Buenos Aires en enero puede ser una experiencia un poquito áspera. Por suerte, la oferta gastro de la ciudad viene sumando cada vez más espacios en las alturas (al aire libre o bajo techo, como para no aflojar si llueve) que ayudan a olvidarse del calor con la panza felizmente llena, y bebida en mano.
Acá, nuestra selección de los mejores rooftops en Buenos Aires, para que salgas de gira por nuevos y clásicos rooftops.
Mejores rooftops en Buenos Aires
Cabernet Terrasse (Jorge Luis Borges 1757)
Allá lejos (bueno, no tan lejos) y hace tiempo, Palermo Soho no era la respuesta automática a la pregunta “¿dónde vamos a cenar?”. Uno de los primeros restaurantes en animarse a ofrecer una propuesta gourmet distinta en la zona fue Cabernet, nacido en 2003, que semanas atrás sumó un nuevo espacio al aire libre: Cabernet Terrasse.
Con más de 200 etiquetas de vinos, hay también cócteles clásicos (se destaca un Bellini con espumante y pulpa de durazno que combina perfecto con cualquier tardecita veraniega) y creaciones propias como el poco ortodoxo GG, que reversiona al Red Snapper con gin, limón, tabasco y gazpacho andaluz.
Acompañan los platos diseñados por el chef Néstor Contreras, que privilegian los productos nacionales de temporada. Para ponerle el pecho al calor hay opciones livianas como la ensalada Terrasse (zapallo asado, alubias encurtidas, almendras picantes, queso vegano y hojas) o las brochettes de langostinos Thai marinados en leche de coco con chiles, lima, cilantro y aceite de sésamo.
Trade (Av. Corrientes 222)
Construido en 1934, el Comega fue el primer edificio de hormigón armado en Buenos Aires y es un admirado ejemplo de arquitectura racionalista. Allí, ocupando los pisos 19 y 20 más la terraza, está el bar Trade, elegido en el 2021 por la revista Time Out como uno de los 25 mejores rooftops del mundo.
El que llegue por primera vez sin dudas va a estar de acuerdo: la puerta del ascensor se abre a una vista de 360 grados desde la que se puede apuntar el dedito para señalar hitos porteños como el Obelisco, la Casa Rosada, el CCK, la Torre de los Ingleses y el Luna Park.
Con semejante panorama, poner la vista en la copa y el plato puede llegar a ser difícil, pero Trade acepta el desafío. A la gastronomía porteña resignificada por el chef Dante Liporace se agrega una selección de cócteles de Francisco Muñoz.
Dos destacados son el Black Friday (ron Havana de lima, soda y espuma de jengibre) y el Kruger (bourbon Bulleit, ron Havana añejo, banana, nuez moscada, leche clarificada y avellana). El acento puesto en los garnish minimalistas, las técnicas de clarificación y los hielos ultracristalinos definitivamente pegan con el ambiente.
Piso 15 (Av. Corrientes 222)
También en el Comega pero un poquito más abajo -en el piso 15, claro-, este bar se apoya en una terraza abierta hacia Av. Alem, con Puerto Madero y el Río de la Plata como telones de fondo, y tres segmentos bien diferenciados.
El primero es el de la gran barra de mármol, con techo corredizo y cómodas sillas para observar bien de cerca el trabajo del bartender Matías Granata. La parte descubierta de la terraza, mientras tanto, es para los que vienen con ganas de charlar largo y tendido. En otra sección, más apartada, se acomoda el VIP para eventos exclusivos, con espacio para 20 personas y la opción de desplegar el techo si el clima no acompaña.
Adentro, Piso 15 ofrece su rasgo campeón: una cava de puros que es una auténtica Disneylandia para fumadores, y sillones de cuero imponentes que invitan a aflojar tensiones un largo rato. Un buen cigarro funciona como cierre perfecto para una cena con ojo de bife y vegetales al rescoldo, seguida por bombones rellenos de elaboración propia y un cóctel Madonna (tequila Corralejo, vermut Antica Formula, Campari y oro comestible). Lujazo.
Crystal Bar (Aimé Paine 1130)
No hay que sentir culpa si, al llegar al Crystal Bar del hotel Alvear Icon, nace el impulso de pararse frente a alguno de los ventanales para exclamar “I’m the king of the world!” como Leonardo DiCaprio en Titanic. Desde el piso 32, el sentimiento es totalmente entendible.
Es un gran plan llegar temprano para ver el atardecer y sumergirse en una carta de cócteles que tiene un poco de todo. Hay versiones propias del Gin Tonic, una sección de tragos a base de vermut, clásicos y diseños de autor que se adaptan a la búsqueda refrescante de la temporada calurosa (recomendadísimo el Pearhaps, con vodka Absolut de pera, syrup de botánicos, dash de limón, espumante y agua con gas).
Paralelamente, como lugar de alto tránsito turístico, el bar busca darle una buena vidriera al vino argentino no solo desde su carta, sino también invitando a bartenders reconocidos para que preparen cócteles con el vino como ingrediente. El sushi es el principal protagonista de la carta de comidas -con una tabla omakase de 15 piezas- pero hay también sandwiches, snacks (vale tentarse con el ceviche y redondear las vacaciones mentales) y opciones para vegetarianos.
Dos bien nuevitos: la terraza de Cacho y Rooftop Plaza de Mayo
En el 2021, el equipo a cargo del bar Tres Monos abrió una propuesta doble: la rotisería Cacho (Thames 1627) en la que detrás funciona La Uat, una barra de cócteles a puro neón ochentoso que invita a mover las cachas de la mano de musicalizadores invitados.
Y para recibir el verano, habilitaron una terraza que estará abierta de martes a domingo, de 18 a 1, con la idea de albergar a quienes quieran llegar temprano, picar y tomar algo antes del baile. La carta replicará los revivals retro de La Uat como el Esperma de Pitufo (gin Apóstoles, ananá, té de jengibre, especias y sidra Pülku de pera) o el Sex on the Beach (vodka Pan de yogur, durazno, maracuyá, amaretto y fernet Branca Menta).
Mientras tanto, en el histórico Edificio Roverano (Av. de Mayo 560) comenzó a funcionar hace pocas semanas el Rooftop Plaza de Mayo, con vistas panorámicas de la plaza, elterr vecino Cabildo, la Casa Rosada y la Catedral. Por ahora, la propuesta se enfoca en eventos puntuales que se comunican a través de su cuenta de Instagram.
