El frío ayuda a prolongar su vida útil y mantener su frescura por más tiempo. En óptimas condiciones de almacenado dura más de 10 días.
- Congelar: si hiciste una gran cantidad de pesto y no planeás utilizarlo pronto, podés congelarlo en pequeñas porciones, en cubetera. Después almacená los cubitos en una bolsa o recipiente hermético.