La bodega lanzó los Casa Boher tintos 2019, junto con Casa Boher Gran Corte 2017, segunda edición del vino top que homenajea a los cuatro varietales de la familia.

Tintos Casa Boher 2019

Dentro de esta edición de nuevas etiquetas de Tintos Casa Boher 2019, el Malbec es de un color rojo violáceo con reflejos oscuros y aromas de frutas rojas, como ciruela, con toques florales y algo minerales. En boca posee una entrada amable en la que se intensifican las notas percibidas en nariz. 

Por su parte, en el Cabernet Sauvignon resalta el violáceo con tintes rojo granate intenso. El aroma es delicado con leve presencia de pimienta, y en boca se percibe su gran cuerpo con taninos dulces bien marcados. 

El Cabernet Franc, en tanto, es rojo granate, de una intensidad media a media alta, aromas frutados y vegetales con notas a frambuesas y eucaliptus. En boca: amable y pleno, con taninos en equilibrio.

Y finalmente el Merlot es rojo rubí muy intenso con tintes violáceos. Se perciben frutas secas, guindado y suave pimiento dulce. En boca hay ciruelas y pasas de uva. 

Tintos Casa Boher 2019

Por su parte, la segunda añada del Gran Corte, blend top de la línea se compone de los cuatro varietales en iguales porcentajes, con 20 meses de paso por barricas francesas y americanas de primer uso. 

Es un vino de colores intensos y oscuros, que en nariz presenta notas a pasas y ciruelas, con toques de frutas rojas. En boca aparecen mermelada de ciruelas y dulce de guindas, sabores complejos y un final duradero.

Todos los Tintos Casa Boher 2019 se encuentran en las principales vinotecas del país, a un precio uniforme de $1100. Por su parte, el Casa Boher Gran Corte 2017 se comercializa en torno a los $4200.

Este nuevo producto continúa con la línea trazada por Alejandro Martínez Rosell y Nicolás Calderón, enólogos de la bodega, quienes trabajan motivados por la innovación y el perfeccionamiento para incrementar día a día la calidad. 

Tintos Casa Boher 2019

Tradición y futuro

Bodega joven pero con historia, Rosell Boher transita las dos décadas desde la primera añada de espumantes, y los 120 años de tradición. Todo comenzó en 1999, cuando se recuperaron las instalaciones de la bodega fundada a fines del siglo XIX por Bernardo Martínez, abuelo del enólogo actual. 

Desde entonces, la bodega continúa con la tradición francesa de Champagne, elaborando sus productos a través del Método Champenoise, con el tiempo y la paciencia necesarios para obtener resultados de calidad. 

Además, produce vinos tranquilos que han logrado posicionarse entre los más respetados del mercado.

Su primera finca, Los Árboles, fue pionera en Valle de Uco, desde 1993. Ubicada a 1250 metros sobre el nivel del mar, la amplitud térmica y las características únicas de estas 90 hectáreas brindan uvas con aromas frutados, frescura y acidez.

Para los espumantes utilizan uvas Chardonnay y Pinot Noir con más de 25 años de implantación, de maduración lenta y con producción limitada mediante la poda y el riego. De esta misma finca también proviene parte de su Malbec.

La finca más nueva, de 25,5 hectáreas, se encuentra en la zona de Alto Agrelo, coronando el Rosell Boher Lodge, a 1100 metros sobre el nivel del mar y frente al Cordón del Plata. De allí extraen Malbec y Cabernet Franc.