Si Argentina es un país en el que la altura marca el pulso de sus vinos, su corazón late en los valles del norte y en particular, en Cafayate. Es que en esas quebradas donde el sol incendia los caminos y el aire es tan delgado como agudas las espinas de los cardones, se producen tintos y blancos de carácter único como el lugar que los ve nacer.
Se los conoce como vinos de altura como vinos de altura y Argentina es en sí misma uno de los productores con mayor experiencia en esto de embotellar el sol y el aire fresco de los valles montañosos. Sino, detenete a pensar un segundo: en toda Europa, en Norteamérica y en los clásicos rincones del vino mundial es difícil encontrar viñedos a más de mil metros cuando aquí es donde se empieza a contar.
Bodegas como Etchart llevan la voz contante en este estilo. Con viñedos plantados a partir de 1700 metros desde la década de 1850, cuando comenzaron a elaborar vinos en los alrededores de Cafayate, a la fecha, cuando emplean viñedos centenarios, han acumulado una extensa experiencia en materia de vinos de altura. Y ahora, con el relanzamiento de la línea Vinos Cafayate, llega una nueva oportunidad para descubrir de qué hablamos cuando hablamos de vinos de altura.
Vinos Cafayate: la altura moldea el sabor
Hasta que el país no ingresó en las ligas mundiales en la década de 1990, nadie hablaba de vinos de altura. Sin embargo, desde que Michel Rolland asesoró a Etchart en los primeros vinos de alta gama de la Argentina en 1988, se hizo evidente que la altura era uno de los factores clave para entender los terroirs y los estilos en el país.
En las décadas siguientes se realizaron todo tipo de estudios y ensayos, así como observaciones, que llevaron a entender el efecto de la altura sobre los vinos. En particular en lugares donde se superan los 1500 metros y donde la intensidad del sol (sumada al frescor nocturno provocado por la altura y el aire seco, con el agregado de los suelos pobres del pedemonte), permite elaborar vinos con una dosis elevada de color, perfumes precisos y definidos de frutas y especias y un paladar entre concentrado y jugoso que enamora.
En palabras de Ignacio López, enólogo de Vinos de Cafayate, “la combinación de latitud baja y elevada altitud dan condiciones muy especiales en el desierto de altura en el que estamos: concentración y vivos colores, por un lado, debido al sol, y buena frescura gracias a las noches frescas, que ayudan a conservar la acidez natural, por otro. En suma, vinos vivos y vinos con gusto a uva. Vinos diferentes, que no pasan nunca desapercibidos”, dice.
Tan únicos como el lugar que los ve nacer, estilo del que Vinos Cafayate es ejemplar representante con su línea de varietales, en tanto que son vinos de terroir, ahora con estética moderna.
Vinos Cafayate
Siguiendo las tendencias del mercado y las innovaciones de la categoría, Vinos Cafayate acaba de presentar su nueva imagen, en la que busca destacar las bondades de su terroir a través de un diseño simple y de carácter minimalista, con una ilustración renovada y moderna, que permite el fácil reconocimiento de su origen. En el centro, un cardón solitario, con las montañas de fondo y un cóndor sobrevolando el valle. Mientras que la línea varietales tiene fondo blanco, la línea reserva ofrece un sobrio negro.
Es una imagen del terroir cafayateño que se comprueba luego en el sabor. Viñedos de altura al cabo, cada una de las variedades revela el terroir de altura con clara expresión. ¿Cómo reconocerla?
En el Cafayate Malbec, principalmente por la intensidad de la fruta. En Cafayate Cabernet Sauvignon, el trazo de pimiento es clave, mientras que en Syrah, la fruta negra y una pizca de pimienta son el dato. Los tres ofrecen un combo de cuerpo y paladar intenso en sabor que son la marca de la altura. En el rosado pasa lo mismo, pero con un trazo de frescura elevada.
Con los blancos la altura da la nota. En particular los secos, como Cafayate Chardonnay y Cafayate Torrontés. En ellos la nitidez de los aromas frutales y florales, respectivamente, son la clave; el paladar de frescura elevada junto con riqueza son el resultado del terroir a 1700 metros y más. Lo mismo sucede con el Torrontés dulce tardío.
Maridajes y situación de consumo
Vinos de altura y de carácter joven, lo mejor para disfrutar estos vinos son las comidas sabrosas y con distinto carácter según el varietal. Claro que no hace falta ser experto: en la contra etiqueta cada vino cuenta los momentos ideales para tomar los diferentes varietales y su maridaje perfecto. Las sugerencias son sencillas y disfrutables, mientras que la situación de consumo la ponés vos.
Latitud y altitud dan condiciones muy especiales. Pero lo que tiene Cafayate es una conjunción para dar uvas de una condición especial. Hablamos de un desierto de altura, con amplitud térmica entre día y noche, que ayuda a la síntesis de aromas y precursores aromáticos que dan características especiales a los vinos. Esas noches frescas ayudan a conservar la acidez natural de las uvas. Vinos expresivos en nariz y color, con bocas realmente fluida y vivos. Vinos con linda textura al conjugar frescura y taninos. Vinos vivos y vinos con gusto a uva. Eso es lo que da Cafayate, con el valor extra de suelos permeables que hacen que la planta esté en condiciones extremas y que, como resultado, los vinos esgriman marcada personalidad.
Cuando todo esto converge de forma exitosa, el resultado es notable en vinos de expresión, textura única y definición.
Más info sobre los Vinos Cafayate: https://vinomanos.com/2018/04/malbec-de-cafayate/