Tres espacios conviven en el flamante Soler Vino Pizza: vinería, wine bar y pizzería romana. Cada concepto se adapta a las ganas de quien traspase las puertas de vidrio: estará quien pase a comprar una botella de vino; el que se tiente con probar alguna de las etiquetas disponibles por copa; quien se entusiasme con una pizza romana crujiente recién salida del horno a leña; y quien aproveche las tres posibilidades a la vez.
Moderno, elegante e informal al mismo tiempo, acaba de abrir y está pensado con un objetivo concreto: “Queremos que Soler Vino Pizza sea un lugar de encuentro, que haga de nexo entre los jóvenes y el vino, que la gente pueda disfrutar de una una copa sin la solemnidad de una cata o una degustación. Que mientras charla y comparte con sus amigos, esté al tanto de las últimas novedades en vino, que pueda comprar una botella y también que disfrute de una pizza hecha en el momento y con los productos de mayor calidad que hay en el mercado”, dice el chef y dueño Rodrigo Sieiro, dueño también de Warnes Restaurante.
Además, en el subsuelo hay otro salón que solo tiene como decoración una proyección de lo que se ve en vivo en la perspectiva de la calle Acuña de Figueroa, arbolada y tranquila. Quienes quieran un espacio íntimo para ir en grupo o simplemente quieran escuchar buena música, podrán subir y bajar a gusto.
El diseño del local propone una circulación libre y es una creación de la arquitecta Paula Herrera (trabajó en Warnes Restaurante). Así, es posible recorrerlo de diversas formas y disponerse a distintas experiencias.
Un equipo sólido comandado por el sommelier Tomás Romero atiende en la vinería y en el wine bar (una mesada grande de mármol sirve de apoyo y de lugar de reunión donde se exponen las etiquetas por copa que se pueden probar en el día).
Otra opción es ir directo a la gran barra que alberga el horno a leña traído especialmente de Nápoles para esta propuesta. “Pesa 2 toneladas, es marca Accunto, una firma italiana de una familia que hace estos hornos desde 1892, lo mandamos a hacer para Soler Vino Pizza y para mí es la Ferrari de los hornos pizzeros”, cuenta Sieiro
¿Qué estilo de vinos proponen? “En los últimos años hemos visto espacios en los que la gente se sirve vino de un dispenser. Para mí no es ésa la esencia del vino. Nosotros atendemos a cada uno en persona. Queremos terminar con esa cosa del vino caro, difícil de acceder. Acá van a encontrar precios de vinoteca, etiquetas de bodegas actuales, vinos ricos para tomar, vinos que fueron hechos con uvas cosechadas más temprano, con marcada acidez, vinos amables para tomar, que no cansan”, dice Romero.
Entre las bodegas elegidas para la apertura, se destacan los vinos de Mariana Onofri Wines como Alma Gemela; las creaciones de Matías Michelini (Blanco y Tinto del Mono; Vía Revolucionaria o Esperando a los Bárbaros) y los que elabora junto a sus hermanos (Michelini Bros); las propuestas de Finca Suárez o las de Francisco Morelli, los vinos de Bodega Tacuil (Raúl y Álvaro Dávalos), los del proyecto Traslapiedra, los vinos de productores como Edgardo Del Popolo y David Bonomi, Cara Sur de Sebastián Zuccardi y Francisco Bugallo, entre otros. Los precios arrancan en $350 y llegan a $1200, con algunas perlitas que valen más. Por copa, desde $60 y van a ir rotando para que haya propuestas accesibles en precio y calidad todo el tiempo.
¡Pizza Romana! “Me encantan todas las pizzas, pero elegí la romana para Soler Vino Pizza porque queremos que la gente pueda comer con las manos, circular por el local y como es crujiente, es una masa que se sostiene, me parece ideal. Para eso hicimos varias cosas: trajimos este horno, desarrollamos una receta tradicional con fermentación natural, la estiramos a palote y la cocinamos a unos 330º un minuto y medio. La masa queda seca y crujiente, una delicia. Después están los productos de altísima calidad que elegimos”, dice Sieiro.
Los sabores de la pizza. Hay dos caminos posibles que bien pueden juntarse en algún momento.
Aquí hay pizzas blancas (sin tomate en la masa) con estas opciones: de queso Patagonzola (de Mauricio Couly, de @QueseríaVentimiglia) con pera, mozzarella de búfla y espinaca ($540). Sigue en la lista ricota de oveja, portobellos confitados, mozzarela de búsfala, ajo confitado y perejil ($440). Morcilla vasca y huevo poché con manzana, mozzarella de búfala y verdeo ($440). ¡Una más rica que otra!
Entre las rojas (pizzas con tomate), no falta la clásica Margherita, pero sale con mozzarella de búfala ($390); sigue la Stracciatela que sale con ajo confitado y albahca y el corazón de la burrata se desarma bellamente sobre la pizza (¡una gloria! $390). Para paladares picantes: la puttanesca viene con salsa de tomate, ajo confitado, chile, cebolla colorada, alcaparras, anchoas y orégano fresco ($420) y la Diavola, con salame longaniza napolitano, chile y orégano ($480). Hay en este momento una opción con alcaucil y pecorino, a disfrutarla antes de que se terminen los alcauciles de temporada ($520) y una de berenjenas, mozzarella de búfala, aceitunas negras, chile y albahaca ($420).
De yapa, un calzón de mozzarella de búfala, pecorino, alcaucil, cherrys confitados y alcaparras ($540). Si no querés comer pizza.
Aquí van otras posibilidades para los que prefieren acompañar los vinos con platos chicos. Salen con focaccia y se puede elegir entre ricota de oveja ($180); Patagonzola ($340); quesos Rosanse y Rosanse doble crema o Pyramide de cabra, los quesos de Julien Baudet, un productor artesanal de Traslasierra, Córdoba ($340); platito de anchoas de Mar del Plata; salame napolitano y morcilla de El hornero de Roque Pérez ($380, platos separados).
GPS. Soler Vino Pizza está en Soler 4201, esquina Julián Alvarez. Apertura, a partir de la 12 hs de martes a domingo. IG @solervinopizza
FOTOS: gentileza de Guillermina Broccoli