Dietas deportivas de los atletas olímpicos

Dietas deportivas: 5 cosas para aprender de los atletas olímpicos y comer mejor día a día

El nadador norteamericano Michel Phelps ingería 12.000 calorías diarias: de desayuno se clavaba 3 sándwiches de huevos fritos, un tazón de sémola, una tortilla de 5 huevos, 3 panqueques con chocolate y más. Sin llegar a esos extremos, ¿qué podemos copiar de los menús de los deportistas de élite?

Vera Lauckner

ABC, Gastronomía

Con una medalla dorada colgada del cuello, por la rutina de José “Maligno” Torres Gil en la categoría Park de BMX Freestyle, la Argentina abrió la cuenta de sus podios en los Juegos Olímpicos de París 2024.

¿Qué gustos se da este deportista cuando se sienta a la mesa? Su lista la encabeza la torta tres leches que hace su mamá, quien está al frente de un negocio de repostería en Córdoba. Acá te habíamos contado que se trata de un postre que se disfruta en toda América latina, y que podés comer también en CABA.

Como profesionales de la disciplina y el tesón, corren maratones, rompen récords de velocidad, saltan a varios metros del suelo y levantan pesos imposibles. Los deportistas olímpicos parecen superhéroes, pero no lo son.

Es verdad que tienen algunos talentos que el resto de los mortales solo podemos aspirar a ver por TV, pero no debemos olvidar que cada trofeo y cada medalla se logra a través de compromiso y esfuerzo. 

José “Maligno” Torres Gil.

Inspirados por el desarrollo de los Juegos Olímpicos 2024 en París y las transmisiones deportivas a toda hora en la televisión, consultamos a varios especialistas qué podemos aprender de los dioses griegos modernos, los competidores de alto rendimiento. 

 

1- Lo más importante es la constancia y el compromiso

Probablemente te estarás preguntando “¿qué come un deportista olímpico?”. Aunque te cueste creerlo, no siguen ninguna dieta inspirada en el Paleolítico ni se abstienen de los placeres de la vida. 

“La gran diferencia es la cantidad de comida que consumen. Una persona que hace deporte de alto rendimiento tiene más requerimiento energético, pero todos tenemos que consumir proteínas, hidratos de carbono y grasas”, dice Pablo Ruiz Gallo, profesional de la salud especializado en nutrición deportiva.

Y aclara: “No es que los deportistas tienen que consumir algo particular que un ser humano normal no come”.

Nico Otamendi.

Por su parte, la nutricionista de la selección argentina de canotaje, Melina Laiz, señala que “lo más gratificante de trabajar con deportistas de ese nivel es su compromiso”, a diferencia de quienes a veces asistimos al consultorio médico solo porque nos dan mal los resultados de un estudio y seguimos la dieta a regañadientes.

Quienes se dedican a entrenar su cuerpo para rendir en las competencias más exigentes del mundo saben que comer bien es parte del proceso, y por eso mantienen una fuerte responsabilidad con las dietas. Y es también la razón por la cual son los pacientes favoritos de los nutricionistas.

 

2- La clave está en la educación alimenticia

Melina Laiz asesora jóvenes que hacen canotaje en el Club Náutico de San Pedro y tres de sus pacientes están compitiendo en París: Pedro Dickson en remo, peso ligero; y Agustín Vernice y Brenda Rojas, en canotaje.

Agustin Vernice.

“Hay chicos a los que conozco desde los 10 años, y entonces sé que tienen el tema incorporado”, dice Melina, que confía plenamente en que sus pacientes van a saber elegir las mejores opciones de comida para rendir en competencia.

Esto sirve también a la hora de adaptarse en términos de presupuesto, porque no todas las competencias deportivas cuentan con las mismas posibilidades de acceso a comida y en algunos casos las delegaciones deben rebuscárselas para comer sano y bien.

“Lo que hago desde acá es un trabajo previo de educación y ya saben lo que tienen que comer y las cantidades. El día previo a la competencia saben qué grupos de comida manejar, más hidratos, un poco de proteína, poca fibra, poca grasa, por una cuestión de digestión”, explica Melina a grandes rasgos. 

Al respecto, Pablo Ruiz Gallo señala que “los deportistas son conscientes de lo que no tienen que comer, y se preocupan por comer alimentos de calidad, en lugar de procesados”.

Por eso, el nutricionista recomienda a la población en general “poner más atención a lo que comemos y a que el menú sea completo en términos de nutrientes”. 

