Llega el frío y nada mejor para entrar en calor que unos ricos y humeantes platos de bodegón. Es así, en los bodegones, pero también en sitios gourmet o restaurantes de cocina regional, guisos, caldos y potajes ganan las cartas con excelentes propuestas para las almas caladas hasta los huesos. Basta un sorbo (o un bocado), para volver a la vida. Y para renovarse, una buena copa de vino tinto. A continuación, diez lugares a los que ir para darse un gusto calentito.
La Morada.
Un lugar con recuerdos setentosos y calor de familia, así es La Morada. Y como buen lugar con historia, los platos de bodegón cunden en sus mesas. Nació de la mano de Carlos Bernal, cocinero nacido en Misiones, con amplia experiencia en la elaboración de comida regional. Y sumó al equipo a su esposa, su hija Marcela, su hijo Toto y para la atención del local, a Jaime y a José Luis. Incluso el decorado es de otro tiempo. Eso sí, para vivir el presente, nada como el locro o el guiso de lentejas. La porción individual ronda los $120. Entre los vinos que figuran en su carta, Alma Mora ($148), Dadá ($158), Trapiche Reserva ($210) o Don David ($190) son buenas opciones en precio. Pleno centro porteño, H. Irigoyen 778 / T. 4343 3003.
Cumaná.
El sello de esta casa fue y sigue siendo el mantel de papel y los crayones para dibujar a la espera de la comida, mientras que en materia de platos de bodegón el sello de esta casa fue y sigue siendo la comida regional, que mantiene calidad y tamaño de las porciones aún con el paso de los años. El pastel de papa y lomo o de calabaza y lomo son riquísimos ($135), con miel en el puré que le da un toque especial. También valen la pena el locro y los tamales. En materia de vinos, Familia Gascón ($150) es una buena oportunidad. Rodríguez Peña 1149, Recoleta / T. 4813-9207
El Federal.
Paula Comparatore recorrió el país aprendiendo de los orígenes de cada alimento, sumó técnica y conocimiento y eso supo plasmarlo en los platos de bodegón que hicieron célebre a esta casa. Son de destacar las empanadas tehuelches de la Patagonia con estofado de cordero y hongos ($50 c/u), el cordero patagónico ($310) o el Colono del Nahuel Huapi ($280), trucha arcoíris con puré de hinojo, piñones de araucaria, piñones patagónicos y hongos de pino. El Federal está en San Martín 1015, Retiro, y abren todos los días de 10 a 00 hs.
Raíces.
En el corazón de Saavedra, esta esquina pintoresca ofrece una interesante variedad de platos de bodegón y de invierno. Pastel de papas ($210), pastel de pollo con puerro, mozzarella, calabaza y choclo ($183); cazuela de pollo a la crema de hongos acompañada de quinoa sobre puré de calabaza ó risotto de panceta ahumada y puerro, con mollejas en reducción de balsámico. Trabajan principalmente vinos de Escorihuela Gascón y Álamos. Cobran $110 el descorche, por si querés llevar tu vino. Para acompañar un postre, ofrecen Don David Extra Brut ($260). Queda en Crisólogo Larralde 3995. Cerrado lunes y domingos por la noche.
Pulpería Quilapán.
Guisos y pastel de papa conviven con exquisiteces gourmet. Por ejemplo, el locro ($150) o el potente guiso carrero ($150), o bien el guiso del cazador ($180) con carne de jabali y ciervo, todo de la mano del chef Gregoire Fabre, de origen francés. Para acompañar, a la vieja usanza del consabido pingüino de vino tinto (750ml) $100 o un vino tinto seleccionado por el pulpero a $250. Para el postre una copita de Mistela o Hesperidina. Defensa 1344 y abre de Martes a Domingo de 09 a 01 hs.
Centro montañés.
