
Aquellos primeros ferneteros de la década del ´80, que en la periferia de Córdoba mezclaron el amaro de los inmigrantes italianos con la cola imperialista y unos cuántos hielos, jamás pensaron que llegarían tan lejos. Pero así es: esta semana la Asociación Internacional de Bartenders (IBA, por su siglas en inglés), algo así como la Liga de la Justicia en materia de cócteles y con el peso de la ONU en la materia, declaró al más negro, amargo y dulce de los placeres, el Fernandito, como uno de los “tragos de la nueva era”.
La noticia se conoció esta semana cuando la IBA dio a conocer los tragos que formarán el universo del próximo nuevo mundo, cuarentena y coronavirus mediante. Ahí estaba el Fernandito, junto a otras copas modernizantes como la Canhachara, la Barracuda y el French Martini.
Siguiendo la tradición cordobesa y cuartetera, luego desparramada por la Argentina en la década del ´90 por los estudiantes que pisaron Córdoba capital, el Fernandito –ni más ni menos que Fernet con Coca y abundante hielo– ganó inercia en la coctelería mundial a partir del año 2000. Primero en San Francisco, pero luego en otras ciudades del mundo, que celebraron los amargos y en particular el Fernet. En breve llegó a las barras más distinguidas de todo el planeta.
Así, a cuatro décadas de las primeras mamilas –como le llaman en Córdoba a la botella plástica de Coca Cola cortada donde arranca el cuello, y dentro de la cual se prepara el Fernandito–, la bebida de las bailantas y las previas estudiantiles llega a la cumbre. Todo un recorrido digno de un Maradona del trago, más lento, puede ser, pero lleno del mismo frenesí.
La receta que publica la IBA es la siguiente. La dejamos en inglés porque queda muy canchera:
INGREDIENTS
50 ml Fernet Branca
Fill up with Cola
METHOD
Pour the Fernet Branca into a double old fashioned glass with ice, fill the glass up with Cola. Gently stir. Qué te vamos a traducir la receta si la sabés de memoria, chinvengüencha. Brindamos por Fernet Branca (con esta botella para no quedarnos cortos) y, por supuesto, con un Fernandito, ya no en mamila, sino en un vaso old fashioned.