En pleno Palermo Chico, la nueva creación del renombrado Dante Liporace se ubica a los pies de un edificio de gente de traje, apurada o con cara de balance: el Line Park office. Si andás distraído podés seguir de largo hasta Costa Salguero. No: clavá el ancla que ahí está Molusca, un restó bar ATR porque abre su caparazón a la mañana, para el desayuno, y se cierra cual ostra, recién por la noche.
La propuesta está basada en homenajear al mar, y desde aquí celebramos la idea dado que no abundan en Buenos Aires los restó con productos oceánicos como eje central.
Ni bien entrás, al fondo, resalta un enorme mural marino, creación del reconocido artista Alejandro Sainz Rosa. Recién cuando te sentás a la mesa empezás a ver todos los detalles que remiten al mundo de la pesca, pero, hay que reconocer, con un touch sofisticado.
Lo mismo pasa con las sogas marinas que rodean las columnas, que pasan casi desapercibidas. El lugar está demarcado prácticamente en su totalidad por enormes ventanales y para mitigar la luz del mediodía usan cortinas que simulan redes y proyectan sobre el piso sombras con formas de olas.
Además de los 70 cubiertos que despachan en el interior, ofrecen una terraza en formato deck que da la sensación de estar en un parador de playa.
Molusca, qué hay para comer
Siguiendo la línea de “conocido pero con un toque sofisticado y disruptivo”, cualquier plato es identificable en el menú, aunque cuando llega a la mesa están esos destellos de sabores inesperados.
Tanto las entradas como los principales y los postres están pensados para despachar rápido. Eso lo convierte en el lugar ideal para hacer un stop y comer rico si se está con hambre y poco tiempo.
Molusca cuenta con un oyster bar, con ostras super frescas. Se pueden pedir las clásicas con limón y tabasco; son para destacar las que vienen con trocitos de tuétano asado y perejil ($1.800).
Las entradas calientes ofrecen rabas con mayonesa de kimchi, que son tan emocionantes como tener pique apenas tirás la caña; mejillones que vienen con manteca Café de París y son para no se escapen de nuestra “línea de flote” ($2.900). El Tartare de salmón con salsa de algas también es para tenerlo siempre en nuestra caja de anzuelos.
En los principales, el risotto con langostinos y hongos shitake ($3.200) sale impecable, en su punto justo, y el pulpo con papas merece una mención aparte ($5.300).
Ahora, si no hay manera de que el mar te inunde el paladar, hay una opción carnívora: la milanesa de ojo de bife madurado, acompañado con un puré de papas clásico pero que parece nuevo.
Para cerrar, la cuchara va directo a la Crème Brulée, con una infusión de frutillas que la hace distintiva. Si preferís terminar la comida con un poste con alcohol, la carta ofrece el clásico Don Pedro con tres generosas onzas de JW Red.
Ahora, si buscás llamar la atención hay una versión denominada simplemente DON – es el plato más caro de la carta- y lleva tres onzas del whisky japonés Hiniki.
Qué hay para beber
En materia vínica, la carta acompaña al menú, y por eso hay lindos Chardonnay y Sauvignon Blanc. También hay buenos tintos, desde Pinot Noir hasta variedades menos frecuentes como el Barbera o la Criolla.
Es interesante ver que en la carta hay tan solo cuatro Malbec, correcta elección si se busca que el vino complemente los platos.
Como dato extra, el restó cuenta con valet parking, un detalle que vuelve cómodo y más a mano el lugar. Así que dejá tu barco en buenas manos y pisa tierra en Molusca.
GPS: Jerónimo Salguero 3350, Palermo Chico, CABA. Reservas: 11 5741 1111. Lunes y de miércoles a sábado de 9 a 23 (domingos y martes, cerrado).