
Con la fachada propia de una boutique palermitana, la ochava de Otamendi y Yerbal, llama la atención de los vecinos en el barrio porteño de Caballito. Desde mayo de este año funciona allí Almacén Otamendi, un local que, como su nombre indica, ofrece una buena variedad de productos con una cuota diferencial: una importante selección de marcas gourmet, muy lejos del típico almacén de barrio.
Detrás de este local de tendencia -comienzan a proliferar en Buenos Aires los delis gourmet- están Victoria Beleniski y Gustavo Berman, un matrimonio emparentado al ámbito gastronómico local. Victoria pertenece a las primeras generaciones de la Escuela Argentina de Sommeliers y en su curriculum figuran varias bodegas de primera línea. Desde hace dos años comanda Fulanos Wines, una distribuidora de vinos de autor.
Gustavo, por su parte, estuvo años relacionado a otros negocios y siempre tuvo un pie en el mundo del vino. Juntos ahora llevan adelante este negocio que propone cambiar el concepto del almacén barrial.
“Somos un almacén boutique”, sostiene Gustavo. Para demostrar ese perfil contrataron a su colega devenido en diseñador, Javier Herrera, responsable de las vidrieras de Winery y los eventos de Escorihuela Gascón, entre algunas marcas. El plan fue mantener la estética vintage de esta clásica esquina porteña, sumarle muebles antiguos, cueros, accesorios de diseño y la iluminación propia de alguna tienda glam de la ciudad. Una jugada que se volvió irresistible para los vecinos.
Productos gourmet. La selección de productos es de primera línea y responsabilidad de los propietarios. En quesos la oferta es seria, con marcas como Puerto Caseus, Cabaña Piedras Blancas, de Suipacha, La Suerte, de Lincoln, ambas en la provincia de Buenos Aires, y Santaoalla en Córdoba. Hay de vaca, cabra, oveja y hasta búfala. Embutidos de productores independientes y exquisiteces como las aceitunas de Arte de Finca, los condimentos de Quinto Zalla y Sugar & Spice. Buenos aceites de olivas (preguntar por el Verdicchio de Familia Barbero, Córdoba), especias, conservas y disecados al peso. Todo lo que se necesita para una picada de lujo.
Vinos. “Queremos ofrecer vinos para exploradores y curiosos”, asegura Beleniski. Entre las etiquetas se encuentran las de su distribuidora (El Equilibrista Wines, Calamaco, Chañarmuyo, Gimenez Riili y Bacán) junto a una gran diversidad de vinos de autor y proyectos novedosos que ellos mismos invitan a descubrir. Hay de todo y para todos los presupuestos, por ejemplo, Sensacional Equilibrista ($220), Hey Malbec! ($162), Calamaco Cabernet Franc ($165), Aguijón de Abeja ($95) y otros muy exclusivos como Viña Alicia Cuarzo ($900) o Zorzal Porfiado ($1100).
Catas. Otra cosa que aún despierta curiosidad entre los vecinos es el movimiento que hay en el local todos los jueves cuando arrancan las degustaciones con bodegas invitadas. Vinos y quesos por $100, un precio para aprovechar, solo en casos puntuales, cuando se descorchan vinos de alta gama pueden llegar a los $250. Una vez al mes la propuesta es Quesos y Cervezas con productores independientes a cargo y final a chopera libre. La info de actividades se publica en su Fan Page.
Rincón cervecero. Las marcas de cerveza artesanal están en plena expansión en la ciudad y en Almacén Otamendi tienen su rincón especial. Si bien aseguran que irán incorporando todas aquellas que les gusten ya cuentan con las de Guillón, Triskell, Keusters, La Loggia, Me echó la Burra, El Bolsón, Antares y Berlina. Mientras que la cerveza de la casa, Antílope, está por llegar a la góndola.
Gps. Almacén Otamendi. Otamendi 101, esquina Yerbal (Caballito) – Twitter: @AlmacenOtamendi –