En plena pandemia, durante el 2020, el vermut se convirtió en España en el chico raro de la clase: fue la única bebida cuyo consumo no decayó frente al cierre de los bares. Ese año, la categoría en el país ibérico facturó 149 millones de euros. Y no era ninguna moda pasajera en aquellas tierras sino el logro más reciente de un crecimiento del ¡300%! en el segmento desde el 2017 al 2020. 

Esta explosión trajo de la mano el nacimiento de eventos acordes como Vadevermut, la Feria Internacional del Vermut y el Aperitivo de Barcelona, que el 17 y 18 de septiembre pasados tuvo su séptima edición. Allí, el mercado argentino se anotó un golazo y dio respuesta a quienes se preguntaban qué vermuts argentinos probar en España con la invitación a participar que recibieron las marcas La Mala María, Alfonsina y Único. 

Es que Argentina y España viven un auténtico “yo hago ravioles, ella hace ravioles” en lo que al renacimiento del vermut se refiere, con booms similares impulsados por razones no muy distintas. La bebida ya no es cosa de abuelos y abuelas: el público joven busca cada vez más opciones económicas de baja graduación alcohólica.

Qué vermuts argentinos probar en EspañaDe vino somos: Qué vermuts argentinos probar en España

“Nuestros consumidores se ubican entre los 25 y los 35 años”, concuerda Lara Persano, creadora del vermut Alfonsina junto a sus hermanos Bruno y Franco. “Es un lugar que ocupaba la cerveza, que luego poco a poco empezó a copar el vino y donde ahora el vermut se fue haciendo su espacio. Nos interesaba acercar la marca a ese segmento y por eso desde lo estético quisimos hacer algo más moderno con la paleta de colores, la botella y la tipografía”, precisa.

Alfonsina es ideal para quienes se encuentren en el Viejo Continente y se pregunten qué vermuts argentinos probar en España, ya que representa uno de los principales rasgos del vermut local: su íntima relación con el vino nacional y sus cepas. Lara se inspiró en las parras que su abuelo trajo desde Piamonte para crear un catálogo de tres variedades. Así, elabora el vermut seco y herbal Speziato con base de Cabernet Franc; utiliza Malbec para el Floreale, más dulce y frutado, y la misma cepa para el Rosé, de perfil cítrico.

Lo mismo pasa con otra de las marcas invitadas a la feria barcelonesa, La Mala María, creada por la enóloga Celeste Álvaro y apoyada en cepas no tradicionales. Su vermut blanco de estilo francés Le Refuge se basa en vino naranjo de uva Pedro Ximénez, y el vermut rojo Il Cacciatore, de escuela italiana, tiene como punto de partida tinto de Ancellotta.

“Desde hace cinco años tenemos un despertar de calidad y de valorización, no solo del vermut en sí sino de todo lo que acompaña al momento de beberlo”, reflexiona Celeste. “Ha nacido la posibilidad de crear la bebida desde un enfoque de autenticidad, y se han diseñado sitios muy bonitos exclusivamente para beberlo que ofrecen un abanico súper amplio de marcas. Además, la coctelería lo adoptó para rediseñar tragos con perfiles que van dando a conocer a diferentes hacedores de vermut. Hoy no es lo mismo tomarte un Negroni preparado con vermut industrial que otro preparado con vermut de autor. Cambia mucho su personalidad”, diferencia.

Qué vermuts argentinos probar en EspañaEl ABC del vermut argentino

Alfonsina y La Mala María conforman la oleada más reciente de la nueva vida que el vermut argentino comenzó a transitar desde principios de siglo. Como en tantas otras ocasiones históricas nacionales (demasiadas para nuestro gusto, digamos todo), la crisis económica encendió la lamparita y varios vermuts locales nacieron post-2001 para resolver la falta de bebidas importadas. 

Ya desde aquel entonces, enólogos y bodegas levantaron la mano para decir “presente”. Pasó con La Fuerza, marca de vermut fundada por Julián Díaz, Martín Auzmendi y Agustín Camps en sociedad con Sebastián Zuccardi, y con Giovannoni, que agregó la asesoría de Matías Michelini a la idea del bartender y empresario Tato Giovannoni. 

Y sigue pasando: Sabine y François Lurton, el matrimonio francés detrás de la bodega Piedra Negra, crearon el vermut Léonce utilizando Malbec de Los Chacayes, fortificado con destilado de Pinot Gris y saborizado con botánicos cosechados en los jardines de la bodega. 

Durigutti Family Winemakers se sumó al juego hace poquito con dos vermuts de uvas de Las Compuertas: uno blanco de Pedro Ximénez, y un rosado de Cordisco. Y Matías Riccitelli hizo lo propio con su Vermut de Monte, focalizado en la zona mendocina de La Carrera y sus botánicos de altura, cosechados a 2000 metros sobre el nivel del mar.

Esto, desde el minuto cero, creó una fuerte identidad para el vermut argentino, en la que la impronta del sabor vínico se para bien al frente. En los vermuts europeos de vieja escuela, en cambio, la base suele ser más neutra para que los ingredientes botánicos tengan el foco principal.

Qué vermuts argentinos probar en EspañaEl mundo vermutero, hay que avisar, no se termina en Mendoza. Si te seguís preguntando qué vermuts argentinos probar en España no podés perderte la propuesta de Único, por ejemplo, que llevó a la Feria Internacional del Vermut y el Aperitivo de Barcelona su perfil 100% patagónico, con botánicos como la jarilla, el lúpulo y el cardo. Otro vermut nacido en Córdoba, El Guarango, busca salirse de la norma con dos elecciones audaces: una dosis potenciadora de gin y un toque de café. 

Es aquí cuando puede notarse otra gran tendencia del estilo nacional: las recetas botánicas están atadas a la diversidad norte-sur del país, desde las cumbres del Valle de Uco hasta la estepa patagónica. De más está decir que la exploración recién empieza. No queda más que emocionarse al pensar las infinitas combinaciones de hojas, frutas y flores aún por crear en las mentes de los alquimistas del vermut argentino.

Nació en Córdoba y vive en Buenos Aires desde el 2015. Comenzó su carrera en FM Rock&Pop Córdoba, y luego se sumó a los equipos de los diarios La Voz del Interior y Día a Día. Actualmente escribe el newsletter de bebidas Venga el Líquido y estudia para convertirse en sommelier.