
El avocado toast, ese que lleva palta, huevo y tomate cherry, ya se convirtió en un clásico de cualquier café de especialidad. Pero los amantes de los panes decidieron jugar con nuevos sabores así que se abrió un mundo nuevo y no sólo para la hora del desayuno.
Sobre una buena rebanada de pan de masa madre, negro, con semillas o lacteado clásico, podés encontrarte con chutney de tomate, queso de cabra, crema de maní, ricota, hummus y muchas opciones más.
Te proponemos un recorrido por 5 lugares de Villa Crespo y Palermo que sorprenden por sus tostones. ¿Las mejores meriendas en Buenos Aires?

Mejores meriendas en Buenos Aires
Cobre Café: lo tradicional y lo novedoso
Patricio Albornoz fundó Cobre Café en 2021. Su amor por la gastronomía y la incesante búsqueda de cosas nuevas lo llevaron emprender una deliciosa aventura en el barrio de Villa Crespo, junto a su mejor amigo.
“Primero ofrecíamos sólo pastelería y a partir del tercer mes incorporamos tostones, sándwiches tostados, granola bowls y más”, explica Patricio.
Dice que la carta fue pensada como “un lienzo de libertad total”, lo que se refleja sin dudas en sus tostones, que mezclan ingredientes de todo tipo y color.
Uno de sus platos más exitosos es el tostón de higos y queso sardo, con pasta de aceitunas y tomates secos en aceite de oliva, sobre pan de masa madre. Les gusta jugar con lo agridulce, mezclar frutas con ingredientes salados, hacer un mix de lo “tradicional con una vuelta novedosa”, describe.
En esta temporada de sol y cemento caliente, el higo, los duraznos y damascos son protagonistas. En cambio, cuando bajen las temperaturas, la granada estará a la orden del día.
Otro tostón que mezcla lo novedoso con lo tradicional en Cobre Café es su versión del avocado toast. En este caso, a la palta se suma hummus de remolacha, pepinos y brotes de soja.
Un poco más alejado del concepto de tostón, pero en la práctica bastante próximo, es la fainá de verdeo: sobre la clásica masa de garbanzos cae una lluvia de rúcula, cebolla morada encurtida y alioli.
Otra propuesta curiosa es el Okonomiyaki, una tortilla japonesa, aquí servida con kale crocante, dip de alioli de palta y gajos de naranja y pomelo.
Dónde: Acevedo 727, CABA.
Casa Nueza: bueno, bonito y vegano
La propuesta del lugar reúne tres requisitos cada vez más buscados: rico, saludable y plant based. Nació en pandemia, originalmente como ventanita para pasar a buscar un café y algo para rico para acompañar. Gustó tanto que no quedó más opción que ampliar a un local con mesas y sillas. De hecho, actualmente ya cuenta con dos espacios en Villa Crespo.
Al igual que la carta de Casa Nueza, sus fundadoras Catalina y Agustina Azcuy son veganas. “La pensamos para todos los gustos. Opciones más golosas, sin gluten, frescas. La mayoría de nuestros productos son permanentes porque cuando sacamos algo del menú, los clientes que son fans suelen quejarse”, ríe Cata.
La estrella de la casa es el tostón Nueza, sobre pan de masa madre orgánico, con queso de castaña de cajú, palta y duraznos (o pera, según la estación del año), con cilantro, aceite de oliva y pimienta. “Es una fiesta, y por lejos el más pedido”, asegura la emprendedora.
Para los que prefieren lo dulce, está el tostón “estúpido y sensual”, bien Flanders, también con pan de masa madre y pasta de dátiles, mantequilla de maní, banana, canela y coco en escamas.
Dónde: Gorriti 3681 y Lavalleja 1373, CABA.
Doc Café: especialidad en sabores
La propuesta inicial de Doc Café surgió en 2019, en el centro porteño: un café de especialidad en la zona que, por entonces, tenía récord de oficinas por metro cuadrado. Al año siguiente, Santiago Geli y su pareja Belén Becker tuvieron que cerrar el local por obvias razones pandémicas, y aprovecharon la oportunidad para reinventarse.
En 2021 volvieron a abrir, pero esta vez en Villa Crespo: “Al mudarnos, la idea fue hacer algo más abarcativo, que cubra todas las horas que van desde desayuno hasta la nochecita”, dice Santiago.
