Merlot

Merlot 2016: el regreso del muerto vivo

Un puñado de nuevas etiquetas prometen resucitar al tinto que supo ser sinónimo de sofisticación para la vitivinicultura local y del mundo. ¿Cuáles probar?

Alejandro Iglesias

ABC del vino, Boher, Notas de vinos, Vinos

Si todavía no tenés treinta años, no lo conociste; si estas por encima de esa barrera, quizás no notaste su desaparición. Sin embargo, el Merlot, ese clásico argentino que el Malbec sepultó a comienzos del dos mil, resiste en algunos rincones de la góndola. Y ahora nuevas etiquetas parecen rescatarlo de la tumba.

El último electro shock al Merlot argentino se lo acaba de dar Jean Claude Berrouet, el célebre enólogo de Pétrus, el más célebre Merlot del planeta. Desde hace unos años monsieur Berrouet asesora a Bodega Tapiz y desde su primera visita, a diferencia de lo que hacen todos los consultores, en lugar de darle duro al Malbec prefirió apostar por la cepa que más conoce. El resultado de su trabajo ya se puede apreciar en su vino Las Notas de Jean Claude 2012, un tinto cuya base es 91% Merlot del Valle de Uco.

Pero el rey de Pomerol no es el único convencido del potencial de Merlot argentino. Hans Vinding Diers, el winemaker danés responsable de las bodegas patagónicas Noemía y Chacra, desde hace unos años embotella dos excepcionales, Mainqué y Amor seco, y confiesa estar sorprendido con la performance del Merlot en Gualtallary, donde asesora a Andeluna. Por su parte, el joven Matías Riccitelli tiene listo el suyo, elaborado con uvas de un viejo viñedo de Río Negro, que promete lanzar en breve.

Apogeo, caída y resurrección del Merlot

Este 2016 promete otra oportunidad a ese noble cepaje que ahora parece volver a la vida, mientras un decena de etiquetas custodian su legado y son verdaderas perlas de la góndola. Si te tienta descubrirlo o amigarte con el Merlot estos son los que no podes dejar de probar.

Miras Jovem Merlot (2014, $135). En su bodega familiar Marcelo Miras nunca le saco el ojo al Merlot y de hecho es uno de sus varietales más interesantes. Esta versión fresca y frutada es ideal para los que disfrutan los vinos ligeros y sabrosos.

Casa Boher Merlot (2013, $174). Con uvas del Valle de Uco, Rosell Boher logra un tinto refinado y sobrio, con buena tipicidad en nariz y buena estructura en boca. Es fresco y tenso con un estilo que busca aggiornar la expresión del varietal en el país.

Fin del Mundo Reserva Merlot (2014, $190). En Neuquén apostó fuerte por Merlot y esta etiqueta demuestra que valió la pena. De marcada identidad frutal, donde las bayas y las confituras de frutos negros son protagonistas, ofrece un paladar sabroso y un regusto prolongado. Para tener a mano y sorprender.

Aniello Soil Corte de Merlot (2014, $210). En  Mainqué, Río Negro, bodega Aniello descubrió que hay diferentes expresiones de Merlot según la ubicación de las plantas. Las cosecha de modo diferenciado para luego hacer un corte final donde cada rincón de la viña aporta su identidad. Jugoso y equilibrado, tipicidad.

Una duda: ¿todos los vinos huelen a frutas?

Andeluna Altitud Merlot (2013, $239). La clave detrás de la expresión de este Merlot es la altura del viñedo, a 1300 metros en Tupungato. El clima frío define un estilo tenso y expresivo mientras que el sol aporta vigor y estructura. Para disfrutar hoy o esperar unos años en botella.

Bianchi Particular (2009, $320). Uno de los más celebrados por los fanáticos del merlot, es elaborado con uvas de un viejo viñedo de San Rafael y logra una expresión elegante gracias a los cuatro años que descansa en la cava de la bodega antes de llegar al mercado. Despliega aromas de frutos negros maduros junto a tonos herbales y dejos de cascaras de naranjas. Armónico y aterciopelado.

Marcus Gran Reserva Merlot (2012, $332). Humberto Canale, la bodega que fundó la viticultura patagónica, hizo culto del Merlot y esta etiqueta es su máxima expresión. Complejo, intenso y jugoso, el fondo de paladar es sutil y elegante. Un vino que se disfruta en silencio.

Patritti Sangre Azul ($350). Rubén Patritti, propietario de la bodega homónima de San Patricio del Chañar, Neuquén, notó que algunas plantas de Merlot daban un vino mas carnoso y expresivo. Entonces decidió elaborar una partida limitada de 3300 botellas, que cautiva: frutos negros, hierbas secas, tonos balsámicos y algunos dejos minerales. En boca es brioso y tiene gran potencial de guarda.

La vendimia 2016 ofrecerá buen Merlot. Enterate acá.

Rutini Merlot (2013, $430). Mariano Di Paola, enólogo de Rutini, es el mejor custodio que tiene el Merlot en Mendoza. Cuando muchos de sus colegas lo cambiaban por Malbec, él siguió con su merlotmanía. Descorchar una botella añejada de este vino es una experiencia inolvidable. En cuanto a la 2013 cabe destacar que ofrece un estilo fresco, floral y frutado con un fondo algo misterioso que aporta la crianza.

Alejandro Iglesias | @AleIglesiasWine

Autor

  • Alejandro Iglesias

    Es sommelier y un consumado buscador de tesoros. Capaz de degustar cientos de vinos y de recordar del primero al último con la precisión y la agudeza de un entomólogo, conoce como nadie esos rincones del mercado a los que todos quieren llegar. Por eso elige los vinos del Club Bonvivir. Por eso escribe en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) sobre sus hallazgos o bien en importantes medios nacionales como Clase Ejecutiva, o internacionales como Decanter.

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