sopas
sopas

El caldo de verduras suelta uno de esos aromas que se identifican con la cocina hogareña. Pero la tradicional sopa de vegetales en cubitos no es la única alternativa: en texturas cremosas, con carnes, especias, hierbas y hasta frutas, este plato caliente tiene una infinidad de variantes.

En estos meses de frío, una preparación humeante es imbatible para comenzar una comida -y así evitar el picoteo previo al sentarse a la mesa- o incluso como plato principal, ya que según los ingredientes puede resultar muy contundente. Si estás corto de tiempo para prepararla o querés incursionar en nuevos sabores (y, por qué no, inspirarte para probar en la olla de casa), te dejamos ocho opciones diversas para salir a probar:

Calabaza y naranja de LAB Belgrano (Echeverría 1560, $90): hace poco más de un mes LAB -que nació en 2012 especializado en tostado de café y desde 2014 tiene local propio en Palermo-, inauguró su nueva propuesta en Belgrano. En esta sucursal tiene carta de comidas bajo el concepto de American Cuisine. Ofrecen una sopa que cambia cada semana. Cuando fuimos, servían una de calabaza, naranja, jengibre y pesto de cilantro. Sí, sopas de calabaza hay muchas, pero esta incorpora otros ingredientes que le suman mucho -el jugo de fruta aparece al final, el cilantro aporta frescura-. Otro punto a favor: viene acompañada de sourdough focaccia de Salvaje Bakery, ideal para remojar.

De papa e hinojo de The Brick Kitchen (Posadas 1232, $100): las cartas de Javier Marrone en el restaurante del hotel suelen reservar un lugar para estos platos calientes reconfortantes. En la edición de otoño-invierno hay una muy saborsa de papa e hinojos, buen contraste: la preparación parte de papas crudas, que rehoga en sartén con el hinojo y cebollas, y luego cocina por media hora con caldo de vegetales. Luego de mixear, agrega crema de leche y lleva al fuego por 10 minutos más. La presentación del plato le suma otros detalles: láminas de portobellos grillados y cebolla morada picada, que aportan texturas diferentes a la cremosidad de la sopa.

Khao Soi de pollo de OPIO (Honduras 445, $140): De sus viajes por Asia el chef Tatu Rizzi regresó cargado de sabores y combinaciones de productos que aparecen en sus platos. Desde su apertura, en el gastropub OPIO hay una sección especial de sopas, y en este invierno está sirviendo Khao Soi de pollo, receta originaria de Chiang Mai, región del norte de Tailandia. Está preparada con base de caldo cremoso, fideos crocantes, pollo y el cuarteto que marca la diferencia de power: curry, jenjibre, cebolla roja y cilantro. Un interesante juego de sensaciones en la boca.

Sopa de alimonados de Casa Cavia (Cavia 2985, $280): La cocina de este elegante multiespacio se renovó por completo con la llegada Julieta Caruso (que viene de trabajar nueve años en Mugaritz). En la nueva carta -que combina gastronomía y literatura- está la sopa de alimonados, inspirada en la historia de Oliver Twist de Dickens que puede leerse en la hoja contigua de la carta. En el bowl que bajan a la mesa hay cuatro variedades de hongos: shiitakes frescos y secos, champiñones y portobellos, con hierbas (como albahaca alimonada). Luego, el camarero completa con el caldo, a base de raíces, plantas y katsuobushi.

Consomé de verduras de Alo’s (Avenida Alte. Blanco Encalada 2120, San Isidro, $130): un plato hogareño por tradición tienen en el restaurante de Alejandro Feraud una versión que, permiso por el lugar común, calienta el alma. Por la ventana del salón se ve la huerta; muchos de esos vegetales llegan a este plato, una base de caldo sabroso, potente, que el chef clarifica con claras de huevo. Está disponible tanto al mediodía como a la noche. Se puede pedir en porción de entrada ($130) o como principal ($200).

Gumbo cajun de Nola (Gorriti 4389, $125): el refugio de la comida cajún en Buenos Aires tiene entre sus platos emblema al gumbo. Este guiso típico de Nueva Orleans tiene su toque local en el gastropub que comanda Liza Puglia: en su tierra natal los ingredientes obligatorios son el arroz y el caldo pero la carne puede variar de cangrejo y langostinos a salchicha de cerdo. En la versión porteña de Nola se prepara con chorizo argentino ahumado, pollo, arroz y pan casero para mojar en el rico (¡y picantón!) fondo de cocción del estofado.

Tomates asados en PL Deli (Gorriti 6046, $60): originalmente servicio de catering, Punto Letra abrió su deli hace algo más de un año. Entre sus platos calientes de este invierno está la sopa de tomates asados. ¿La clave de esta preparación? Los tomates están cocidos al horno con ajo, azúcar, sal, pimienta y oliva, lo que realza el sabor. Recién después de asados, se incorporan al apio y el caldo de verduras o pollo para ir a la hornalla y terminar la reducción. Llega servida con un hilo de aceite de albahaca, otro detalle que marca la diferencia.

Tonkotsu ramen de Nueva Casa Japonesa (Humberto 1º 2357, $170): quienes nunca hayan probado la tradicional sopa japonesa de noodles podrán encontrar en este restaurante un abanico de opciones para iniciarse. Preparan siete opciones. Nos gustó el Tonkotsu, un ramen de cerdo de sabor intenso pero apto para todo público, buena alternativa para una primera vez. Tiene caldo concentrado de cerdo, fideos, chasu (lonjas de cerdo), tamago (una especie de tortilla de huevo), kamaboko -la rodaja blanca con espiral rosa, a base de pescado procesado- y huevo. Consejo: sentate en la barra así de paso mirás cómo cocinan.

Comer rico, conocer lugares nuevos, pasarla bien. En busca de eso va, para sus días y sus notas. Escribe sobre gastronomía, cultura, viajes y tendencias. Como periodista freelance publica en Clase Ejecutiva, El Planeta Urbano, Noticias y Maleva, entre otros medios.