Los grandes vinos recorren un largo camino. Desde la primera vendimia en 1999, la casa fundada por el prestigioso Premier Grand Cru Classe A de Saint Emilion, Cheval Blanc, y la impecable Terraza de los Andes, ubicada en Mendoza, recorrió un arco de casi dos décadas hasta la máxima expresión: Cheval des Andes 2017, reconocido por el crítico James Suckling como un vino perfecto, uno de 100 puntos.
Cheval des Andes 2017 es el resultado de una vendimia atípica en la zona de Las Compuertas, Luján de Cuyo, donde la casa tiene su Grand Cru de Los Andes: un viñedo de más de 80 años cuidado con esmero. El 2017 se caracterizó por una primavera muy fría con temperaturas bajo cero y una ola de calor durante el verán, con la marca más alta de los últimos 100 años. La vendimia concluyó con temperaturas más frescas en marzo y abril, lo que permitió una madurez lenta y suave, para conseguir un equilibrio de matices lleno de energía.

Suave, elegante, delicado
Cada parcela de este Grand Cru pudo ser cosechada con un nivel de madurez óptimo, elaborada por separado y luego criada en barricas bordelesas de 250 y 400 litros, además de foudres, 90% francés y el resto austríaco, esloveno y húngaro. Por lo que es pura suavidad, elegancia y delicadeza, en línea con el estilo bordelés que marcó la cosecha 2016: un assemblage de 62% Malbec y 38% Cabernet Sauvignon.
“Esta nueva añada de Cheval des Andes es muy especial para nosotros, no solo por el reconocimiento de los 100 puntos sino también porque estamos presentando una nueva imagen más asociada a Cheval Blanc, nuestra casa matriz en Francia. Esta nueva imagen tiene una etiqueta con una inspiración más bordelesa sin perder nuestro origen argentino”, dijo Gérald Gabillet, enólogo de Cheval des Andes.

Otra novedad: botellas que reducen el impacto ambiental
En sintonía con su filosofía, Cheval des Andes cultiva uvas sustentables. Y la nueva añada 2017 presenta novedades. La botella tiene un gramaje de 720 (120 menos que las añadas anteriores) para reducir el impacto ambiental; en Francia, y en especial en Château Cheval Blanc, el peso de la botella no es sinónimo de calidad. Además, emplea tapones con garantía unitaria sobre su neutralidad, mejor apertura y guarda mayor, con un potencial de unos 15 años.
Para el crítico norteamericano Suckling, la añada 2017 “es el mejor Cheval des Andes. La integración de la fruta, los taninos y su acidez son fantásticos. Con cuerpo apretado y sólido, con hermosa profundidad e integridad. Extremadamente largo y emocionante. Complejo y convincente”.
Los amantes de los vinos clásicos encontrarán en Cheval des Andes 2017 una joyita imperecedera. Es que al cabo de los años, los terroirs se revelan a quienes los trabajan con esmero. Este es el caso y el año perfecto para descubrirlo. Disponible desde hoy para el mundo, en Argentina cuesta $9000 la botella.