Choripan

Elecciones: choripán y tinto (más el tupper para el balotage)

En materia de comida, la tradición electoral argentina marca choripán y vino tinto para el domingo. Te pasamos los mejores tips para su cocción y le sumamos, por las dudas, un tupper para freezarlos y entrarle de nuevo en tres semanas.

Gastronomía, Recetas

Gastronomía

Los argentinos estamos felices porque este año rompimos récord de elecciones. En un país que tiene larga historia de urnas proscritas no deja de ser todo un dato. El otro dato, es que este domingo elegimos presidente y, a juzgar por lo que se dice, oye y publica, lo más probable es que en tres semanas volvamos a las urnas para definir un posible balotage.

Argentina es un país de pasiones fuertes. Por eso el domingo ofrecerá un almuerzo curioso: se sentarán a la mesa las familias cuyas opiniones están divididas, se discutirá mucho y habrá chicanas, dimes y diretes sobre qué votó cada cuál y sus lealtades de riñón o billetera. En todo caso, habrá algo que nos une: sobre la mesa campeará choripán y vino tinto.

En una elección dirimida entre distintas versiones del peronismo, no podía ser otro el menú, de larga raíz clientelar en las unras Argentinas. Pero vamos: si las urnas dictaminan balotage, en tres semanas repetiremos el almuerzo en un clima algo más tenso. Por eso, para ahorrarnos la mesa de la discordia, te pasamos dos recetas: una para preparar el auténtico choripán electoral, otra para freezar los chorizos que pasaron y volver a entrarles en tres semanas. Tomá nota.

El cuarto oscuro del choripán

Si de secretos se trata, la parrilla esconde algunos que hay que manejar para sacarle partido al choripán. Según los expertos, para asar bien los chorizos hay que hacerlo a temperatura media y constante. Si el calor es mucho, lo más posible es que los chorizos estallen en pleno clamor de las grasas. Cualquiera pensaría que la mejor solución sería pincharlos, para aflojar tensiones, pero hay que tener en cuenta que perderán sustancia. Sin grasa, no habrá humedad ni gloria, así que lo mejor es gobernar bien la temperatura y evitar estallidos.

Se los debe cocer de cada lado 15 minutos aproximadamente y, para que queden más crocantes, también hay que asarlos en la parte curva –la espalda del chorizo- porque ahí es donde se acumula la grasa. Un truco de buen gobernante en la parrilla es dejar la espalada para el remate final.

Unos minutos antes de sacarlos, es ideal cortar el pan que vamos a usar y tostar el interior. Sólo así se consigue un auténtico choripán electoral. Para regar bien el asunto, comprá alguno de estos bag in box, así lo que no se bebe te queda para la segunda vuelta.

Salsa criolla, sabor popular

Un choripán de ley no es tal sin su salsa criolla. Para lograrla, hay que picar bien fina media cebolla y medio morrón verde, y rallar un tomate perita deshechando la cáscara. Los juntamos, agregamos sal y pimienta, mezclamos y luego cubrimos con 1/3 de esta preparación con aceite neutro.

Chorizo al Balotage

Si los choripanes quedaron atragantados en las apasionadas discusiones y en la parrilla quedaron los vestigios de una voluntad que no fue, lo mejor será freezarlos y esperar a ver si hay balotage. En tal caso, podés invitar a todos de nuevo y sorprenderlos con una reinvención típica de la política argentina: lo que hasta ayer era choripán, hoy puede ser cazuela del mismo chorizo. Si no hubo finalmente balotage (lo sabremos recién en dos semanas), cualquier día te preparás la receta y listo.
Vas a necesitar:

  • Los chorizos restantes
  • Un vaso de vino tinto
  • Medio vaso de agua
  • Una cucharada de aceto balsámico
  • Un hoja de laurel

Después de descongelar los chorizos se cortan en rodajas para sumergirlos en una olla junto con el vino, aceto, agua y la hoja de laurel.  Se Dejan cocinar 5 minutos a fuego fuerte para luego, retirarlos y acompñarlos con un arroz blanco.
Si esta vez sobra algo, despreocupate: para el día siguiente sabremos quién gobernará la Argentina. Y ahí veremos cómo sigue la cosa.

Autor

  • Emiliano Rodríguez Egaña

    Es el mejor cocinero del mundo para los que tenemos el gusto de sentarnos a su mesa. Capaz de cruzar la ciudad por unas ostras o de sudar la gota gorda frente a un caldero durante horas, para el resto de los mortales es un estratega de la comunicación digital, el marketing de contenidos y otros tantos menesteres. Trabaja desde hace más de 18 años en medios digitales. Es el responsable de que no fallen los códigos de Vinómanos (plataforma que fundó en 2013), donde también escribe sobre su pasiones como la cocina, las bebidas, los viajes y la sobremesa.

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