¿Reabrió Heladería El Piave? Sí! Con más de un siglo de experiencia, la familia Bortolot anunció el ansiado regreso de El Piave al barrio porteño de Barracas. Situada en la esquina de Av. Montes de Oca y Olavarría, la tradicional heladería artesanal vuelve así a compartir con todos los vecinos sus exquisitas cremas heladas, tanto de los sabores clásicos de siempre como de los que atraen a las nuevas generaciones.
Elaborados a diario por sus maestros heladeros, con materias primas de la mejor calidad y tecnología de avanzada, los helados de El Piave tientan a grandes y chicos para que disfruten de Il Vero Gelato Italiano en un local moderno y renovado, abierto durante todo el día.
Dando muestras de su vigencia y sus ganas de continuar creciendo, la cadena de heladerías artesanales remodeló este negocio, cuya apertura original data del año 1995. Pero la historia de estas delicias viene de mucho más atrás.
Heladería El Piave: sabores que bajaron de los barcos
A pocos kilómetros de Zoppe di Cadore, un pequeño pueblo al norte de Italia, nace el río Piave, cuyas aguas serpentean la cadena montañosa delle Dolomiti, atravesando la región del Cadore.
Desde allí partió, en 1904, el bisnonno Celeste Bortolot rumbo a Viena, capital de la vecina Austria, para empezar con la venta ambulante de sus primeras cremas heladas artesanales.
La actividad marcaría el comienzo de una larga historia familiar algunas décadas más tarde, que haría famoso el nombre de aquel pequeño río de montaña entre los habitantes de una lejana ciudad, al otro lado del Atlántico.
En 1948, a bordo de un barco de inmigrantes y cargando poco más que algunas recetas de aquellos helados, el nonno Angelo Bortolot emprendió el viaje desde aquella Europa de postguerra hacia las tierras prometidas de la Argentina, junto a la nonna Teresa y a sus cuatro hijos, Tino, Anna, Federico y Nello.
Mar del Plata fue el lugar elegido para retomar el camino de Celeste y empezar a vender helados con un carrito durante sus largos veranos. Este nuevo comienzo les permitiría, en 1955, abrir con mucho orgullo su primera heladería propia en la localidad bonaerense de Wilde, bajo la marca El Piave.
Con el tiempo, cada hermano fue abriendo sus sucursales, siempre en zona sur, y en las cuales las nuevas generaciones poco a poco se fueron incorporando.
En 1961 levantó sus persianas en Quilmes su segundo local, luego el tercero en Berazategui (1967), el cuarto en Avellaneda (1978), el quinto en Bernal (1981) y finalmente el de Barracas, inaugurado al cumplirse los primeros 40 años de la marca.
Hoy, El Piave, una heladería familiar que resume una buena parte del oficio y de la historia del helado en la Argentina, posee en total 10 sucursales y una planta elaboradora en Wilde, que abastece a todos sus locales.
Barracas, una sucursal emblemática
El fervor del barrio por este ansiado regreso se puede notar a simple vista, con solo observar el desfile incesante de vecinos ávidos por volver a encontrarse con algunos de sus helados favoritos.
Heladería El Piave propone descubrir y disfrutar de sus exquisitos helados, con más de 78 sabores, y también compartir diversas propuestas de cafetería y repostería artesanal.
“Es muy importante reabrir este local después de 26 años de su inauguración; es todo un desafío como empresa y tiene un valor afectivo muy grande. Esta sucursal de Barracas forma parte de nuestra historia y de la historia de cada cliente que disfruta nuestros helados y que ha compartido gratos momentos aquí con amigos y familia. Es continuar con el amor y la dedicación a este oficio de ser heladeros, así como lo hizo y nos guió siempre Federico Bortolot”, sostuvo Sandra Bortolot, Maestra heladera y miembro de la tercera generación en Argentina de esta familia.
Entre los gustos innovadores que Heladería El Piave sumó a su propuesta, se incluyen los de Palta, Yogurt y Piña colada.