La vida keto suma disfrute: abrió Alma Keto, el primer restaurante 100% cetogénico de Buenos Aires. Ahora, salir a comer dejó de ser un problema para aquellos que siguen las premisas de la dieta de moda y ya pueden probar el menú totalmente diseñado para lograr los objetivos keto: comer alimentos bajos en carbohidratos, altos en grasas buenas y proteínas moderadas. Y ricos, claro.
Recordemos: keto (en esta nota te contamos todo) es un plan de alimentación que obliga al cuerpo a quemar grasas en lugar de carbohidratos para obtener energía, lo que conduce a la pérdida de peso, entre otras cosas.
Es una dieta famosa entre deportistas, los que sufren intolerancias al gluten y los que practican el ayuno intermitente, entre otras personas, por eso la góndola de estos productos solo crece.
La cosa es que salir a comer afuera no resultaba tan fácil hasta que abrió Alma Keto. Siempre está la opción de pedir carne, pollo, pescado, omelette… pero las guarniciones en general no son keto (empezando por las clásicas papas fritas).
Alejandra Giménez Cardozo -la creadora- y Mary Prat -la chef- abrieron Alma Keto por varios motivos. El primero: ellas mismas siguen la dieta hace años y vieron que faltaba un restaurante en Buenos Aires que pudiera dar respuesta a esta necesidad. Originalmente querían poner un cafecito, la cosa fue creciendo y hoy tienen un señor local.
¿Cómo es Alma Keto?
Historia. Por un problema de salud (sufría una intoxicación por metales pesados), Alejandra comenzó a atenderse con la Dra. Florencia Leinado (Médica especialista en Medicina Familiar, Metabólica y Deportiva) y experta en keto.
Ella le indicó un plan de desintoxicación para limpiar el hígado y sanar el intestino, que incluía un cambio radical de alimentación. La dieta Keto condensaba sus necesidades alimentarias.
Mary es chef y pastelera y trabajó en distintos restaurantes prestigiosos, como el Hotel Madero, Casa Cavia, Pani y en la pastelería del Alvear Palace Hotel.
Allí descubrió que tenía una alergia respiratoria al gluten (se asfixiaba durante las largas jornadas de producción rodeada de harina), así que también fue paciente de la misma doctora y terminó armando su propio emprendimiento de viandas keto. El lazo se creó cuando Alejandra comenzó a comprarle comida a Mary para su casa.
Hipócrates lo dijo primero: “Que tu medicina sea tu alimento”, y Mary comparte sus convicciones:
“La salud y la alimentación siempre estuvieron unidas, solo que la industria separa estos conceptos y hoy existen productos que supuestamente alimentan pero enferman, inflaman, son contaminantes. Eso no puede ser considerado alimento”, dice.
Y diferencia: “Acá ofrecemos comida real, todo lo que servimos es lo que comemos nosotras en nuestras casas. Hacemos todo lo que podemos a mano, como la leche de almendras que es 100% de almendras y no tiene nada más que eso”.
El concepto. “De nuestras charlas nació Alma Keto. Queríamos empezar por un cafecito, algo pequeño, para tener un lugar donde ofrecer los productos que a nosotras nos gustaban y no encontrábamos en ningún lado. Hoy tenemos un restaurante”, dice Alejandra.
“Aquí se puede disfrutar de un menú totalmente keto a cualquier hora. Una persona que sigue la dieta keto y está haciendo ayuno intermitente, puede sentarse en cualquier mesa a las 9 de la mañana o a las 4 de la tarde y pedir el famoso caldo de huesos o una milanesa rebozada con harina de almendras, por ejemplo. No hay horario de desayuno, almuerzo, merienda y cena”, aclara.
Algunos bocados son low carb y tienen un toque dulce, como un dulce de leche vegano con stevia. “Esto está pensado para quienes recién arrancan y todavía necesitan algo dulce. Los keto estrictos no lo eligen, pero tenemos opciones, especialmente de pastelería”, dice Mary.
La chef. Mary estudió en el EAG y cuando descubrió su intolerancia, decidió investigar y profundizar en la pastelería y en la cocina sin gluten. El camino la fue llevando y hoy también es experta en gastronomía keto.
“Soy autodidacta porque no hay un lugar para estudiar sobre esta alimentación. Hice pruebas, investigué mucho, estuve en contacto con una productora de harinas alternativas que me ayudó a entender cómo podía trabajarlas”, dice Mary.
