En cualquier capital del mundo existe algún wine bar en que descubrir nuevos vinos por copa. En Buenos Aires, sin embargo, no era así hasta hace muy poco. Y eso que es la segunda ciudad en consumo per cápita del mundo, después de París, y que ofrece wine bars desde 1999 cuando abrió las puertas Gran Bar Danzón, el primero y siempre en pie de una larga saga que abrieron y cerraron sin más ruido que un descorche.

¿Qué pasa? ¿Los argentinos nos sentimos más cómodos al pedir una botella, desconfiamos de los wine dispensers o bien los precios de las copas son bastante altos en relación a la botella? ¿O todo junto?

No está claro. Sin embargo, hay vida más allá de algunos fracasos. Y, la verdad es que algunos wine bars incluso crecieron, como Bar du Marché, otros se reinventaron como Aldo’s Wine Bar, unos pocos abrieron sus puertas como M Street Bar y otros se consolidan, como Shout Brasas & Drinks. Ahora bien, ¿qué tiene un wine bar para serlo y qué los diferencia de los restaurantes?

Vino por copa no es wine bar. A pesar que muchos restaurantes ofrecen un par de vinos por copa esto no los convierte en wine bars. Un wine bar con todas las de la ley debe contar con una selección variada (preferentemente alejada de los vinos del mainstream o los más comerciales) que permita experimentar cepas, productores y orígenes. Digamos que no menos de 15 etiquetas. Además es vital que cuenten con copas adecuadas de acuerdo a los vinos elegidos y alguien que sepa explicar las características de cada una de las etiquetas.

Exigí precios razonables.

Si bien algunos wine bar ofrecen vinos exorbitantemente caros el plan es que no sientas que te están matando sino que te den ganas de probar más de una copa. Además deben tener una propuesta gastronómica que al menos te permita picar algún bocado entre copa y copa sin que la experiencia se convierta en la velada más cara de tu vida.

La medida importa.

Una copa de vino bien servida debería contener no menos de 150 cm3 (los precios que publicamos a continuación corresponden a esta medida aproximadamente). Lo bueno de las propuestas actuales es que los locales dan la posibilidad de media copa para que no te quedes con las ganas de probar un vino extra.

Consultar las propuestas de la casa.

Siempre es bueno preguntar si cuentan con algún flight especial, esto serían unos tres, o más vinos especialmente seleccionados para plantear un recorrido temático: regiones, estilos, variedades, precios, etc. Los wine bars también suelen organizar eventos especiales en los que se aprende mucho.
Así las cosas, ¿dónde conviene ir por una buena copa de vino?

M Street Bar
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Sin demasiados anuncios y con una propuesta amigable al bolsillo inauguró este wine bar millennial. En el pizarrón a diario ofrecen 15 vinos a $50 la copa además de una gastronomía simple entre bruschetas ($70), platos pequeños (desde $70), picadas y tapeos. Se pueden encontrar etiquetas novedosas como El Turco, Tintillo, Vicentín, Montesco y Padrillos.

También ofrecen degustaciones guiadas, organizan eventos con renombrados winemakers y otras actividades que todos aquellos que quieren acercarse al mundo del vino deberían aprovechar. Nicaragua 5935, Palermo (CABA).

M Street Bar - Wine Bar & Premium Market
M Street Bar – Wine Bar & Premium Market

Aldo’s Wine Bar. El nuevo local del sommelier Aldo Graziani –ya ha un Aldo’s Restaurante– hace foco en la oferta de vinos por copa en pleno Microcentro. Una propuesta ideal para el after office, el almuerzo entre semana y para los turistas que deambulan por la zona con ganas de descubrir el vino argentino.

Diariamente proponen entre 15 y 20 diferentes etiquetas por copa o media copa entre las que se lucen Hey Rosé ($97), Rompecabezas Cabernet Franc ($175), Asa Nisi Masa ($125) y Gran Lurton Corte Friulano ($132). La cocina está a cargo del chef Maximiliano Matsumoto (Aldo’s, Casa Cruz), y se especializa en hamburguesas ($140), sandwiches, imperdible el de bondiola desmechada ($130), picadas (desde$90) y picoteo (desde $95). Paraguay 823, Microcentro (CABA)

Aldo´s Wine Bar
Aldo´s Wine Bar

Gran Bar Danzón. Listo para celebrar sus primeros veinte años, el Danzón mantiene su espíritu de night club con buena cocina, coctelería de nivel internacional y una surtida oferta de vinos por copa.

