El sábado 9 de julio los colores celeste y blanco destacaban en los salones del Golden Center de Parque Norte: carteles y banderas colgaban del techo y las paredes; cintas, escarapelas y merchandising de todo tipo cubrían las mesas. La Independencia se celebraba por duplicado. Además de la fecha patria, por la noche tuvo lugar la ceremonia de premiación de la Copa Argentina de Cervezas que reconoce y distingue a lo mejor de la cervecería artesanal independiente de nuestro país.

Para comprender mejor el rol y la relevancia que tiene para el sector un evento como la Copa Argentina de Cervezas, conversamos con una referente de la industria cervecera local y jueza de la competencia.

Carolina Pérez es Ingeniera Química, tiene una larga experiencia de trabajo en la industria y es parte de la primera tanda de jueces latinoamericanos certificada por el Beer Judge Certification Program (BJCP).

Además, participa como jueza en diferentes competencias internacionales, entre ellas la World Beer Cup, el certamen cervecero más convocante del mundo, que se realiza en Estados Unidos.

Más allá del prestigio, las medallas y el impulso comercial que da ser reconocido en la Copa, para Pérez, uno de los aspectos más destacados que tiene la competencia “es la posibilidad de tener un feedback por parte de jueces expertos, que les permite a los cerveceros tener una idea de cómo están posicionados con respecto a otros colegas”.

“Los jueces hacemos una devolución a cada muestra que catamos; son observaciones que sirven para orientar y ayudar a los cerveceros a mejorar diferentes aspectos del estilo que presentaron. Muchas veces una cerveza está muy bien desde el punto de vista de los procesos, pero necesita ajustar ciertos detalles, por ejemplo de ingredientes o de parámetros, para encuadrar en las características de un determinado estilo”, explicó.

Copa Argentina de Cervezas
Carolina Pérez, integrante de la mesa de jueces que conformó la Copa.

Variedad y calidad de la cerveza artesanal en la Copa Argentina de Cervezas

Mucho ha cambiado desde los comienzos de la década del 2000 cuando el movimiento craftbeer local comenzó a cobrar cierta visibilidad y dinamismo. No obstante, hubo que esperar hasta el 2016 para que hubiera una masa crítica de cervecerías con aspiraciones que diera sentido a una Copa nacional.

De la primera edición de la competencia, que coronó como mejor cervecería a la marplatense Cheverry, habían participado poco más de 100 cervecerías con unas 400 muestras.

Según datos propios del sector, actualmente en la Argentina hay alrededor de 800 microcervecerías habilitadas. En este contexto, la Copa Argentina de Cervezas se vuelve un ordenador o un tamiz de calidad de oferta cervecera local que se actualiza a lo largo de cada una de sus ediciones.

Sobre esta evolución local, Pérez dijo que “a lo largo de estos años se nota una mejora, pero también cómo se van formando distintos grupos de acuerdo a la calidad. Hay un pequeño grupo de cervecerías de muy alta calidad, descollantes; luego hay un bloque intermedio, muy numeroso, de cervezas de calidad aceptable para arriba, y finalmente otro grupo que viene un poquito más atrás donde aún se detectan fallas en algunos aspectos, sobre todo de procesos, que deben ser ajustados”.

Uno de los pilares sobre los que se basa la mejora en la calidad de las cervezas argentinas tiene que ver con el acceso a la capacitación y formación de los cerveceros y cerveceras, pero también con la disponibilidad de nuevos insumos y materias primas.

“Hace dos décadas los cerveceros teníamos un gravísimo problema para acceder a cualquier tipo de insumo, incluso a lo más esencial como es la malta base. Hoy el panorama es muy distinto e incluso hay lúpulos y maltas nacionales que son muy buenas y con los que se está haciendo muy buena cerveza”, acotó.

La mayor disponibilidad de insumos y de acceso al conocimiento hace que, igual que la calidad, la variedad de estilos de cervezas elaboradas sea también cada vez mayor.

Como también ocurre en otros ámbitos, la dinámica de las tendencias de consumo responde, para la jueza, a una cuestión de moda: “Los estilos van variando con el tiempo. Hay estilos clásicos como las cervezas lupuladas que van a permanecer siempre, pero los cerveceros y cerveceras están constantemente buscando nuevos horizontes, nuevas sabores y técnicas”.

“Sin embargo, en cierta manera lo que ocurre a nivel local refleja lo que pasa en Estados Unidos, como pasa con las variedades de IPAs y, más recientemente, con las cervezas lagers, las cervezas de barrica y las cervezas sin alcohol”, consideró.

Para Pérez, es esta misma dinámica de las cervecerías la que va a garantizar que “definitivamente el mercado va a seguir creciendo y la Copa Argentina de Cervezas ayuda a que esto suceda, como también a contagiar el espíritu de camaradería y la pasión que se vive en cada edición”.

Copa Argentina de CervezasLa importancia de participar

La Copa Argentina de Cervezas viene superándose en propuesta y organización año a año y batiendo récords de convocatoria y participación en cada edición. En esta última, la séptima, que consagró a Jabalina como Mejor Cervecería del Año, participaron 270 de cervecerías de toda la Argentina que presentaron más de 1000 muestras de cervezas de diferentes estilos.

De las 7 ediciones de la Copa Argentina de Cervezas realizadas entre 2016 y 2022, las cervecerías ganadoras fueron, respectivamente: Cheverry, Berlina, La Paloma, Mesta Nostra, Meridiano Quinto, Astor Birra y Jabalina.

La Copa el evento más esperado del año por la comunidad cervecera local y el que más expectativas genera. Obtener una medalla o un lugar en el podio de las mejores cervecerías del año no solo otorga prestigio y motivación para seguir adelante con los proyectos, sino que también el reconocimiento impacta de manera positiva en el aspecto comercial de las cervecerías.

El encuentro permite a cerveceros y cerveceras de todo el país conectarse entre sí y con diferentes proveedores de la industria, además de acceder a charlas con referentes locales y extranjeros y consolidar la red de camaradería y solidaridad que caracteriza al movimiento craftbeer.

Todo esto ocurre en un ámbito de fiesta total que incluye canilla libre de cerveza y catering toda la noche, juegos, DJ set, performances circenses y urbanas de diferentes artistas y la conducción estelar de Martín Boan, anfitrión y organizador del evento.

Es Lic. en Comunicación Social por la U.N.L.P. y cervecero. Trabajó alrededor de 15 años como periodista de viajes y turismo colaborando en los principales medios gráficos de Argentina y escribiendo en su propio blog. También colabora escribiendo reseñas literarias para Fundación La Balandra y hace su propia cerveza en San Antonio de Areco.