La historia de la cocina dice que una receta de pollo al horno bien hecho, doradito, con la piel crocante y con las pechugas jugosas, es lo mismo que un abrazo de madre. La realidad es bien otra: normalmente nos queda aguachento, pálido, soso y sin sabor. Y encima, las papas se pegan a la fuente y quedan puré.
Entonces, es hora de recuperar la mística perdida y devolverle a la receta de pollo al horno el respeto que se merece. Para eso, hay que seguir algunas pistas clave que te contamos antes de ir directo a la receta.
Elemental, Watson. Comprá el pollo a tu pollero amigo, y que sea lo mejorcito que encuentres: mejor orgánico, de granja, ok, alimentado a maíz bueno, que no esté congelado, que no chorree agua mal (todo atenta contra la buena cocción) y que no huela a amoníaco (básico).
Una vez que tu pollo está en casa, hay que retirar la bolsita de menudos, lavarlo bien y secarlo. Secarlo con atención plena, tiene que quedar sequísimo (con papel de cocina o un repasador prístino).
Ahora sí, vayamos a la receta de pollo al horno más simple.
Receta de pollo al horno con papas
- 1 pollo de 2,5 kg con piel
- 100 g de manteca pomada
- Ralladura de 1 limón
- 2 dientes de ajo rallados
- 1 chorrito de jugo de limón
- 1 cdita de pimentón dulce
- Sal
- Fuente para horno con rejilla chica y con bordes altos, que entre el pollo “apretadito”.
- Papel aluminio
Procedimiento
Precalentá el horno a 180° o 200°C. En un bol mezclá la manteca pomada con el resto de los ingredientes y armá lo que se llama “manteca perfumada”. Reservala.
Tip. Por supuesto, podés perfumar tu manteca con lo que más te guste, podés elegir tu perfil aromático preferido. Y vale todo: orégano, ají molido, tomillo, más ajo, ralladura de naranja, canela, curry y más.
Colocá el pollo en una tabla y limpialo: recortá los espolones (la parte final de las alitas), la grasa que sobra de la parte trasera, el cogote (si te das maña retirá el huesito de la buena suerte, que forma parte de las clavículas). Que te quede precioso.
Ahora es momento de despegar la piel con mucho cuidado, apenas haciendo correr los dedos y separándola de la carne. En ese espacio vas a untar con la manteca perfumada, ocupándote de que la mezcla de sabor cubra bien las pechugas, las patas, todo.
Con las manos llenas de manteca vas a amasar también la piel del pollo, así te garantizás que quede bien doradito.
Tip bis. ¿No querés usar manteca? Ok, hacelo con aceite de oliva. Pero este paso es fundamental para que la carne se hidrate y que tenga sabor. Todo lo que uses para condimentar será la clave de tu éxito.
Podés agregar dientes de ajo y unas rodajas de limón en el interior del pollo.
Si sabés bridar, atalo bien, para que quede bien cerrado. Si no, atale al menos las patitas, para que no se escape el sabor del centro. Sal por fuera, para terminar de condimentar.
Cocción. Acá hay que tener en cuenta varias cosas:
- Si ponés el pollo despatarrado en una bandeja gigante, todo el jugo que suelte se va a perder en la bandeja y no perfumará durante la cocción. Así que es importante que lo coloques en una fuente que le calce justo.
- Otro punto: mejor sobre una rejilla, así no se hierve con el líquido que suelte. Ese líquido luego lo podés usar para reducir o para salsear directo la carne cuando la sirvas.
- El pollo tiene distintos puntos de cocción: una cosa es la pechuga, otra el muslo. ¿Cómo hacer si lo cocinás entero? No temas. Las patas-muslos llevan más tiempo, porque tienen hueso. Y la pechuga se pasa y se seca. Lo ideal es cubrir las pechugas con papel aluminio en los primeros 50 minutos de cocción y en los últimos 15, descubrirlas para que se terminen de dorar. Otro método: cociná el pollo dándolo vuelta cada 15 minutos en cuartos. Al completar la hora, cubrilo todo con papel aluminio y cocinalo 15 minutos más. No falla.
Papas al horno para acompañar: ¿Cómo hacer para que no se peguen a la bandeja? Fácil, poné la fuente que vas a usar en el horno para que se caliente bien. Ojo cuando la sacás, no te quemes.