Por ejemplo, un plato de fideos (hidratos) no es una comida completa, pero no por eso hay que eliminarlos de nuestra dieta. Si se agrega una pechuga de pollo (proteína) y unas verduras (fibra), cumple los requisitos.

Las leonas. COPYRIGHT WORLDSPORTPICS/ RODRIGO JARAMILLO

3- No hay que tener miedo a los hidratos 

Los hidratos de carbono son un grupo de alimentos que ha sufrido todo tipo de escraches y demonizaciones inmerecidas. Sin embargo, son muy valorados por quienes hacen actividad física, más aún si son deportistas de alto rendimiento.

“Si haces deportes de largo aliento, con pruebas de más de dos horas, como maratón o ciclismo, aumenta mucho el requerimiento energético”, dice Pablo, que asesora en su nutrición a la maratonista Daiana Ocampo, entre otros deportistas.

En las horas previas a competir, lo ideal es consumir alimentos de poco trabajo digestivo. Es decir, evitar las legumbres y verduras como los repollitos de Bruselas, porque generan disconfort estomacal. En cambio, es mejor optar por panificados blancos, para bajar la cantidad de fibra, y verduras como la zanahoria y la calabaza. 

Pero atención, porque los fideos y el arroz no son la única fuente de hidratos. Podés encontrarlos también en la papa, la batata, la quinoa, sandwiches, masa de pizza o tarta.

Y momentos antes de una carrera, Pablo recomienda un refuerzo de glucosa, como por ejemplo, unas gomitas dulces

Quizás no te toque competir por una medalla de oro, pero te gusta salir a correr o jugar un fútbol con amigos. Así que la próxima vez que necesites energía para un picadito, salir a bailar toda la noche o una cita con altas expectativas, ya sabés qué comer. 

La “peque” Pareto.

4- Está bien darse un gustito, pero hay que saber cuándo

“Además de ser deportistas, son mortales”, dice Melina Laiz y es algo que tiene en cuenta a la hora de armar las dietas de sus pacientes: “Tienen que comer también algo que les guste porque si no se lo damos nosotros como parte del menú, se lo compran”.

Por más músculo y disciplina que haya, los competidores son también humanos con antojos y preferencias, que cada tanto quieren disfrutar de unas papas fritas, una hamburguesa o una torta de cumpleaños. O un arroz con leche con mucho caramelo, como reconoció Julián Álvarez, Campeón del Mundo en Qatar, estrella del Manchester City y actual integrante del seleccionado olímpico argentino de fútbol en París.

En ese sentido, Melina dice que “hay momentos y momentos” para elegir qué comer. “Quizás justo antes de una instancia importante a nivel competitivo, no van a elegir un helado, pero hay domingos que no entrenan y pueden hacerlo. No es todo blanco o negro”, explica. 

Brenda Rojas.

5- Hacer dieta y deporte no siempre significa salud

Si bien la responsabilidad de los deportistas con la alimentación es algo para copiar, hay que tener cuidado con el cambio de vida que hacen. 

“Deporte de élite no es siempre igual a salud, porque esos cuerpos están al límite y a veces hay que hacer muchos cambios”, advierte la nutricionista experta en canotaje y ejemplifica con el caso de remo de peso ligero, donde “a veces tenemos que acotar mucho, incluso líquidos, y eso no es para imitar en la población general”.

Pero claro que sí hay cosas que podemos tomar de los competidores, como “la estructura que tienen, el orden y que no se pasan con la cantidad de comida. La población en general come muy mal”, dice Melina. 

Y destaca la importancia de respetar la variedad en las comidas, las vitaminas y minerales, que a veces no se cubren y se nota en síntomas como el cansancio.

Pedro Dickson.

Un consejo extra: dormir bien

“Otra cosa a tener como referencia son las horas de descanso. Es importante la recuperación. Cualquier deportista, por más que coma bien, si no duerme 7 u 8 horas no se va a recuperar. En la vida normal dormimos poco”, expresa Laiz.

Pablo y Melina nos dejan en claro que no hay una fórmula mágica para estar en forma y rendir olímpicamente, sino que la clave está en modificar nuestros hábitos. 

La gran diferencia entre quienes están ahora en París y nosotros es que se toman el trabajo de comer bien, le dan al cuerpo el descanso correcto y bueno… entrenan. Mucho. Mucho.

Por lo pronto, empecemos con -al menos- los dos primeros objetivos.

Autor

  • Vera Lauckner

    Casi Licenciada en Comunicación Social de la UBA. Periodista de moda y tendencias, co-fundadora del portal digital Miniteando. En su tiempo libre, teatro, cine y farándula. Prácticamente adicta al mate.

    View all posts