Resta muy poco por cosechar en los viñedos. A esta altura la suerte ya está decidida y nada podrá cambiar sobre una vendimia 2021 que algunos técnicos describen como “desafiante en lo climático” y otros “como gran cosecha”. Lejos de ser histórica pero cerca de ser cualitativamente determinante, la vendimia 2021 tiene sus características propias ya definidas.
Vendimia 2021, los números
En materia numérica, a la semana 21 (hasta el 25/4) la cosecha acumula valores cercanos al promedio: con 2.181 millones de kilos de uva, está por debajo de 2018 (2.386 mill.) y 2019 (2.230 mill.), y por arriba de 2017 (1.908 mill.) y 2020 (2.014 mill). Con estos valores, aseguran, no deberían darse distorsiones de precios, como sí auguraba la helada del 5 de octubre pasado: habiendo afectado principalmente al Este de Mendoza y San Juan (corazón del volumen), los daños no parecen tener incidencia final porque otras zonas escaparon a esta lógica. Como apunta Marcelo Belmonte, director de viñedos del grupo Peñaflor: “Respecto a 2020, la productividad de Malbec y Cabernet Sauvignon fue mejor; en otras variedades no medimos ese índice, pero nos da una pista”.
Mendoza
A ningún agrónomo ni enólogo le sorprende que llueva en febrero en Mendoza. Es lo corriente. Lo raro este año fue que desde enero hasta comienzos de marzo las temperaturas fueron más frías y la lluvia se concentró notablemente en el mes más corto del año, con 40 mm por sobre los 160 promedio.
Martín Káiser, gerente del área productiva en Doña Paula, ofrece algunas pistas para Luján de Cuyo: “En enero el promedio de acumulación de temperaturas da 1,5 grados menos que el histórico, lo mismo en febrero y 1 menos en marzo. Los números no parecen grandes, pero para las plantas es radical”, dice. El frescor arroja un 6% menos que el histórico y 12% menos respecto a 2020, que fue caliente, según las fuentes.
Si le sumamos que llovió sostenidamente en febrero, el panorama a mediados de ese mes era dudoso: con algunos focos de botrytis en variedades de ciclo corto, los viñedos que no estuvieran en condiciones los sufrieron. Sebastián Zuccardi, director de Enología de la bodega familiar, sentencia: “Este año el manejo de los viñedos fue clave; en mi opinión es una cosecha parecida a la 2019, aunque con muchas idas y vueltas en las decisiones de vendimia”.
En la misma sintonía están otros enólogos. Los especialistas en blancos de calidad, como Alejandro Vigil, cree que el Chardonnay “de zonas altas está en otro nivel, porque el frescor del verano llevó a una madurez lenta y a conservar la acidez”. Con menos grado y una madurez más tardía, la cosecha de blancas se solapó con la de tintos bien entrado marzo.
Andrés Vignoni, enólogo de Viña Cobos, cree que este año será “para los que tuvieron el temple de esperar: porque la madurez fue lenta a contar de marzo. Será un año de Cabernet Sauvignon y Malbec de altura”. Mariano Di Paola, desde Rutini y con 41 vendimias a cuestas, apunta: “Pocas veces he visto Cabernet de esta calidad y madurez”.
Gonzalo Carrasco, de Terrazas de los Andes, por su parte, describe una situación atípica este año: “La falta de camiones complicó mucho la logística”. Respecto a la mano de obra, la creciente mecanización de la cosecha le quitó presión.
Valles del Norte
El Valle Calchaquí tuvo un año dentro de lo normal, salvo que el verano presentó lluvias menos torrenciales pero sistemáticas, con precipitaciones promedio. La humedad puso algo de presión sobre la sanidad, pero no cambió el tono de una vendimia 2021 que ofrece “equilibrio y concentración”, según el productor Agustín Lanús. En la misma sintonía opinan otros winemakers, que ven en las lluvias una amalgama de calidad. “En Tolombón fue una bendición –dice Alejandro Sejanovich, enólogo de Estancia Los Cardones– porque pudimos madurar las uvas más pausadas”. En Jujuy fue frío y cosecharon casi todo un mes más tarde.
Patagonia
En la región Norte, diciembre y enero fueron calurosos, lo que adelantó parcialmente la vendimia, en particular para Río Negro. Respecto a la cantidad y calidad, las heladas no fueron un problema grave en una región acostumbrada a ellas, con lo que los “rendimientos de la 2021 son normales”. “Pinot y Malbec son nuestros pilares, pero personalmente destaco al Cabernet Sauvignon –apunta Mariano Diletti desde Familia Schroeder– con muy buena madurez, alcoholes moderados y acidez balanceada”.
La Patagonia profunda, en Chubut, sí sufrió los estragos de la helada de octubre, donde el hielo generado por el sistema antihelada arrancó algunas yemas al caer. La cosecha, sin embargo, alcanzó buen volumen porque varias hectáreas entraban en producción. Juan Pablo Murgia, enólogo de Otronia en Sarmiento, dice: “Se anticipa un gran año, caracterizado por la frescura e intensidad aromática del Pinot Noir.”
Con casi toda la uva cosechada, Patagonia en su conjunto llevaba procesadas hacia final de abril 16,3 millones de kilos, dentro de estándar histórico. Neuquén destacaba por lejos con 10,8 millones de kilos de uva, mientras que el resto se lo reparten entre Río Negro (3,9 mill.), La Pampa (1,2 mill.) y Chubut (0,24mill.).