A una altura de 1500 metros, en el Valle de Uco, Mendoza, hay un puñado de viñedos de Pinot Noir que están reinventando el concepto que tenemos del vino en Argentina. En Salta, a 3111, un viñedo de Pinot Noir propone un vino de otro planeta. Mientras que en Patagonia y la Provincia de Buenos Aires la variedad ofrece un perfil hasta ahora desconocido en el vino argentino.

Sucede que el Pinot está hoy en la cresta de la ola. No tanto por un efecto de demanda –que crece lentamente- sino como uno de oferta: las bodegas, al explorar nuevos terruños, se encuentran con que una de las uvas claves para su desarrollo es el Pinot Noir y de ahí que hoy la góndola ofrezca amplitud de estilos. Pero no termina acá la cosa. Apenas comienza.

Raro Pinot

Para el consumidor, el Noir es un vino raro. Mientras que el grueso de los tintos nativos son potentes, con mucho color y cuerpo, el Pinot está en la antípoda: de un color guinda lavado y una boca más parecida a la de un Chardonnay, es un raro entre los raros del mercado. Eso, visto desde el prejuicio. Porque basta poner un trago en la boca para descubrir su verdadera virtud: el Pinot Noir da vinos de una intensidad de sabor inaudita para su complexión laxa, mientras que la textura, tersa, suave y de tissue, proponen una experiencia nueva del tipo amala u odiala.

Prepará un bouef bourguignon y date un gusto con Pinot Noir

Pero la mayoría la ama. Y además adopta al Pinot Noir. Por la sencilla razón de que no hay en el panorama local algo parecido a un vino fácil de tomar y de maridaje ligero, una suerte de tinto de media estación que va bien con las comidas domésticas o con la alta gastronomía. El problema, en cualquier caso, es que resulta un poco más caro que el resto de los vinos. ¿La razón? Hay pocos.

Cuáles probar

Pero algo nuevo está pasando en la góndola del Pinot. Una camada de flamantes vinos de altura, del más remoto sur y hasta de las alturas del norte llegan a las vinotecas. Y cada uno con su sabor singular.

En Uco, por ejemplo, Bodega Chandon, Catena Zapata y Salentein lideran la ascensión al pedemonte. Con plantaciones a 1500 metros de altura, buscan la frescura del clima de montaña que se traduce en vinos más chispeantes. Pero al mismo tiempo, como esa zona es relativamente húmeda, el perfil de los vinos es diferente al promedio. Ideales para probar son Salentein Single Vineyard 2012 y Saint Felicien Tributo a Raúl Soldi 2013, y para estar a tono con un bolsillo algo más flaco, Críos 2014, Salentein Reserva 2014 y Zorzal Terroir Único 2014.

Probalo con unas buenas pizzas

Entretanto, en Salta, en el extremo norte de los Valles Calchaquíes, el viñedo Altura Máxima de Bodega Colomé lanzó sus primeros vinos este años. Entre ellos un Pinot Noir 2014 cultivado a 3111 metros. Sería hasta ahora el Pinot más alto del mundo y un varietal de aromas frutales y terrosos, con una frescura inusitada.
Es en la costa atlántica, sin embargo, donde la rareza se viste de Pinot Noir. En Chapadmalal, el viñedo de Bodega Trapiche, lanzó en 2014 los primeros vinos de influencia oceánica. Y como el mar es un gran regulador térmico, la zona es lo más parecido a la Borgoña cultivado en nuestro país. Costa & Pampa Pinot Noir 2014 da buena cuenta de ello: color ligero, aromas de tierra negra y frutas, con un paladar casi etéreo y filoso.


La apuesta patagónica

Cuando la Patagonia desarrolló sus nuevos terruños en San Patricio del Chañar, el Pinot Noir fue una de las apuestas más fuertes. Tanto, que hoy tiene casi la mitad de las hectáreas cultivadas en Argentina (1991 al año 2015). Cultivan clones para climas cálidos, como R4 y 777, por lo que los vinos resultan intensos en materia de fruta, con recuerdo a papines y un equilibrado paso por la boca, de frescura y amplitud moderadas. Así son Saurus Pinot Noir 2015, Malma Finca La Papay 2015 y Fin del Mundo Reserva 2014.

¿Es el Pinot Noir el mejor vino para maridar platos picantes?

De Río Negro, donde hay algunos muy buenos viñedos viejos, conviene probar Humberto Canale Old Vineyard 2014 y el exclusivo Barda 2014.
Pero la Patagonia es tierra de secretos. Y esconde uno más del que, hasta ahora, se sabe poco y nada. En Sarmiento, provincia de Chubut, hay un viñedo en plantación cuya primera vendimia es la 2014. Pertenece al empresario Alejandro Bulgheroni –quien viene apostando fuerte por el vino- y según los datos publicados por el INV tienen al Pinot Noir entre las variedades plantadas.

Así las cosas, la revolución del Pinot Noir está en marcha. Ahora nada más resta probarlo y enamorarse de su elegancia descarnada, de sus aromas entre sucios y delicados y de su textura, siempre suave, siempre algo etérea, pero decididamente sabroso.

Joaquín Hidalgo | @hidalgovinos

Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta con formatos y habla sin rodeos de lo que le gusta y lo que no. Lleva más de veinte años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en medios nacionales, como La Nación y La Mañana de Neuquén. Desde 2019 es el crítico para Sudamérica de Vinous.com (EE.UU.).