El menú. La carta está dividida en Des-Ayunos, Entrantes, Guarniciones, Principales y Cakes; además de cafés, tés y bebidas.
Quien lea sin tener ningún conocimiento keto, podría no adivinar que este es un lugar especial. Aquí hay huevos revueltos, yogur griego con granola casera y frutos rojos; hay tostado de jamón y queso; hay sándwich de miga y medialunas.
Hay hummus de almendras con crackers de la casa, baba ganoush, bife de chorizo, milanesa de ternera, pata y muslo al limón y finas hierbas, wok de pollo con fideos de zucchini y vegetales, pesca del día. Y pasta de zucchini con hongos portobello y tomates cherry (podría ser un plato vegano dependiendo la salsa que se elija).
Cuando todo llega a la mesa, algunas cosas cambian de textura (como la medialuna, el pan de miga o el rebozado de la milanesa) y se perciben diferencias de sabor. Eso si se compara con las recetas “corrientes”.
Probamos el caldo de huesos, delicioso. Sabe, por supuesto, a fondo de cocción clásico, es oscuro, y está muy bien equilibrado el punto de sal. Se acompaña con crackers aptas y hummus de almendras.
También pedimos la milanesa de carne rebozada en harina de almendras que salió con puré de coliflor. Está muy bien, se sirven dos milanesas generosas y cortadas anchas. El sabor es distinto al de una mila común, pero es interesante.
Tal como se consigna en la carta, trabajan con pollos orgánicos de Cocorokeen, carnes de pastura y vegetales agroecológicos. Otros proveedores: carnes, fiambres y embutidos de Corte Carnicería, vegetales orgánicos de Tallo Verde y Brote Orgánico; Egg Hons, aceite de coco de God Bless You, aceite de oliva de Laur.
La pastelería. Es en esta zona donde se siente la mayor diferencia, lo que es lógico, porque como se dijo, no hay harina ni azúcar, por lo que las tortas bien logradas aportan nuevas posibilidades para paladares glotones y keto.
Hay cheesecake con frutos rojos y uno de dulce de leche low carb para los iniciados. Los amantes del chocolate tienen dos opciones, una keto principiante, como la torta Altamira (bizcocho de harina de coco sabor cacao, relleno y cobertura chocolate 80%, dulce de leche con stevia y frutos rojos low carb); o la keto estricto como la Torta Alma (bizcocho de harina de coco sabor cacao, relleno y cobertura de chocolate 80% y crema batida con frutos rojos), entre otras. Todas las preparaciones se elaboran con aceite de coco.
El pan no falta: “Lo hacemos con almendras fermentadas, como si fuera una masa madre, y eso hace que el pan crezca”, cuenta Mary.
Cafetería. Tienen una amplia carta de variedades de café de Fuego Tostadores. Los cafés con leche salen a 70º C para asegurar el máximo dulzor de la bebida. Las leches vegetales se preparan cada mañana (de almendra y de coco). Hay té con refill con varios blends y bebidas.
Atención, además del cuenco de caldo de huesos como bebida, se puede pedir limonadas varias, copas de vino y agua de mar (según Alejandra y Mary el agua de mar o Ormus tiene varios beneficios espirituales y para la salud. Tema para otra nota).
El lugar. Con ambientación del diseñador Santiago Jovenich, Alma Keto invita a conectar con la vida primigenia. Las paredes pintadas de color ladrillo oscuro se concentran en dos conos en el centro del salón. Debajo, la isla de fuegos en la que siempre hay una olla que cocina despacito el famoso caldo de huesos, un emblema de la dieta proteica.
“Quisimos simular una cueva, nos inspiramos en las de Altamira. Pusimos el fuego en el centro, como un símbolo de reunión, de la comunión alrededor de la comida. El keto toma mucho caldo de huesos para cortar el ayuno, por eso cualquier persona puede venir a tomarlo en cualquier momento y se sirve de cortesía junto con unas crackers de semillas y un hummus de almendras”, dice Alejandra.
¿No hacés dieta keto? ¡Igual sos bienvenido!
GPS. Alma Keto, Nicaragua 5949, CABA, de martes a domingo, de 8.30 a 19.00. Jueves a sábado abierto también por la noche. Todo lo que producen está a la venta en su tienda.