Así como comienzos del 2000 su wine dispenser despachaba dosis de etiquetas revolucionarias de aquel entonces, como Yacochuya, Catena Zapata Estiba Reservada o Felipe Rutini, hoy su sommelier, Ignacio Sac, propone una veintena de referencias más terrenales y a precios accesibles como Durigutti Viognier ($88), Lamadrid Reserva Cabernet Franc ($122) y Kaiken Ultra Malbec ($130) aunque también hay algunos super premium como Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones Syrah ($260) o Adrianna Vineyard Fortuna Terrae Malbec ($753). Libertad 1161, Recoleta (CABA)

Gran Bar Danzon
Gran Bar Danzon

Shout Brasas & Drinks. Sommelier y bartender, el inagotable Sebastián Maggi es el factótum de este wine bar ubicado en el corazón de la city porteña. Equipado con un sofisticado wine dispenser, ofrece a diario 16 etiquetas por copa entre $70 (Críos Rosado) y $135 (Don Nicanor Barrel Selected Malbec) además de dos flight de degustación, uno de $125 con tres vinos que rotan semanalmente y otro que por $135 incluye tres diferentes Malbec elegidos por el mismo Maggi.

La propuesta gastronómica, como el nombre del local lo indica, gira en torno a las brasas: corte de ternera ($240), pesca a la parrilla ($225) o rótolo de espinaca ($195). también valen la pena los “platitos”, tapeos que arrancan en $95, ideales para acompañar copas de vino o cocteles. Maipú 981, Microcentro (CABA)

Barra y wine dispenser de Shout - Brasas & Drinks
Barra y wine dispenser de Shout – Brasas & Drinks

M Salumeria. Este acogedor bar di vini palermitano hace gala de la máxima “casa chica, corazón grande”. En su única mesa los clientes de paso y habitués pueden compartir a diario unas veinte etiquetas del mundo que Mariana Torta, sommelier y propietaria, ofrece en las pizarras que adornan las paredes de ladrillo.

Esto convierte a la Salumeria en uno de los pocos reductos locales donde aprovechar copas de diferentes latitudes, desde un Montepulciano de la Toscana ($90), un Muscadet Sevre et Maine ($100) del Val de Loire pero también novedosas etiquetas locales como Corazón del Sol Malbec ($70) o Vía Revolucionaria Criolla ($80). Para acompañar los vinos, la propuesta culinaria es sencilla pero muy sabrosa, el hit del momento es la tortilla de papas (para compartir, tan alta como un viejo diccionario, $220) aunque siempre hay interesantes platos del giorno para saborear. El Salvador 5777, Palermo (CABA).

M Salumeria - Bar di Vini
M Salumeria – Bar di Vini

Bar du Marche. Recientemente mudado a Nicaragua y Arévalo, a un local digno de cualquier esquina neoyorquina, este wine bar viene saciando la sed de los entusiastas desde 2012. La apuesta actual es más ambiciosa que la original, tanto en metros cuadrados, gastronomía y lista de vinos. Ofrecen hasta 50 etiquetas by the glass divididas por estilo y que se pueden pedirse en diferentes dosis: copa degustación, copa regular o medio decanter.

Un sistema que permite recorrer diferentes bodegas y cepas o compartir. Para aprovechar hoy tienen Albariño de Rias Baixas ($126), Verdes Cobardes ($87), Cara Sur Criolla ($116) o Perro Callejero Blend de Malbec ($99). Siempre vale la pena preguntar por los flight del día maridados con quesos. Nicaragua 6002, Palermo (CABA).

Bar du Marche - Palermo
Bar du Marche – Palermo
Es sommelier y un consumado buscador de tesoros. Capaz de degustar cientos de vinos y de recordar del primero al último con la precisión y la agudeza de un entomólogo, conoce como nadie esos rincones del mercado a los que todos quieren llegar. Por eso elige los vinos del Club Bonvivir. Por eso escribe en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) sobre sus hallazgos o bien en importantes medios nacionales como Clase Ejecutiva, o internacionales como Decanter.