Ahora se habla mucho de las regiones como el planteo ideal para elegir un vino. Pero la verdad, al menos la que tiene en sus manos el consumidor, es medio esquiva: resulta muy difícil saber el gusto de una región cuando recién estás entendiendo el asunto de las variedades. Es como si te acabaras de subir tren equivocado y encima te bajás unas paradas antes.
No hay tanta ciencia en el asunto, sin embargo. Lo único que hay que hacer –y esta es una buena noticia- es ponerte a probar vinos con algún grado de conciencia. Y para eso te proponemos una guía muy simple para llegar a las regiones sin bajarte en la parada del varietal. La clave está en el Malbec. Tomá nota.
Malbec con cuerpo e intensidad de boca
Este tipo de vinos son los que se producen en zonas altas, a contar de los mil metros en promedio. La razón no es sencilla de explicar, tiene que ver con el tipo de tanino y potencial alcohólico al que llegan, que se percibe como un cuerpo musculoso al paladar. En todo caso, sí son fácil de degustar: un Malbec de Los Valles Calchaquíes, en Salta, o Luján de Cuyo y Valle de Uco, en Mendoza, con denominaciones como Agrelo y Las Compuertas en el primer caso, y La Consulta o Vistaflores en el segundo. Pero si son regiones parecidas, ¿qué los distingue?
Valles Calchaquíes, ofrece un tipo de Malbec violeta opaco y aromáticamente especiado, de frescura moderada, como Cafayate Gran Linaje y Domingo Molina.
Luján de Cuyo, uno del tipo violeta y aromáticamente frutal y especiado, de frescura moderada, como Luigi Bosca DOC y Lamadrid Gran Reserva.
Valle de Uco, uno del tipo violeta brillante y aromáticamente frutado, floral y vegetal, como Pertit Fleur y Alto Cedro Reserva.
Malbec con cuerpo medio y buena frescura
Así son los ejemplares de zonas más frías. Si bien no ofrecen gran volumen de boca, tienen una estructura delgada, en la que los taninos son firmes y ofician como un esqueleto algo falto de músculo. En eso, su frescura marcada, hace al truco de la tensión. Así son los Malbec de Río Negro, la zona alta del Valle de Uco, como Altamira y Gualtallary.
Río Negro y Neuquén ofrecen un Malbec violeta brillante con aromas frutales, florales y apenas vegetal. Ejemplos son Humberto Canale Old Vineyard y Saurus Patagonia Select.
Alto Valle de Uco, ofrecen un Malbec violeta intenso, con aromas frutales, florales y vegetales. Ejemplos son Killka y Viento Sur.
Malbec con cuerpo e intensidad medias
En las zonas más bajas y cálidas los vinos resultan con este perfil. Ofrecen taninos moderados, frescura moderada y atractivos aromas frutales. Pero lo más importante es que, siguiendo al idea del cuerpo, se comportan como músculos sin esqueleto, por lo que se expanden en la boca y ensanchan el paso sin una línea conductora. Así resultan, por ejemplo, los del Este de Mendoza o la zona central de San Juan. San Martín y Santa Rosa en la primera, Sarmiento y 9 de julio en la segunda. El asunto está en que el calor del verano hace que las uvas sean flojas en taninos y frescura. Buenos ejemplos son Callia Alta Blend de Terroir y Tracia Honores.
Dos curiosas excepciones
Este cuadro general, como todo cuadro general, ofrece algunas excepciones. Dos nos parecen centrales. Una son los vinos de cuerpo medio, frescura media y alta intensidad de sabor que ofrece, por ejemplo, San Rafael. Allí el Malbec tiene un perfil que calza justo entre lo que se espera de Luján de Cuyo y del alto Valle de Uco. Buen ejemplo es Cavas Don Nicasio y 135 Aniversario.
La otra excepción está en los Malbec de cuerpo medio, frescura elevada e intensidad de sabor. Este tipo de vino se degusta en zonas donde hay mucha piedra en el suelo, pero que están cultivadas en zonas altas. Así son, por ejemplo, Perdriel en Luján de Cuyo y El Peral en Tupungato. Ejemplos concretos son Finca Perdriel y Serbal Malbec.
Y ahora sí, al menos, podés tener un plan para elegir un vino por región. Es el punto de partida, claro, porque todo este sistema comienza a armarse incluso para las bodegas. Y esa es la parte de casi que pusimos en el título. Lo bueno es que (casi) siempre resulta delicioso, aunque al principio se entienda poco del asunto.
Joaquín Hidalgo