Trabajar, estudiar, limpiar, dormir, desinfectar, ventilar, cuidarse, cuidar de otros. Las responsabilidades son cada vez más y el tiempo parece más corto. No rinde. La relación con la cocina está distante: ya casi no le prestas atención y las hornallas reclaman que últimamente tienen poco uso.
Se hizo tarde. Abrís en el celular una aplicación, avanzás con el dedo hasta encontrar algo que te guste y apretás el botón de “aceptar”. Mirás el horno de reojo. Te da vergüenza haber pedido otra vez delivery; pero tu heladera lo sabe y va a estar toda la noche haciendo ruidos en señal de descontento.
¿Falta de motivación? ¿Querés recuperar el fuego en tu cocina? No te preocupes, todavía estás a tiempo de volver a encender la llama. El Meal Prep es la solución que estabas esperando para tu vínculo en crisis.
“El Meal Prep es una manera de organizar la comida para agilizar el armado de platos de cada día”, dice la nutricionista Valentina Martínez, también conocida en Instagram como @cocinandoando_. Voilà, esta podría ser la respuesta a todos tus problemas de pareja con la sartén y las ollas.
Así lo entendió Paulina Cocina, quien acaba de publicar un libro específico sobre esta herramienta para aprovechar los esfuerzos cuando decidís ponerte el delantal. Nos lo contó en detalle en esta entrevista: https://vinomanos.com/2021/04/meal-prep-paulina-cocina/
La influencer por excelencia del Meal Prep en Argentina hace dos años empezó con una serie de videos en su canal de YouTube dedicados al tema, donde muestra ideas para hacer las comidas de toda la semana en un par de horas.
Acá sumamos otras voces y armamos una lista de los tips que no pueden faltarte.
¿Qué comemos? Meal Prep
“Lo más importante es tener una idea de qué come uno por semana”, dice la nutricionista Martínez para empezar a ordenar las ideas. Y agrega que lo ideal es “armar un plato que tenga vegetales, alguna proteína animal o vegetal (legumbres, pollo, pescado, cerdo) y algún hidrato de carbono de buena calidad, como arroz integral o masa de tarta”.
Como profesional de la salud, Valentina recomienda el Meal Prep a sus pacientes porque “una de las claves de la alimentación es la organización”. Además de recetarlo en el consultorio, tiene videos en su página de Instagram y a principios de mayo va a lanzar un libro con recetas.
“Hay dos tendencias de Meal Prep: una es ponerte frente a la mesada un día a la semana, hacer varias comidas o preparaciones que te permiten armar un plato y dejar todo adelantado. Por ejemplo, lavar y cortar lechuga, hacer verduras cocidas al horno, tener las legumbres cocinadas”, dice Valentina. “La otra tendencia es hacer una comida elaborada en mayor cantidad a la que vas a consumir, para que quede sobrante para otro día”, agrega.
Por porción
Ya sea que optamos por hacer varias comidas o una sola en gran cantidad, separar el resultado en porciones es muy importante. De esta forma, en caso de que se haya freezado lo que quedó de tarta o guiso, evitamos tener que descongelar todo junto.
Además, es preferible “guardar los ingredientes en diferentes tuppers por cuestiones sensoriales; por ejemplo, la migración de humedad de un alimento a otro puede influir en que algo se arruine más rápido”, dice la Licenciada en Ciencia y Tecnología en Alimentos Juliana Pazos.
Algunos alimentos tienen mayor facilidad para degradarse, como la manzana y la palta, que se oxidan rápidamente.
Lo que sí
“El conocimiento de la naturaleza de los alimentos y su composición te ayuda en el Meal Prep para diseñarlo mejor”, afirma Mariana Koppman, bromatóloga, bioquímica y cocinera. En sus redes sociales sube mucha información donde combina ciencia y gastronomía, y en su libro CazaBacterias te enseña a cocinar sin intoxicar a tu familia (o quien se siente a la mesa).
“Todos los alimentos se pueden freezar. Lo que ocurre es que no todos conservan una buena textura al descongelar”, dice Mariana. En su experiencia personal, la bioquímica congela panes, pre-pizzas, salsas, vegetales cortados, carnes crudas, tortas por porción, masa de tarta, humus y lácteos.
La heladera también se puede usar para Meal Prep, aunque los alimentos duran menos tiempo. “Se pueden conservar fideos y arroz hechos, huevo duro, una milanesa cocinada, legumbres, pero un par de días”, dice Valentina Martínez.
Además de recomendarlo en el consultorio, la nutricionista también aplica estos consejos en su casa: “Lo que hago cuando llega el bolsón de las verduras, es limpiar, desinfectar, tirar lo que no voy a usar. Y en el freezer siempre tengo tartas por porción y vegetales congelados, para que sea más fácil comer saludable”.
Las salsas son un ejemplo clásico de preparación en cantidad para congelar. Por ejemplo, el tuco casero y el pesto son ideales. Paulina Cocina tiene un video con hacks de Meal Prep donde enseña, entre otras cosas, a hacer esa increíble salsa de albahaca y nueces. Alerta spoiler: lo congela en cubeteras.
Instinto de preservación
¿Qué tenemos que tener en cuenta para que los alimentos se conserven en buen estado? “Es esencial mantener siempre la cadena de frío, lavar correctamente las verduras, evitar la contaminación cruzada y asegurar la correcta cocción, si hay carnes involucradas”, comenta Juliana.
Además, la licenciada Pazos explica que “los alimentos deben sacarse antes del freezer y dejarlos descongelar dentro de la heladera”. Y agrega: “Después de cocinarlos, hay que evitar que permanezcan a temperatura ambiente, ya que es cuando las bacterias logran mayor proliferación”.
Lo que no
Algo que no debe ser congelado, de acuerdo con Valentina, es el huevo duro. “Si hacés una tarta para freezar, no le pongas”, comenta. “Ojo con el arroz, las legumbres y los fideos por más de tres días en la heladera porque empieza a desarrollarse una bacteria que es medio peligrosa. Lo mismo sucede con la papa y la batata hervida. Si las pelás y la cortás, las tenés que dejar en frío en un bol con agua, y duran 72 horas”, suma.
Por su parte, Juliana acota: “Hay comidas que no aconsejaría congelar, no porque haya peligro sino porque se va a ver afectado su perfil sensorial. Por ejemplo, productos con altos contenidos de grasas como salamín, algunos quesos, mayonesa o la yema de huevo. O verduras y frutas que se coman crudas”.
“No necesitamos ser súper amigues de la cocina ni tener mucha experiencia. Lo importante es dejar condimentos, como hierbas y especias, siempre a mano, para ponerle onda a lo que hagamos. Y empezar con preparaciones muy simples”, agrega Martínez.
Ahora sí. Ya no hay más excusas. Caminá hacia tu cocina, agarrá la caja de fósforos, recuperá la pasión perdida. Y sacale el jugo.