Para aquellos que asocian frío con un hogar a leña y un guiso hecho en la calidez de una cocina de barrio, el Centro Montañés de Cantabria con sede en Chacarita es el lugar apropiado para hacer ese viaje culinario. Aunque su especialidad son los mariscos, allí ofrecen los Callos de Tama, que es un guiso de mondongo, con chorizo colorado y panceta ($240) o guiso de lentejas con pechito y panceta ($ 220). La cazuela de mariscos es para que coman bien tres personas ($720) y la Tortilla española ($250) rinde también en su contundencia. Para beber, el clásicos del bodegón, Lopez o Chateau Vieux, o bien los más modernos o Postales de Bodega Fin del Mundo ($250). Cobran el descorche 100 pesos. Atienden todos los días mediodía y noche. Jorge Newbery 2818. T. 4553-2482
Perón Perón.
Nada hay para entrar en calor como el clamor de las masas. Algo que en el Perón, como se lo conoce en la jerga, sucede cada noche cuando suena la marcha cada hora. Y si para meterle más fuego al cuerpo pedís una polenta con osobuco (260), que viene abundante y en una paellera humeante, o bien el garrón de cordero braseado por 9hs, sobre puré de papa, hinojos confitados y gremolata de albahaca, menta y naranja (290). Aunque en un plan más económico, infaltable es el «Locro. Bien pulsudo» ($190), con 8 horas de cocción. Y más vale que vayas sacándote la bufanda y el pulóver. ¿Para beber? alguno de los muchos vinos ricos que escoge Gonzalo Alderete Pagés, cocinero y propietario, fino bebedor de tintos. Carranza 2225, Palermo / T. 4777-6194
El ribereño.
Hay que reservar con anticipación, ir hasta San Isidro y tal vez aguardar un rato para ocupar la mesa. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena. La especialidad es el osobuco, que viene acompañado por una guarnición de papa fritas a caballo. La porción rinde para dos personas bien comidas o tal vez tres masomenos. Ofrece además pescados o bondiola con salsa de champigñon. Ahora bien, si querés saber los precios, estás jugado. Como le dijo en cierta ocasión el mozo a un cliente: «hace 32 años que no ponemos un precio en la carta y nadie se queja». Andá dispuesto a un 200 pesos por plato de máxima. Interesante carta de vinos y buen relación precio calidad. Chile 193, San Isidro T. 4747-2269
Albamonte.
Es reconocido por su variedad de comidas, pastas caseras, carnes como escalopes de lomo a la marsala y chivito a la calabresa. Para esta época de frío sus clientes eligen y recomiendan las mollejas al verdeo, riñoncitos de ternera a la veneciana o los sesos de novillo a romana o provenzal (plato calórico si los hay). Vinos de calidad: en su carta ofrecen desde Nicasia Red Blend Cabernet Franc, don Valentín Lacrado, Rutini Cabernet Sauvignon-Malbec o la línea Benjamín de Nieto Senetiner. Av. Corrientes 6735, Chacarita / T. 4554-4486
Pan y Arte.
Para los amantes del teatro, una escapada en invierno por Timbre 4 o alguna de las salas off de Boedo termina, inexorablemente, en este restaurante donde puede incluso sonar en vivo el piano. Pero no es el arte lo que lo hace atractivo. Es un plato típico, más bien, dos platos de bodegón: carne a la masa y pastel al barro. El primero, es un plato mendocino, en el que un cuenco de barro cubierto con masa de pan esconde un estofado más bien seco y sabrosísimo de carne vacuna ($270). El truco está en romper la costra y soplar antes de entrarle. El pastel al barro, en cambio, es un pastel de papa que viene en un cuenco en el que se puede combinar papa y zapallo para la cobertura ($230). Atentos a los vinos, que siempre tienen ofertas de casas poco conocidas o bien algún clásico a precio de saldo. Boedo 880, Boedo / T. 4957-6702
Periodista. Trabajó en La Prensa, Clarín y Veintitrés y, en España, en el ABC de Madrid. Desde 2014, se especializa en contenidos sobre producción agroalimentaria y enológica. Escribió en las revistas Nueva, El Federal, Elixir, El Mundo del Olivo, Viva y el portal Visión Gourmet. Actualmente, escribe para Forbes Argentina. Es una de las creadoras del emprendimiento enogourmet Juan Delicias. Le gusta contar historias.