El icónico cheesecake americano está agazapado ante el avance de la torta vasca, esa preparación a base de queso, tostada por arriba y bien untuosa (pero cuando digo bien, es bien) por dentro, que va copando la parada en cafeterías, restaurantes y las redes, claro está.
Solo un dato: en 2021 fue elegida como “sabor del año”, según la lista de tendencias gastronómicas del New York Times y desde entonces se volvió viral.
Pero, ¿qué tiene de especial esta torta que la convierte en el nuevo objeto de deseo de los foodies?
De España al mundo: el origen de la torta vasca
La torta de queso vasca, también conocida como Basque Burnt Cheesecake, nació en el País Vasco y se volvió famosa por su aspecto rústico y dorado, casi quemado, que contrasta con su textura extremadamente cremosa en el interior.
A diferencia del cheesecake americano, que tiende a ser más denso y se adorna con frutas o salsas y lleva base, la torta vasca es minimalista y se presenta sola, orgullosa, sin necesitar nada más para ganar.
Aquí, la simplicidad manda. No hay base, no hay decoraciones: solo la tarta en su forma más pura, cocida directamente en la bandeja, pin pun, horno y a la mesa.
Federico Reznick, creador de Joaquín Vasco, una tienda especializada en tortas de queso en Nordelta, explica que la clave de la torta vasca está en la simplicidad de sus ingredientes y la calidad de la materia prima.
“Nosotros usamos huevos de gallinas pastoriles que vienen de Tandil, y quesos de primeras marcas. Es un postre en el que los ingredientes hablan por sí solos”, asegura.
Y agrega: “Aunque en Argentina no siempre se consiguen ciertos quesos típicos de España, como el manchego, hemos logrado desarrollar una receta que respeta la esencia de la tarta vasca original y también hacemos otras versiones, como de pistacho, de chocolate y más”.
¿La receta? Guardada bajo siete llaves. Pero no temas, querido lector: al final de esta nota encontrarás un paso a paso súper fácil.
Diferencias y similitudes entre la torta vasca y el cheesecake
“La gran diferencia entre el cheesecake americano y la torta vasca es que los españoles no son fanáticos de ponerle toppings”, comenta Reznick.
Mientras que en Estados Unidos el cheesecake puede venir cubierto de frutos rojos o salsas de chocolate, la torta vasca apuesta por la desnudez del postre. “En España, suelen servir los agregados como acompañamientos aparte para que cada uno decida si quiere mezclarlos, pero la torta se presenta sola”, detalla.
Además, la cremosidad es un distintivo que a veces desconcierta a los nuevos comensales. “La gente muchas veces piensa que esa cremosidad es un defecto, pero es la principal virtud”, explica Reznick, quien ha adaptado la receta en su local con diferentes variaciones como dulce de leche, pistacho y ahora incluso en una versión con membrillo para celebrar el Día de la Tradición.
La receta original de la torta vasca es bastante sencilla. No lleva base de galletas como el cheesecake americano y, a menudo, incluye una mezcla de quesos blandos y duros, huevos, crema y azúcar.
A diferencia del cheesecake tradicional, que se hornea a baja temperatura, la tarta vasca se cocina a alta temperatura, lo que crea una capa superior quemada y crujiente. Por dentro, el centro permanece cremoso, casi como un flan.
Lo verdaderamente importante está en el proceso. El horno debe estar bien caliente para lograr la capa superior dorada, y el molde, forrado con papel de horno, es otro detalle esencial. Para conseguir el aspecto clásico, el papel se pliega alrededor del molde, creando una tarta rústica.
Ha nacido una estrella de la pastelería
Todo comenzó en la década de 1990 en la cocina del bar La Viña, en San Sebastián, País Vasco. Aunque el pequeño local era conocido por sus pinchos y vinos, fue la tarta de queso creada por el cocinero Santi Rivera la que lo catapultó a la fama.
El éxito de la tarta de queso vasca no solo se debe a su sabor, sino también a su momento de nacimiento. En los años 2000, San Sebastián ya estaba en el mapa gastronómico global gracias a su reputación culinaria, y la explosión de Instagram y Trip Advisor impulsó aún más la gloria de este postre.
El hashtag #BasqueBurntCheesecake cuenta con más de 252.000 menciones en Instagram, y chefs de todo el mundo han adaptado la receta, incorporando sus propios giros y sabores.
Aunque La Viña sigue siendo el lugar de referencia para probar la tarta de queso vasca en su versión original, su popularidad ha llegado a todas partes. En Buenos Aires, cada vez hay más lugares. Aquí van algunos para tener a mano (pero prestá atención, está en todos lados):
- Corte Comedor: https://www.instagram.com/p/Cu0TfidsvNC/?hl=es&img_index=1
- Narda Comedor: https://www.instagram.com/p/CeMepOgPtnC/?hl=es&img_index=1
- Ness: https://www.instagram.com/ness.bsas/
- La Garage: https://www.instagram.com/p/Cdvdk6Uu9Z5/?img_index=1
- Cancha Pizza: https://www.instagram.com/p/CeWzpyMumEo/?hl=es&img_index=1
Receta de Tarta de Queso Vasca básica
Ingredientes
- 435 g de queso crema firme
- 175 g de azúcar
- 3 huevos
- 10 g (sí, una cucharada nomás) de harina
- 200 g de crema de leche
- Papel manteca
- Molde de 24 cm
Procedimiento
- Mezclar el queso crema con el azúcar. Agregar los huevos de a uno y mezclar bien.
- Agregar la harina y, por último, la crema de leche.
- Mezclar hasta obtener una preparación lisa, sin batir.
- Forrar el molde con papel manteca húmedo (no debe quedar mojado, solo húmedo).
- Rellenar el molde con la mezcla y cocinar a horno fuerte precalentado a 210°C durante 30 a 40 min aproximadamente. Debe quedar tostada por fuera pero al moverla, debe quedar como flan. Dejar entibiar y llevar a la heladera hasta que se enfríe completamente, mejor de un día para otro.