Ya no basta con levantar la tapa de una olla en la que se cocina un guiso. Esa magia (para algunos) se queda corta en un mundo con comensales ávidos de vivir experiencias que estimulen todos sus sentidos. “A mi juego me llamaron”, dice la tecnología, lista para desarrollar artificios que alteren la percepción, inviten a detener el tiempo (al menos, el que dura el menú) y si se puede, despertar las emociones.
Así las cosas, llegó a la Argentina Frenessí, una experiencia multisensorial, inmersiva y gastronómica que se desarrolla en una “cápsula” para 18 comensales en una sala especialmente acondicionada, en Puerto Madero.
Una performance en la que se unen tecnología de última generación, arte, diseño, música, fine dining, interacción, espectáculo. Realidad virtual, aumentada y real para meterse de lleno en lo que los presentadores llaman “la gastronomía del futuro”.
Durante tres horas (y un poco más), el visitante/comensal de Frenessí pasará por 11 “mundos”, disfrutará de un menú de pasos de alta gama diseñado por el chef Leandro Di Mare y se sumergirá en una realidad paralela.
Se corre el telón de Frenessí
Anfitriona. Una actriz será la maestra de ceremonias, secundada por una decena de camareros-actores que serán centrales en el engranaje del relato conductor. Claro, aquí hay storytelling (ya no hay nada que no lo tenga) y comienza con el ingreso puntual a las 20.30 hs por un pasillo negro con luces azules que ofrece una frase de apertura: “Pide un deseo”. Cuidado, porque puede hacerse realidad.
11 mundos. La cena show es una experiencia inmersiva en la que están involucradas todas las superficies de la sala, incluida la mesa (ya veremos más adelante de qué se trata esta tecnología).
Propone un viaje por diversos paisajes de Argentina (desde la Patagonia a Misiones, pasando por geografías diversas: montañas, ríos, mar, cielos) hasta llegar una nave espacial que recalará un tiempo en el mismísimo infierno (no será éste el relato de Dante Alighieri pero se le parecerá bastante).
Antes, al principio, un video recuerda el momento en el que Leo Messi besa la Copa del Mundo. Porque somos argentinos, sí señor.
La música. ¡Qué sería de todo esto sin el sonido!, es un factor clave e irá marcando el ritmo de la cena. Así, a cada paso del menú le corresponde un ambiente (y su desarrollo visual) y una música. Se supone que ninguna de estas artes compite con la otra y se presentan en igualdad de condiciones ante el comensal (no siempre se logra).
La mesa interactiva. El Table Mapping es la tecnología que transforma mesas en espectáculos visuales mediante proyecciones 3D para animar elementos, como alimentos y platos. Es la herramienta que se utiliza en eventos multitudinarios para “vestir” edificios con luces, texturas y colores (muchas veces tridimensionales).
Lumentium es la empresa pionera en Table Mapping a nivel mundial. Han desarrollado las “Lux Tables”, mesas que incorporan esta tecnología para proyectar imágenes 3D y mapping directamente sobre su superficie, realzando la experiencia visual.
A bailar mi amor. Hay que estar preparados para bailar música caribeña (con guirnaldas y anteojos de sol incluidos) o para sacarse fotos con los camareros disfrazados con capuchas de animales (el cotillón puede ser revisado).
Por momentos, todo fluye armoniosamente y las imágenes serán soporte de platos exquisitos (como cuando se proyecta el hielo de una montaña, se rompe con un golpe en la mesa y -literal- se quiebra mientras se disfruta de una ostra patagónica que llega fresquísima con trucha, helado y una tuile).
Habrá convocatorias a brindar con todos los comensales y en otros momentos (por ejemplo durante la visita al Infierno) el espacio se volverá un poco agobiante.
Sorpresas. No faltan otros implementos, como un imán que acompaña cada plato y que sirve de sostén a distintas cosas (en algunos momentos flota sobre la mesa y en otros produce un golpe poco amigable para una cena).
The Menu. El menú de pasos se llama “Above and Below 1.0” y consta de 9 pasos salados y 2 dulces (cada uno de ellos maridados con un cocktail o una copa de vino). También se puede pedir un maridaje sin alcohol y un menú vegetariano (hay que avisar en la reserva).
En la opción “regular”, cada paso está signado por una proteína diferente. Es difícil replicar cada paso, se aprecia el enorme trabajo del chef Leandro Di Mare (que arranca con su equipo a las 9 de la mañana para poder llegar con la preproducción en tiempo y forma). Fine dining, cada plato es complejo no solo por la cantidad de capas de sabor, sino también por las presentaciones, que recrean situaciones, evocan cuentos o proponen un mundo nuevo.
Creatividad. Hay bocados de madera comestible, otros vienen dentro de un tronco de árbol, otros dentro de dos libros con leyendas y, por último, dentro de un sapo de cerámica. Cubiertos de diseño, bocados que se comen con la mano, otros que tienen “humo” o espumas, al mejor estilo de los menús de pasos de los años de gloria de la cocina tecnoemocional.
Final. El postre es una performance que involucra a todo el equipo de cocina. Un acto digno de los festines de Heston Blumenthal en su programa Heston’s Feasts en el que recreaba banquetes medievales, la cena del Titanic o Alicia en el país de las maravillas.
Afuera. Esta experiencia no es nueva en el mundo. De hecho existen restaurantes en varias ciudades que llevan al límite los sentidos no solo con imágenes, sonidos y alta cocina, sino que también utilizan inteligencia artificial (como los ahora tan comentados lentes Apple Vision Pro) para generar todavía más sensaciones.
Por ejemplo, está el restaurante Sublimotion, en Ibiza, que dice ser uno de los más caros del planeta y al que todas las celebrities quieren ir; también hay uno en Tokio, Tree Naked Works, o la cena en el espacio que ofrece desde 2021 una atracción de Disney: Space220, entre otros.
El grupo. Frenessí es un desarrollo del Grupo Seratta, una firma que cuenta con 25 conceptos gastronómicos en distintos lugares del mundo.
Antecedentes. Lo novedoso, en este caso, tal vez no sea la comida (aunque volvemos a decirlo: el menú pensado por Leandro Di Mare tiene excelentes momentos). Hace años que existe el fine dining. Se dice que está en caída (aunque la mayoría de los chefs defiende esta experiencia para un nicho de la sociedad). Ahora, un menú de pasos asociado a la tecnología ¿potencia las posibilidades de sentir?
Espectáculo, show, gastronomía del futuro, obra gastronómica. Hay público para todo. A algunos nos alcanza con levantar la tapa del guiso para dejar volar la fantasía.
GPS. @frenessi.argentina. Juana Manso 1860, Puerto Madero. De martes a domingos, almuerzo 13.30 hs y cena 20.30 hs. 11 pasos de comida + maridaje $180.000 por persona.