
En lugares extremos nacen vinos con carácter. Y extremos hay muchos en la viticultura, pero uno es el que cautiva más corazones de este lado del mundo: la altura. Ahí donde el aire es más delgado, y donde el frío y el viento cincelan una naturaleza entre esteparia y glacial, cultivar uvas es un desafío que lleva los sabores a un extremo.
De eso se trata el nuevo vino de Terraza de los Andes Extremo Malbec 2021, elaborado con uvas del viñedo más alto en Gualtallary, cuyo nombre describe con precisión el efecto buscado. ¿Qué sabores nuevos trae de esa geografía límite?
Terrazas de los Andes tuvo que buscarlo. Durante 20 años investigó y recorrió distintos lugares en un camino de ascenso hacia lo extremo. Con la llegada del nuevo vino también llega un nombre a ese viaje: The Ascension Journey Experience, una propuesta que invita a los amantes del vino a explorar el alma de los viñedos de gran altitud, donde el cielo y la tierra se encuentran.
La inauguró con la presentación de Terrazas de los Andes Extremo Malbec 2021, un vino elaborado con uvas del viñedo El Espinillo, en Gualtallary, plantado a 1650 msnm, una región solar como Los Andes y fría como La Champagne.
El Espinillo –su nombre evoca un áspero y primitivo arbusto– es el viñedo productivo más alto del Valle de Uco. Y productivo no es un capricho en ese título: vides se pueden plantar en muchos lugares de altura, pero cosechar uvas para hacer vinos no.
Ahí radica el principal mérito de El Espinillo, un viñedo que sintetiza 30 años de pasión y dedicación en la búsqueda de vinos finos de montaña.

Frescura y elegancia
La historia de Terrazas de los Andes comenzó con un equipo visionario que reconoció el potencial de Mendoza e inició un viaje en ascenso, adquiriendo tierras que aportaran la frescura, fineza y elegancia necesaria para la elaboración de sus vinos.
Los miembros del equipo primero descubrieron Finca Los Cerezos, un viñedo de Malbec plantado en 1929 con vides de pie franco, ubicado en el distrito Las Compuertas, Luján de Cuyo, a 1070 msnm. Su historia, belleza y majestuosidad los hipnotizaron e inmediatamente reconocieron su potencial.
En los años siguientes, continuaron este viaje, adquiriendo viñedos en las apelaciones más reconocidas de Mendoza. Un ejemplo es Finca Los Castaños, ubicada en Paraje Altamira, Valle de Uco, a 1100 msnm, que fue plantada en 2006.
Luego fue el turno de Finca Licán, plantada en 2007, ubicada en Los Chacayes, Valle de Uco a 1200 msnm, y por último llegaron a El Espinillo, plantado en 2008 y actualmente uno de los viñedos más altos del Valle de Uco.

Los sabores de la altura
En el contexto de este amplio mosaico de parcelas de altura, Terrazas de los Andes Extremo Malbec 2021 representa la cima de ese viaje hacia lo más alto. Cultivado en suelos franco-arenosos y bajo condiciones climáticas extremas, el vino destaca por su pureza y expresión.
En aromas ofrece cerezas, violetas y lavanda, con el carácter distintivo de las hierbas de un pedemonte prístino, donde no hay otra cosa que coirones, jarillas, tomillos salvajes y huacatay, entre otras hierbas aromáticas. Ese universo de altura está condensado en la copa. Asimismo, la cosecha 2021, marcada por temperaturas frescas y condiciones óptimas, ha dado como resultado un vino vibrante y elegante, que se distingue de todo lo conocido en Malbec, por una textura de seda y un paso ágil que seducirá a los paladares más exigentes.
La Parcela 1, de donde se extraen las uvas para este vino, fue elegida no solo por su particular perfil de suelo, sino también por su cercanía a áreas de parches nativos y corredores biológicos.
En la bodega, patrimonio cultural de Mendoza, los cuidados para preservar la calidad de la uva se intensifican. Luego de una doble selección de racimos, ingresan únicamente los granos óptimos para la elaboración de estos vinos.
El equipo enológico inicia la vinificación buscando resaltar la expresión pura del Malbec de altura, su suelo, su clima y la biodiversidad propia de cada viñedo. El proceso es meticuloso, requiriendo máxima precisión para obtener vinos de calidad suprema.
The Ascension Journey Experience
The Ascension Journey Experience (La Experiencia de un Viaje en Ascenso) anhela contar la historia de Terrazas de los Andes, su espíritu aventurero y su incansable búsqueda de la elegancia para elaborar vinos finos de montaña.
A través de 4 de sus vinos más icónicos (Parcel 10 Los Cerezos; Parcel 2 Los Castaños, Parcel 12 Licán y el nuevo vino ícono de la bodega, Extremo Malbec), esta exclusiva degustación invita a un recorrido sin igual, con el Malbec como cepa insignia.

Así, pueden disfrutarse las características únicas que se dan en estos viñedos, percibiendo en cada copa los efectos de la altura, clima, suelo y biodiversidad.
Esta experiencia no solo es una pieza importante del corazón de Terrazas de los Andes, sino que también resalta el compromiso de la bodega con la sostenibilidad y el cuidado del entorno natural.
Es que estos vinos son cultivados con viticultura de precisión y con un manejo regenerativo, creando un entorno único e inigualable para la elaboración de vinos.
Respecto a la cosecha 2021, se distinguió por temperaturas más bajas que el promedio durante la temporada de maduración y tuvo precipitaciones ligeramente superiores a la media en febrero.
Lo suficiente como para moderar las temperaturas a la baja y anticipar un mes de marzo con una ola de calor y baja humedad que permitió terminar la cosecha de la zona más alta de Gualtallary. De eso también habla la fruta que tiene Malbec Extremo.
Esta cosecha fresca al inicio, e inusualmente temprana para Terrazas de los Andes, permitió que las uvas fueran madurando gradualmente hasta su punto apropiado, desarrollando un color profundo y un perfil frutal intenso.
El clima frío durante la maduración proporcionó tintos de gran concentración, con hollejos maduros y azúcares moderados.
Terrazas de los Andes Extremo Malbec, Parcel 10 Los Cerezos, Parcel 2 Los Castaños y Parcel 12 Licán ya se encuentran disponibles a la venta en vinotecas de todo el país.
Viticultura en extremo
Terrazas de los Andes, aventurera y pionera en la viticultura de altura desde principios de la década de 1990, cultiva un impresionante mosaico de más de 200 terrazas individuales de altura.
Los vinos de Terrazas de los Andes se elaboran con un 100% de fruta de montaña cultivada por la bodega, irrigada de manera precisa y sustentable con agua de glaciar.
Son vinos de gran cuerpo y, a su vez, brillantes y con aroma elegante, que capturan el sabor puro y fresco de los Andes, de estas elevaciones de alto riesgo, pero de grandes recompensas, que requieren una viticultura extrema.
Con el cuidado de la naturaleza como prioridad, el proyecto “Guardianes de la vida en la montaña” de Terrazas de los Andes tiene como objetivo develar y proteger la magia de la cima del mundo, adoptando la viticultura regenerativa y orgánica, conservando el agua preciada de los glaciares y apoyando a la comunidad andina local y a los propios empleados de la bodega.