¿Cuántas veces cocinaste algo y no salió? Puede pasar, porque si bien existe la receta, uno no siempre la respeta. E, incluso, la puede seguir y, así y todo, puede fallar. Hay equivocaciones en la cocina mínimas, pifies varios que solo tienen que ver con la ansiedad, con la falta de práctica o vaya a saber con qué. Pero lo cierto es que hay cosas que se pueden evitar y alejar así la chance de que todo se convierta en un pasticho.
Hay errores en la cocina que cometemos a diario y son cosas que no debemos hacer jamás. Básicas, simples, bobas. Pero que sin dudas marcan la diferencia. Seguí estos consejos, contanos con cuáles te sentís identificado y ¡sumá todos los que quieras a la lista!
Equivocaciones en la cocina que no hay que hacer jamás
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Cortar la carne no bien sale del horno o durante la cocción
El manual de la carne dice que jamás hay que hacer esto y las razones son absolutamente atendibles: al cortar la carne recién salida del horno perdés todos los jugos. Hay que darle unos minutos para que descanse. Como la carne se cocina y se contrae de afuera hacia adentro, el jugo se dispersa hacia el centro de la carne, que es la parte menos cocida. Para que esto no ocurra, hay que dejar descansar la carne después de la cocción. De ese modo, los músculos se relajarán y redistribuirán los jugos por toda la pieza.
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Hacer una tortilla y mezclar las papas calientes con el huevo
El huevo no se banca los cambios bruscos de temperatura. Lo mejor es hacer la tortilla cuando las papas y la cebolla ya estén frías, porque si no todo se cocinará de manera despareja y jamás podrás cortar una porción hermosa de tortilla. ¡Decime si no cometiste este tipo de equivocaciones en la cocina alguna vez!
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Lavar la pasta cuando ya está cocida
¿A quién se le ocurre? La cocción hace que la pasta quede cubierta por una capa de almidón que logra que la salsa se adhiera mejor. Si la lavás, fuiste, además de quedarte sin la mayoría de los nutrientes. Es lo que hace que la salsa ligue. Además, aporta sabor, tanto que muchos cocineros echan la pasta dentro de la sartén de la salsa y le agregan incluso una cucharada del agua de cocción para amalgamar todos los sabores.
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Dejar cocinar más tiempo el caramelo del flan
Si pasás de calor el azúcar para hacer caramelo se puede quemar. Es el típico caramelo negro de algunos flanes de bodegón. Amargo, feo, feíto. Al caramelo hay que tratarlo con cariño, que quede rubio, fluido y espeso al mismo tiempo, dulce. De paso, va la receta maestra: https://vinomanos.com/2020/04/como-hacer-un-flan-casero-argentino/
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Poner primero el aceite y después sal en la ensalada
Uno dice: aceite, sal y vinagre, pero la verdad es que ese orden no es el más conveniente. Lo mejor es dejar el aceite para el final, porque si lo ponés primero impermeabilizás las verduras y no absorben ni vinagre ni sal. O sea: sal, vinagre y aceite. O, mucho mejor, hacer una vinagreta, que justamente sirve para evitar esto que te contamos. Emulsionás… ¡y entonces sí! Directo a la ensalada.
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Cocinar un huevo duro directo de la heladera
Un huevo con exceso de frío corre más riesgo de romperse en la cocción, especialmente si lo ponés en un cacharro con agua que todavía no hirvió. Cosa de mandinga.
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Hacer masa de manteca y no dejarla descansar en la heladera
Acá hablamos de las clásicas masas brisée, sucré, sablée. Esas que se rompen en la boca y son una fiesta de crocancia. Eso solo se logra si la masa descansa en la heladera. ¿Por? Porque es necesario que la materia grasa se vuelva a solidificar y forme una estructura resistente para así evitar que, al momento de cocinar, la masa se derrita.
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Empezar una bechamel por la leche
Y no, amigue: si hacés esto será una pasta llena de grumos. Es uno de las equivocaciones en la cocina más habituales. Es cierto que está bueno experimentar, pero a veces hay que seguir al pie de la letra la receta. Y éste es el caso. Lo primero que hay que hacer es un roux, es decir, cocinar la harina con la manteca para que ligue la salsa. Y recién entonces, agregar la leche, la sal y la pimienta sin dejar de remover. Así no habrá grumos. Te avisamos.
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Poner sal a la levadura
La levadura está viva. Sí, tiene bacterias vivas que la sal mata. ¡Horrible! La cuestión es que si las mezclás antes de hacer el pan, no levará. O sea, será una galleta.
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Pelar un huevo duro caliente
¡Never! Mejor sacarlo del agua hirviendo y pasarlo por agua helada. El contraste de temperaturas hará que la cáscara se despegue más fácil.
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Saltear ajo al inicio de la cocción
El ajo se cocina rápido y si se pasa, se quema y se pone amargo. Entonces, primero salteá todo lo que tengas que saltear y al final, dale unos minutitos al ajo. Posta.
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Salar la carne antes de ponerla en la parrilla, ¿sí o no?
Dejamos abierta la polémica, ya sabemos que cada asador manda. Lo cierto es que la sal tiene la propiedad de deshidratar: Por lo tanto, muchos dicen que si le ponés sal a la carne antes de cocinarla saldrá onda suela de zapato. Otros, como Christian Petersen, sugieren salar solamente al principio, antes de asar. Sal fina para piezas chicas y salmuera (mezcla de sal y agua) para piezas grandes.
Te dimos una docena de errores en la cocina (y acá van algunos más! https://vinomanos.com/2020/12/errores-en-la-cocina/). Vos poné la yapa. Te leemos.