No solo la propuesta gastronómica es más amplia sino también el local, que invita a quedarse, sentirse como en casa. Trabajan junto a distintos tipos de artistas, como muralistas, músicos, ilustradores y pintores, para crear una experiencia completa.
La idea nació desde el café y el resto del menú está pensado también a partir de eso: “Es un café rico, complejo, tiene cierta sofisticación, y tratamos de que pase lo mismo con la cocina. Toda la carta tiene algún detalle, alguna búsqueda sensorial”, detalla.
La variedad de tostones se multiplica con siete opciones diferentes. El que más se vende, para variar, es el de palta y huevos orgánicos, con rabanitos, tomates confitados y granola. Otra posibilidad, también con palta, es una versión vegana con ricota de tofu.
Otras dos alternativas veggie llevan crema de castañas de cajú. Una de ellas sale con chutney de tomate, ricota de tofu, albahaca, provenzal, brotes de soja y mayonesa de girasol. Si no, con gírgolas, aceitunas negras y eneldo fresco, acompañado por papas y verdes.
También hay opciones para amantes de las carnes, con lomito crocante o pastrón, junto con huevos orgánicos.
“La búsqueda en la carta es de sabores interesantes, comida rica que te llene el corazón, una caricia al alma con una vuelta de rosca original”, asegura Santiago.
Dónde: Aráoz 645, CABA
Oli Café: panadería de todo el mundo
“Oli Café nace desde la necesidad de crear un espacio donde quieras venir todos los días. También del deseo de plasmar todo lo que me gusta comer y cocinar”, dice Olivia Saal, chef y dueña de este local palermitano.
A la hora de pensar el menú, sigue dos principios: adaptarse a las necesidades de los clientes y respetar la trazabilidad de los productos. Por eso, la carta divide las comidas por horario, aunque los sándwiches están de turno todo el día.
Combinan influencias de la cocina israelí, como la babka de chocolate tibia prensada con miel; especialidades francesas, como el croque madame, y hits argentinos, como la medialuna con jamón y queso.
En cuanto a los tostones, usan una gran variedad de panes. Por ejemplo, hay palta sobre pan de centeno con salsa huancaína, chutney de tomates y sriracha casera.
Otro tiene ricota con limón en conserva, arvejas y espárragos, sobre pan de campo. “Me gusta mucho el de ricota porque tostamos el pan en la sartén con manteca y ajo”, subraya.
También hay una opción con gravlax de trucha con pickles de cebolla e hinojo, sobre smørrebrod de centeno. Está entre los “almuerzos de la carta” y también se lo puede pedir en el brunch de los fines de semana acompañado con mimosa, un trago clásico de los brunchs yankees, con champagne y jugo de naranja.
Para el desayuno se puede elegir un tostón de pan de campo, con mantequilla de maní y mermelada de frambuesa.
“Tenemos todo tipo de panes: pan brioche, pan Hokkaido, pan lactal, pan de campo, pan integral con semillas, pan de bagel, pan de papa chato, jalá que sale solo los viernes, pan de centeno y pan blanco artesanal de molde”, pasa lista Olivia.
Dónde: Costa Rica 6020, CABA

L’harmonie: por amor a la comida
“L’harmonie fue una creación de Melanie Jafif, mi esposa. Antes, no había un evento al que Melanie no fuera con una torta o algún postre”, cuenta Martín Ariel sobre el café que gestó y crió con su pareja.
Abrieron L’harmonie 1 en mayo de 2021 y, menos de dos años después, L’harmonie 2. Ambos en Palermo y con una propuesta gastronómica atravesada por los viajes y el fanatismo que la pareja siente por la comida, incluyendo la dieta kosher, que es la que se ajusta a las normas judías.
Martín asegura que “la estrella de L’harmonie es la panadería. Todos los panes que usamos para los tostones los hacemos nosotros e incluso hacemos panes para la venta”.
Actualmente podés encontrar tres opciones para deleitarte con sus panes:
La vegan toast, con pan de masa madre, base de semillas de girasol y cajú, palta y cherrys. Martín dice que “es por lejos la favorita” de sus clientes.
La ricota & dukkah toast, también con pan de masa madre, base de ricota, una mezcla de frutos secos llamada dukkah, miel y zaatar, hierbas aromáticas.
La Shakshuka toast, inspirada en el plato a base de huevos escalfados en salsa de tomates, pimientos y cebolla.
Dónde: Seguí 3611 y Nicaragua 6068, CABA