Trapiche Costa & Pampa celebra una década como referente en vinos de influencia oceánica.

Bodega Trapiche Costa & Pampa vinos marítimos argentinos

Trapiche Costa & Pampa celebra una década como referente en vinos de influencia oceánica. A pasos del mar, lo que empezó como una apuesta innovadora se convirtió en un nuevo terroir para blancos frescos, espumantes y mucho carácter.

Vinos, Notas de vinos

Vinos

Hay decisiones que abren caminos. Plantar viñedos a 6 kilómetros del Atlántico, en Chapadmalal, fue una de esas jugadas que no responden a la tradición continental de los viñedos, pero sí a una visión clara: explorar nuevos terruños, con otro clima, otro suelo, otro aire.

Así nació en 2009 el proyecto de Trapiche Costa & Pampa, en un entorno de lomadas suaves que terminan en el mar y donde la bruma salina se cuela entre las hileras. 

Lo que en aquel entonces fue una apuesta pionera y medida —cuando todavía no había casi referencias de vinos marinos en el país— hoy cumple 10 años como bodega, con identidad propia y etiquetas que hablan de frescura y elegancia.

Ahora, los blancos se lucen, los tintos escasean (y se agradece), y el terroir habla con acento gallego, alemán y francés: Albariño, Gewürztraminer y Chenin Blanc. Sí, leíste bien.

Vista desde la estancia Santa Isabel, sobre la derecha unos viñedos de Sauvignon Blanc.
Vista desde la estancia Santa Isabel, sobre la derecha unos viñedos de Sauvignon Blanc.

Trapiche Costa & Pampa: ensayos y aciertos

Pero volvamos al principio. En aquellos días iniciales, con más intuición que certezas, los enólogos se animaron a probar de todo: Malbec, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon

Con el tiempo, entendieron que el secreto no estaba en las tintas potentes sino en las blancas sutiles, esas que se llevan bien con el fresco del viento y el suelo arenoso. Con la excepción de su Pinot Noir. 

Y así, con paciencia, ensayo y error, el proyecto fue tomando forma hasta convertirse en una bodega de verdad, con más de 32 hectáreas cultivadas y 130.000 litros de vino que se evaporan del mercado antes de que llegue el invierno.

En su extensión de tierras, Trapiche Costa & Pampa produce excelentes frutos para los vinos de alta gama en variedades que en algunos casos son habituales y en otros, poco conocidas en nuestro país: Pinot Noir, Chardonnay, Gewürztraminer, Riesling, Sauvignon Blanc, Merlot, Ancellota, Pinot Gris, Pinot Blanc, Pinot Meunier, Albariño y Chenin Blanc. 

Sin embargo, algunas de estas variedades no llegan a las góndolas porque son parte de ensayos y pruebas que siguen realizando.

Los invitados en el festejo de los primeros 10 años.

Sal en la memoria, viento en el alma

Y como toda buena historia merece un brindis, el festejo por los 10 años fue un fiestón de esos que quedan en la memoria gustativa. El evento reunió a chefs marplatenses de los más picantes —Lisandro Ciarlotti, Esteban Borione y Pablo Mago, entre otros— y un menú de alto vuelo que incluyó productos autóctonos, vino a discreción y el mejor maridaje: el paisaje.

Marcelo Belmonte, Director de Viticultura y Enología del Grupo Peñaflor, y Ezequiel Ortego, enólogo de la casa, contaron la historia y los desafíos del lugar, a la vez que guiaron a los invitados a una degustación de los vinos de la casa. 

En palabras de Ortego: “Cada botella refleja el carácter único de nuestro clima marítimo y el compromiso de todo nuestro equipo por ofrecer vinos de excelencia”.

El vino nos interpela en la mesa cotidiana, en los encuentros compartidos en cada comida, en las experiencias del día a día, pero también está presente en los grandes acontecimientos de nuestra vida. 

Así que si andás por Mar del Plata en plan descanso, trabajo o celebración y querés salir de los productos que, en cualquier época del año, se asocian directamente con las playas (el combo churro-medialuna-cerveza de siempre), tu destino es Chapadmalal. No solo vas a conocer un lugar único, sino que también brindar con vinos que tienen sal en la memoria y viento en el alma. 

Marcelo Belmonte y Ezequiel Ortego.

Tanto que, al final, a uno le queda dando vueltas en la cabeza una de esas preguntas típicas que surgen en la ruta, al volver de la costa: por qué no largar todo y venirse a vivir junto al mar. Ahora ya no hay excusas. La Ciudad Feliz tiene espectáculos, sol, arena, emociones y es, también, anfitriona de grandes brindis.

GLOSARIO

  • Hileras: cada una de las líneas en las que se organizan las plantas en un viñedo para facilitar la poda, el riego y la cosecha y gestionar adecuadamente la exposición a la luz solar y al viento.
  • Terroir: es la combinación de suelo, clima y modo de cultivo, más la interpretación de los productores. Por eso puede haber varios terroirs en una misma finca.
  • Enólogo: asesor técnico responsable de dirigir los procesos de elaboración del vino y supervisar en la bodega el análisis, conservación, embotellado y comercialización de las etiquetas.
  • Albariño: uva blanca que reina en Galicia, España, y está plantada en unas 4.000 hectáreas de la región, adaptada a la lluvia, la niebla, el rocío, el viento y las temperaturas bajas.

Autor

  • Emiliano Rodríguez Egaña

    Es el mejor cocinero del mundo para los que tenemos el gusto de sentarnos a su mesa. Capaz de cruzar la ciudad por unas ostras o de sudar la gota gorda frente a un caldero durante horas, para el resto de los mortales es un estratega de la comunicación digital, el marketing de contenidos y otros tantos menesteres. Trabaja desde hace más de 18 años en medios digitales. Es el responsable de que no fallen los códigos de Vinómanos (plataforma que fundó en 2013), donde también escribe sobre su pasiones como la cocina, las bebidas, los viajes y la sobremesa.

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