Baron B es sinónimo de excelencia en burbujas. Se lo bebe siempre en celebraciones importantes, con excusas íntimas o por el puro placer de una copa precisa y llena de matices. Lo que no todo el mundo sabe de Baron B es que se trata de un vino visionario: es la creación del barón Bertrand de Ladoucette, quien llegó a la Argentina en 1959 con la voluntad de dar origen a las mejores burbujas posibles, continuando la tradición francesa de la Champagne.
La B del Baron B es y fue por siempre un buen homenaje a su legado: explorar la altura, desafiar los límites para conseguir mejores vinos bases y apostar por la excelencia que se transformó en el sello de la casa. Pero ahora Baron B da un paso más y le rinde homenaje a las bases con las que el barón Bertrand de Ladoucette puso la piedra fundamental y presenta en el mercado Baron B Héritage.
Baron B Héritage, inédito y único
Siguiendo la tradición de las grandes casas de la Champagne, es una combinación de añadas de vinos Chardonnay y Pinot Noir elaboradas, como todos los vinos de la bodega, por el método tradicional de fermentación en botella.
Se trata de una edición, la 001, de un vino cuya composición y corte cambiará cada año. Inspirado en el espíritu innovador del barón, el equipo enológico decidirá para cada edición de Baron B Héritage un assemblage diferente sobre el mismo concepto: que refleje lo asombroso.
“Estamos seguros de que Baron B Héritage va a sorprender a los consumidores. La propuesta será presentar siempre un espumoso inédito, de partidas limitadas, que permita disfrutar de una nueva dimensión de elegancia y sofisticación. De esta manera se suma al portfolio de la marca, ampliando la propuesta de burbujas súper premium en el mercado argentino”, comentó Fernando Gouiran, Director de Marketing de Baron B, durante la presentación del nuevo vino. 
Nace el Clos de Baron B
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Pero si de piedras fundamentales se trata, Baron B acaba de establecer el primer Clos destinado a burbujas del país. Es una parcela dentro del viñedo Cepas del Plata, ubicado a 1500 metros de altura en el Valle de Uco, que cercaron con una pared de piedras, como sucede con los grandes viñedos de la Champagne. Justamente de esa parcela proviene el corazón de Baron B Héritage: un recorte del viñedo con suelos poco profundos, pedregoso (rico en rocas metamórficas) y con depósitos de carbonatos.
Llamado a ser uno de los grandes viñedos para burbujas de la región, el Clos de Baron B late en el centro de este vino, cuyo corte ofrece los matices propios de esos suelos con la frescura chispeante de la altura. El assemblage de Baron B Héritage da buena idea de ello:
Cosecha 2001 proviene de la Finca Caicayén (a 1.250 metros de altura en Gualtallary, una de las primeras en escalar hasta esa cota en la década de 1990). Con su verano caluroso y seco aportó dos pequeños lotes especiales: el Chardonnay entregó notas de fruta amarilla y toques tropicales, y el Pinot Noir una sólida estructura. En el assemblage final de Baron B Héritage, el aporte de los vinos de esta finca y cosecha es de un 18%, otorgando gran complejidad de aromas terciarios (frutos secos, brioche, miel y pimienta blanca) y un paladar profundamente sedoso.
Cosecha 2011 proviene del Clos de la Finca Cepas del Plata (a 1500 metros de altura en la zona de El Peral). El equipo enológico notó que un cuartel de esta finca ofrecía en esa añada una calidad excepcional, por lo que decidió vinificarlo por separado. La 2011 fue una cosecha sosegada y fría, con bajas temperaturas y severas heladas tardías. El 40% del assemblage de esta primera edición proviene de esa añada y de los viñedos ubicados en el Clos de esta finca. El Chardonnay fue perfecto ese año, con notas de fruta blanca, naranjas confitadas, flores blancas y jengibre; en boca la fineza se integra armónicamente con una delicada textura cremosa.
Cosecha 2015 proviene de Finca El Espinillo (a 1650 metros de altura, en Gualtallary). Sin rigores climáticos y temprana en su llegada, la añada fue ideal. El 42% del assemblage de Baron B Héritage 001 edición es de esta cosecha y finca, cuyo Pinot Noir de extrema altura permitió obtener un perfil fascinante. Su paleta aromática despliega notas minerales y especiadas que elevan el perfil frutal. En boca, la tensión era maravillosa, mostrando el rasgo salvaje de un Pinot Noir de los Andes.
La presentación
Baron B Héritage fue presentado el 19 de octubre pasado, en un evento de lanzamiento (un sunset y posterior cena) que tuvo lugar en el Clos de Baron B, en el Valle de Uco.
Justo antes de la puesta de sol, un globo se izó sobre el Clos y permitió a cada uno de los invitados contemplar el recorte de la parcela, encerrado en una pared baja de piedras. En su interior, las hileras de vid ofrecían un paisaje de sosiego, cercadas también, apenas más allá de la finca, por la cordillera de los Andes nevada.
Luego, la cena transcurrió bajo las estrellas. En ese contexto se presentó el Baron B Héritage, acompañado de un gravlax de trucha con gel de remolacha e hinojo y de principal, un chivito mamón de Malargüe en dos cocciones, seguido de una selección de quesos y unas peras pochadas en citrón, con pistacho.
Así, en una noche única, el legado del barón Bertrand de Ladoucette volvió a vibrar en un vino delicado, con toques de manzana y suave brioche, cuya boca de frescura tensa y paso etéreo termina en una suave nota de praliné.
De ahora en más, y para todos los bebedores de burbujas, volverá a latir en cada edición de Baron B Héritage, que se consigue en las principales vinotecas del país a un valor de $5400.
