En marzo pasado llegó a las góndolas nacionales el licor Tambo, de dulce de leche cremoso de alta gama. Se vende en una botella importada de España, pero ya está saliendo a seducir, a fuerza de copitas llenas de argentinidad, en las sobremesas y barras de Colombia, Chile y Canadá.

Cuando empezaron a cranearlo, en 2018, buscaron un sabor bien representativo a nivel local y que fuera atractivo para el mercado internacional.

Evaluaron la yerba mate –hasta hicieron algunas pruebas–, pero el elegido fue el dulce de leche.

Licor Tambo
Acompañando postres o en el brindis, el licor ocupa un lugar irremplazable en la mesa argentina.

Licor Tambo: encima, con crema

“La idea era dar a conocer en el mundo un producto premium con fuerte identidad argentina”, cuenta Matías Ugarte, Brand Manager de Dellepiane Spirits.

Con 123 años de historia en el país y más de 85 de tradición licorera, la compañía decidió apostar a un desarrollo que marcara la diferencia por su calidad y posicionamiento.

Tambo se elabora en la planta de Villa Mercedes, San Luis, bajo la mirada del master distiller, Rubén Rasente.

Empiezan con un dulce de leche artesanal especialmente desarrollado para este producto, que –además de leche y azúcar– tiene un agregado de crema de leche para redondear la sensación en boca.

Luego se macera durante una semana, aproximadamente: al dulce de leche se suman una solución hidroalcohólica y chauchas de vainilla.

El resultado después del filtrado es un licor de dulce de leche sedoso, suave, con notas de toffee y vainilla, y 17% de volumen alcohólico.

La llamativa botella hace que el producto entre por los ojos: es de acero color cobre –emulando las antiguas ollas en las que se hacía el dulce de leche–, la importan desde España y ya llega con la marca grabada en la superficie.

La pandemia cambió aquel plan inicial de presentación en el exterior; el lanzamiento fue en el mercado argentino, con presencia en vinotecas y supermercados (Coto, Jumbo y Disco) de todo el país.

Ya con rodaje local, ahora sí están saliendo los primeros embarques de botellas hacia Colombia, Chile y Canadá.

Licor Tambo
La crema de leche es aquello que termina de darle la sensación sedosa en boca.

La renovación del licor creamy

Una copita después de la comida, como ingrediente de un cóctel, para darle power a un postre: el consumo de licores cremosos tiene cierta versatilidad según quien lo tome, con el sabor dulce y la sensación sedosa siempre presentes.

Los licores cremosos tienen su pico de venta entre marzo y agosto, los meses más fríos, pero además generan un volumen de ventas atractivo hacia fin de año, en plan regalo.

“A nivel local, el consumo viene cayendo desde hace un par de años. Está bastante identificado con un público mayor, con un gusto heredado. Con este producto, apostamos a interesar a nuevos consumidores y a abrir otras posibilidades”, cuenta Ugarte.

Ese trabajo de aggiornamiento están también haciéndolo con otra de las etiquetas de la empresa, Tres Plumas (que tiene su propio licor de dulce de leche), número 1 en ventas en la categoría licores y que se exporta a 18 países.

Con respecto a esta marca, en el último tiempo cambiaron el packaging y la certificaron como libre de gluten.

Pero no es la única marca tradicional de licores que posee y produce Dellepiane Spirits: hace aproximadamente un mes, anunciaron la compra a Pernod Ricard de Mariposa y Anís 8 Hermanos, que se producirán en la planta puntana.

“Son dos marcas de larga trayectoria en el país y que cuentan con gran aceptación de parte del público, no sólo por sus característicos sabores sino porque forman parte de las sobremesas argentinas desde hace más de un siglo”, afirma Miguel Dellepiane, Director Comercial de la firma familiar.

Dellepiane representa en el país varias marcas internacionales, como las maltas y whiskys Loch Lomond, los licores Luxardo y Mandarine Napoleón, el gin premium Mare, el bourbon de Kentucky Evan Willians, el prosecco Sperone y los rones Botrán y Diplomático.

Licor Tambo
Mariposa y 8 Hermanos, las recientes adquisiciones de Dellepiane Spirits.

El gustito dulce

El dulce de leche es un sabor muy arraigado en el paladar argentino: pensemos en el helado, los alfajores y los postres, solo para empezar. Eso se refleja también en los licores cremosos locales.

Dentro de la gama más accesible –de la que forma parte Tres Plumas– está Bols, marca holandesa que llegó al país alrededor de 1678, y que lanzó su propio licor de dulce de leche como una propuesta invernal.

Desde marzo de 2006, el producto se elabora en la planta de Capilla del Señor del Grupo Campari, dueño de la marca. Cusenier, de Pernod Ricard, también ofrece su licor en la góndola.

El primo internacional del dulce de leche, el salted caramel, protagoniza una de las variedades de Baileys: es uno de los sabores de la marca más vendidos en todo el mundo, llegó a Argentina en diciembre de 2020 y combina el sabor del caramelo con un toque muy ligero de sal.

Entre los licores de dulce de leche más indie, aparece el de DDL&Co, que lanzó su propio desarrollo en diciembre de 2020: lo elaboran en Santa Clara del Mar, a base de dulce de leche artesanal, con agregado de almíbar.

La chocolatería porteña Honecker también produce el suyo; además del tradicional, tienen uno granizado.

A su vez, La Scala ofrece su licor de dulce de leche dentro del porfolio en el que se lucen los frutos patagónicos y su versión cremosa del limoncello, quizás el licor con más versiones hogareñas.

¡Hay licor, licooor!

El horizonte de licores cremosos disponibles en el mercado local se amplía con otros sabores: Amarula (comercializado por Grupo Cepas), de sabor acaramelado y frutado, hecho a base del exótico marula de Sudáfrica; Clever, otro para buscar, es el licor de crema de avellanas que elabora Casa Tapaus a partir de la destilación de vino tinto, ensamblado con crema de leche y azúcar y con agregado de ese fruto seco y chocolate.

Además, la oferta de las góndolas licoreras incluye Tía María, el licor de café más vendido en Argentina, que se produce con granos de café 100% arábica extraídos con el método cold brew; el licor cremoso de whisky Albany Cream; y el de chocolate de Rapa Nui, una de las novedades más recientes de la marca, que es elaborado con los mismos granos de cacao que usan para sus otros productos.

Comer rico, conocer lugares nuevos, pasarla bien. En busca de eso va, para sus días y sus notas. Escribe sobre gastronomía, cultura, viajes y tendencias. Como periodista freelance publica en Clase Ejecutiva, El Planeta Urbano, Noticias y Maleva, entre otros medios.