Bodega Colomé

Hay pocos lugares en el mundo que resultan tanto fascinantes como enigmáticos. Entre ellos, Colomé ocupa un lugar destacado. Perdido en las quebradas del Valle Calchaquí, en Salta, este remoto paraje tiene desde 1831 una bodega en la que elabora sus uvas centenarias. Los vinos que produce son tan cautivantes, que bastó una botella de ellos para que en 1999 el empresario suizo Donald Hess y su esposa Úrsula viajaran hasta allí con la determinación de comprarla. Lo consiguieron en 2001.

Estancia Colomé y Bodega Colomé son el resultado. Dos joyas singulares. La primera, un hostería de lujo en la que el viajero puede recuperar el aliento después de una larga jornada en las bravas rutas Calchaquíes, o bien beber una copa al atardecer o maravillarse con los enigmas de la luz en el museo dedicado a la obra de James Turrel. Mientras que Bodega Colomé es una parada obligada en materia de vinos.

Con la enología del borgoñés Thibaut Delmotte, la casa explora las vertientes más extremas del valle: viñedos como Altura Máxima a 3100 metros, La Brava (1750 m) y El Arenal (2700 m) además de los implantados en Colomé (2300 m) entre molles y algarrobo. Con ellas dan vida a un porfolio de vinos de altura tan potentes como preciosos. Destacan por lejos Altura Máxima Malbec, Lote Especial Sauvignon Blanc, Colomé Esteta y esas raras y deliciosas botellas que rinden homenaje a la bodega original bajo el nombre de Colomé 1831, de los cuáles el Cabernet Sauvignon, elaborado con uvas pre-filoxéricas, es una piedra de toque.

Historia antigua de Bodega Colomé

Bodega Colomé fue fundada en 1831 por el gobernador español de Salta, Nicolás Severo de Isasmendi y Echalar. En 1854 su hija Ascensión, que se casó con José Benjamín Dávalos, introdujo en Colomé cepas pre-filoxera de Malbec y Cabernet Sauvignon francés.

Tres viñedos, que datan de esta época, todavía producen uvas que forman parte del vino Colomé Reserva. Colomé perteneció a las familias Isasmendi-Dávalos durante 170 años.