
La imagen estereotipada que por décadas nos vendieron de la cerveza no admitía dudas: un porrón traspirado por fuera, brillante y dorado por dentro, para aliviar el intenso calor veraniego. Pero con el crecimiento de las cervecerías artesanales, esta postal quedó desactualizada. Hoy hablar de cerveza es hablar de un universo amplio y complejo, con estilos ligeros y fáciles de beber, así como otros con cuerpo, densidad y sabores complejos.
En tiempos de COVID-19, las mejores marcas del mercado comenzaron a enlatar su producción, posibilitando además disfrutar esas cervezas en casa, lejos de las veredas apuradas de los bares. A tono con estos nuevos modos de consumir, estas mismas marcas presentan cervezas de invierno, con tostados más intensos y alcoholes más altos. Aquí, cinco lanzamientos deliciosos para acompañar el guiso de lentejas.

1. Yira Yira, de la cervecería Mur
“Cuando pruebes esta birra vas a darte cuenta de que nada es ayer, de que nada es mañana… de que al mundo nada le importa”, explican los chicos de Cervecería Mur con nostálgico tono tanguero, presentando la Yira Yira, una NEIPA (New England India Style Ale) que suma café a su receta, sin dudas una cerveza de invierno.
“Utilizamos avena (que aporta sedosidad y cuerpo), trigo (que suma proteína) y malta de cebada. El café lo sumamos en la etapa de madurado, a base de un cold brew de granos colombianos de tostado bajo y molienda gruesa. Y elegimos lúpulos australianos y neozelandeses, para un perfil cítrico y tropical que combine con la fruta y la acidez del café”, explica Nicolás Martínez, Co Founder de Mur.
Así logran una gran NEIPA (el estilo de moda hoy en Buenos Aires, una variante de la IPA de la costa este norteamericana) de 7° de alcohol, turbia y frutada, donde lo tropical se equilibra con la acidez y la fruta del café, resaltando las notas a chocolate. Se consigue a través del Instagram de Mur www.instagram.com/cervezamur y en bares y tiendas especializadas.

2. Qué dijiste, en Santina Cervecería
Si hay una cerveza de invierno, típica, esa es la stout. Y si el frío es intenso, mejor aún una Imperial Stout, algo así como una stout elevada a la segunda potencia, con más alcohol y sabor. De eso se trata el camino que arrancó Santina Cervecería en este julio 2020, bajo el nombre de Dark Necessities, una serie de cervezas oscuras. La primera y ya disponible es Qué dijiste, una Oatmeal Stout elaborada con maltas tostadas, lactosa y avena, con el agregado de café cold brew y nibs de cacao.
“Esta es la primera de la serie, más liviana en alcohol (5.5%) y sabor. Ya tengo en tanque las dos que siguen: una Imperial Pastry Stout (con dulce de leche y coco), que rondará los 9 a 10° de alcohol. La estoy haciendo junto a mi novia, la pastelera Lu Prado (a cargo de @manjardelihouse).
Y la tercera es una American Imperial Stout, hecha junto a los chicos de Itzel. Esta cerveza unirá la pasión que tienen ellos por las IPAs y la mía por las Imperial”, cuenta Federico Zanetti, maestro cervecero y creador de Santina. Se consigue directo de fábrica en y también en bares y tiendas como Emporio de la cerveza, en Caballito Norte.

3. Coco Truffle Stout de Gante Brewing Co
Nacida en 2013, Gante aprovechó el contexto de la pandemia para lanzar ediciones especiales que sumen diversidad al porfolio. Entre ellas, la Coco Truffle Stout es perfecta para estos días, una cerveza de invierno posta. Basada en el estilo Foreign Stout, utiliza una mezcla de malta chocolate, malta caramelo y cebada tostada, con una vuelta de rosca bien propia: “Le agregamos coco tostado y nibs de cacao que maceramos en whisky y vainilla”, cuenta Andrés López, socio de la casa.
“Por otro lado, tostamos al horno coco en láminas, y todo eso va a la cerveza”, explica. El resultado es una stout ligera en cuerpo, de 5° de alcohol, fácil de beber sin cansar el paladar, pero con aromas complejos e invernales. Lo primero que predomina es el cacao y el café de las maltas, con el coco viniendo sutil por detrás. “Va muy bien para beber como postre, pero también acompañando una comida”, asegura Andrés. Se consigue directo de la fábrica (ubicada en Paternal) a en @gantebrewingco o en tiendas como Bodega de cervezas y Otto Craft Beer.
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4. Todo va a estar bien, colaborativa
Las cervezas colaborativas son un hit del momento, por dos causas. Primero, por la unión fraternal –inédita en otros rubros– que existe dentro del ámbito cervecero. Segundo, por una razón estratégica: en una coyuntura difícil, elaborar de manera colaborativa distribuye costos de producción y multiplica puntos de venta. El mejor ejemplo es Todo va a estar bien, una cerveza que junta a nada menos que siete marcas entre las más reconocidas del mundo craft (Uns, Gante, Strange Brewin, Charlone, Almacen Comunal, Federal, Pardo y Filidoro).
“Hay quien dice que en el fulbito uno juega como vive. Están los que lo dejan todo por una victoria, los que buscan belleza, y los que organizan desde el fondo. Durante más de dos años, partido a partido, vimos que hay una sola forma de ganar: jugando en equipo. Y mirá el equipazo que tenemos”, cuentan los participantes. Todo va a estar bien es una Mini Neipa frutada, turbia, que combina grandes cantidades de lúpulos frescos, levaduras noruegas y granos de avena, malta de trigo y centeno. Más allá de su perfil refrescante, esta cerveza de invierno es para probar ya mismo y sobre todo antes de que se agote. La conseguís en los perfiles de Instagram de las siete marcas participantes.

5. Trilogía nostálgica, colaborativa
Otra cerveza colaborativa, esta vez compartida entre Dos Dingos, Gorilla y Mur. Una trilogía que juega con la nostalgia, apostando a sabores de la niñez. La primera (ya en el mercado) y la tercera (aún por venir) son ideales para días bien fríos. La que ya podés probar es la Cereal Killer, una Milk IPA que recupera el aroma del tazón de Zucaritas con leche que muchos tomaban de chicos. Una IPA con lactosa (un azúcar poco fermentable) y el agregado de copos de maíz y avena azucarados durante su elaboración. La mezcla es explosiva pero funciona a la perfección: sedosa y corpulenta, ahí están las notas de vainilla esperables equilibradas por el doble dry hop de los lúpulos, sumando aromas tropicales y afrutados.
La trilogía continúa con una Bubba Uva Sour, dentro del estilo Catharina Sour, que incorpora ¡2500 chicles Bubaloo de uva! en una cerveza ácida y refrescante. Y la última, un secreto que saldrá a fines de julio, se basará en la tan querida Bananita Dolca. En medio de una pandemia, una excusa para la nostalgia bien entendida como cerveza de invierno. Se consigue en los perfiles de Instagram de las tres cervecerías participantes.