En 2013, Greg Lambrecht, un ingeniero amante del vino con años de trayectoria en el ámbito de la medicina, revolucionó el mundo vínico con su Coravin Wine Access System. Este sistema era el resultado de años de experimentación con diferentes gases y métodos que le permitieran extraer líquidos de un envase cerrado, sin abrirlo y sin alterar las condiciones del remanente.
Dicho de modo resumido, Lambrecht encontró el modo de extraer vino de una botella sin abrirla. ¿Magia? Casi.
¿Cómo funciona Coravin?
Los dispositivos Coravin son verdaderas piezas de diseño. Cuentan con una aguja ahuecada que penetra el corcho y libera una dosis de gas argón –contenido en una capsula descartable– que presuriza el interior de la botella. Este gas genera la presión suficiente para que el vino sea servido por un pequeño grifo y a la vez asegura que la bebida dentro de la botella quede libre de riesgos oxidativos. Bien utilizado, y considerando extracciones de 50ml, una cápsula puede alcanzar para unas 30 dosis.
Al retirar la aguja la elasticidad del corcho se ocupa de cerrar la perforación y así es posible acostar nuevamente la botella en la cava para conservarla sin riesgos de alteraciones por meses.

Expertos en pinchazos
Coravin no solo impuso una nueva modalidad de consumo de vinos, sino que también modificó la jerga de los winelovers y los hizo adoptar el verbo “pinchar”. Es cada vez más común que en los restaurantes o vinotecas ofrezcan pinchar una botella si el cliente quiere probarla antes de comprarla. Así también los sommeliers pueden ofrecer una gran variedad de vinos por copa gracias a las botellas «pinchadas” con Coravin. Incluso en las bodegas se lo ve con frecuencia ya que les permite agasajar a los visitantes con los vinos incunables, escasos y costosos, en sus degustaciones.
En el ámbito doméstico, cualquier amante del vino puede darse el gusto de testear cuando quiera una botella comprada con la idea de guardarla para alguna ocasión especial, un picoteo de placer imposible de pensar sin un Coravin en la mano. Pero también ayuda en la cotidianeidad a los consumidores que pueden tener un par de botellas “pinchadas” en la mesada y elegir a diario qué vino beber sin la preocupación de que el resto se eche a perder si no terminan la botella.
Es tal la revolución y las oportunidades que generó Coravin que muchos expertos aseguran que es el invento más importante en el ámbito vínico de los últimos cien años.

Coravin en Argentina
A comienzos de 2018, Winespotters comenzó a importar Coravin a la Argentina. Desde entonces, todo el porfolio de equipos, accesorios, cápsulas, repuestos y gadgets está disponible en el país. “Decidimos importar Coravin porque teníamos la misma necesidad de todo amante del vino: probar el vino que queramos en cualquier momento”, explica Majo Carvajal, representante de la marca en Argentina. “Desde que comenzamos se generó un entusiasmo muy grande entre consumidores, bodegas, restaurantes y vinotecas. Coravin facilita el consumo de vino a todos y la respuesta local superó nuestras expectativas. Hoy –detalla– ofrecemos toda la gama de productos, incluido Coravin Moden Eleven, el modelo automático y más exclusivo hasta el momento”.