Mientras se calienta, cortá las papas y antes de mandarlas al horno, poné aceite de oliva, sal, especias en un bol y embebé las papas con la mezcla unos minutos.
Cuando la fuente esté al palo y si tirás una papa hace ruidito, es el momento. Disponelas bien, se doran de un lado, del otro, y papas listas.
Listo, hacete un pollito al horno con papas y sé feliz.
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Receta de pollo al horno de 10 para ganar en Masterchef
Receta de pollo: Basta de comer pollo soso, sin gracia, que sale del horno como si lo hubieras hervido. Viva el pollo crocante, doradito. Acá va la receta.
Type: Principal
Cuisine: Argentina
Keywords: pollo al horno, receta con pollo, cómo cocinar pollo
Recipe Yield: 4
Calories: 470 KC
Preparation Time: PT30M
Cooking Time: PT1H15M
Total Time: PT2H00M
Recipe Ingredients:
- 1 pollo de 2,5 kg con piel
- 100 g de manteca pomada
- Ralladura de 1 limón
- 2 dientes de ajo rallados
- 1 chorrito de jugo de limón
- 1 cdita de pimentón dulce
- Sal
- Fuente para horno con rejilla chica y con bordes altos, que entre el pollo “apretadito”
- Papel aluminio
Recipe Instructions:
2:
Tip. Por supuesto, podés perfumar tu manteca con lo que más te guste, podés elegir tu perfil aromático preferido. Y vale todo: orégano, ají molido, tomillo, más ajo, ralladura de naranja, canela, curry y más. Colocá el pollo en una tabla y limpialo: recortá los espolones (la parte final de las alitas), la grasa que sobra de la parte trasera, el cogote (si te das maña retirá el huesito de la buena suerte, que forma parte de las clavículas). Que te quede precioso. Ahora es momento de despegar la piel con mucho cuidado, apenas haciendo correr los dedos y separándola de la carne. En ese espacio vas a untar con la manteca perfumada, ocupándote de que la mezcla de sabor cubra bien las pechugas, las patas, todo. Con las manos llenas de manteca vas a amasar también la piel del pollo, así te garantizás que quede bien doradito. Tip bis. ¿No querés usar manteca? Ok, hacelo con aceite de oliva. Pero este paso es fundamental para que la carne se hidrate y que tenga sabor. Todo lo que uses para condimentar será la clave de tu éxito. Podés agregar dientes de ajo y unas rodajas de limón en el interior del pollo. Si sabés bridar, atalo bien, para que quede bien cerrado. Si no, atale al menos las patitas, para que no se escape el sabor del centro. Sal por fuera, para terminar de condimentar.
3:
Cocción. Acá hay que tener en cuenta varias cosas: Si ponés el pollo despatarrado en una bandeja gigante, todo el jugo que suelte se va a perder en la bandeja y no perfumará durante la cocción. Así que es importante que lo coloques en una fuente que le calce justo. Otro punto: mejor sobre una rejilla, así no se hierve con el líquido que suelte. Ese líquido luego lo podés usar para reducir o para salsear directo la carne cuando la sirvas. El pollo tiene distintos puntos de cocción: una cosa es la pechuga, otra el muslo. ¿Cómo hacer si lo cocinás entero? No temas. Las patas-muslos llevan más tiempo, porque tienen hueso. Y la pechuga se pasa y se seca. Lo ideal es cubrir las pechugas con papel aluminio en los primeros 50 minutos de cocción y en los últimos 15, descubrirlas para que se terminen de dorar. Otro método: cociná el pollo dándolo vuelta cada 15 minutos en cuartos. Al completar la hora, cubrilo todo con papel aluminio y cocinalo 15 minutos más. No falla.
4:
Papas al horno para acompañar: ¿Cómo hacer para que no se peguen a la bandeja? Fácil, poné la fuente que vas a usar en el horno para que se caliente bien. Ojo cuando la sacás, no te quemes. Mientras se calienta, cortá las papas y antes de mandarlas al horno, poné aceite de oliva, sal, especias en un bol y embebé las papas con la mezcla unos minutos. Cuando la fuente esté al palo y si tirás una papa hace ruidito, es el momento. Disponelas bien, se doran de un lado, del otro, y papas listas. Listo, hacete un pollito al horno con papas y sé feliz.
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