El vino argentino continúa ganando terreno en Europa y encuentra en España una plaza ideal donde desarrollarse. Para muestra, sobra una copa. Matías Montenegro, responsable comercial de la importadora argentina en España Caro Import, admitió que vendió en 2025 un 25% más de vinos argentinos que en 2024, con un dato adicional: 4 de cada 10 fueron blancos.
“Este éxito es el producto de un trabajo sostenido con algunas bodegas desde hace más de 30 años. En la actualidad, el público argentino y latinoamericano en España puede elegir entre variedades, gamas de precios y regiones”, destacó.
En una confirmación de esta tendencia, el vino argentino encontró una vidriera de lujo el 6 de octubre con la inauguración del primer Salón de Vinos de Argentina en Madrid. El encuentro fue organizado por Vinology -el wine bar de la sommelier Pilar Oltra, quien cuenta con dos locales en la ciudad- y Expediciones del Vino.
El Salón se desarrolló en Forbes House y contó con el apoyo de la Embajada Argentina en España, Riedel y CORAVIN. Participaron 35 bodegas expositoras, y hubo masterclasses y mesas redondas con expertos. Convocó a más de 750 asistentes y tendrá segunda edición los días 5 y 6 de octubre de 2026.
Las bodegas argentinas, atentas
Vinómanos habló con Daniel Perchante, fundador de Expediciones de Vinos y uno de los organizadores del Salón. El ejecutivo compartió su visión acerca del fenómeno: “Hay más de 450.000 argentinos viviendo en España y más de 100 restaurantes argentinos que venden vinos nacionales. A estos espacios no solo asisten compatriotas, sino también españoles y extranjeros; es un momento óptimo para el vino argentino en España”, subrayó.
Consultado acerca de la actitud de los consumidores europeos, aseguró que “hay una búsqueda de vinos más frescos, con menor intervención, menor invasión de madera, fáciles de beber”.
“Las bodegas argentinas acompañan exitosamente estos cambios, más si se tiene en cuenta la diversidad de climas, alturas y el amplio know how de los productores”, subrayó.
Por su parte, la sommelier y consultora María Laura Ortiz, experta en vinos argentinos, encabezó la masterclass “Argentina overview”. Sobre los desafíos del vino argentino en Europa, expresó que “se debe construir valor a través de la visibilidad en segmentos premium y la coherencia entre precio y autenticidad. Frente a potencias como Francia, Italia y España, Argentina tiene que fortalecer una narrativa basada en la diversidad de sus terroirs, la altitud y la precisión enológica”.
Ortiz señaló que el nuevo lujo en el vino se define por historia e identidad, y destacó que las ventajas naturales del país —clima, suelos y sostenibilidad— tienen que ser reforzadas con una propuesta comunicacional: “Se debe resaltar el origen como lujo, y hay que desarrollar un relato sensorial y gastronómico”.
Entrevista a Pilar Oltra: “Argentina está de moda”
En pleno Salón, Vinómanos conversó con la sommelier Pilar Oltra, quien se convirtió en referente clave en la presencia del vino argentino en España, primero con su wine bar Vinology, y ahora con la organización del Primer Salón de Vinos de Argentina.
¿Cómo evaluás tu recorrido personal?
Soy mendocina con 30 años viviendo en España, pero siempre tuve ese cariño hacia el vino argentino y la intención de difundir su cultura. Esto nace desde el primer momento en que comienzo a hacer catas en Vinology, y siempre quise que el vino argentino en la carta tuviera un lugar importante. Por otra parte, hace dos años comenzamos a organizar viajes de sommeliers españoles a Argentina con mucho éxito, y los seguiremos haciendo. A partir de allí surgió la idea de hacer un salón, una feria de bodegas argentinas, algo que nunca se había hecho. Empezamos a hablar del tema hace escasos seis meses y no quisimos perder un minuto porque consideramos que era el momento adecuado por el creciente interés que hay. Pensábamos que íbamos a contar con 20 bodegas, vinieron 35 y podrían haber sido más… ¡pero ya no cabían!.
En el mundo se está viendo que la impronta del vino nacional trasciende al Malbec y crece la demanda de otras variedades y regiones ¿Cómo ves ese panorama?
Una masterclass del Salón se llama “La revolución del vino argentino en los últimos 25 años”. Se habló acerca de los principales hitos que permitieron que el vino argentino vaya más allá de nuestra estrella maravillosa, que es el Malbec. Sin embargo, hay cada vez más variedades interesantes que nos ponen en un mapa internacional. Ha habido una revolución de los vinos blancos: cada vez son más espectaculares y tienen su demanda. Por otra parte, también ha habido una revolución de zonas. Ya no se habla de Mendoza como zona genérica sino de subzonas y sitios específicos. También comienzan a aparecer otras zonas de Argentina: la gente tiene curiosidad de probar vinos de la Patagonia, del Noroeste y de otras regiones.
Dentro de la diversificación de los estilos del vino nacional, ¿qué tendencias creés que se están adaptando mejor al mercado internacional?
Se suelen pedir vinos más amables a nivel internacional, quizá no con tanta potencia, que despierten las ganas de tomar una botella entera. El consumidor español cada vez viaja más, es más curioso y abierto a probar cosas de otros sitios. Argentina siempre ha sido un país muy querido por España, se abren restaurantes argentinos por todas partes y esa admiración y cariño han hecho que aquí Argentina “esté de moda”. No queda más que aprovechar el momento y hacer todo lo posible para que nuestro vino esté en todas las cartas de restaurantes y no sólo en aquellas orientadas a la gastronomía argentina.
¿Cuáles son los ítems que demanda el mercado internacional y que Argentina está en condiciones de satisfacer?
Especialmente, autenticidad, más que vinos a medida. De todas formas, hay tendencias hacia los vinos con menor intervención, que sean la expresión de un territorio o el origen. La autenticidad está en foco: no querer hacer lo que hacen otros ni copiarlos. En Argentina somos nosotros mismos, encontramos nuestro estilo, nuestro camino. En un momento se hicieron vinos para modas o puntuaciones; en cambio, ahora estamos haciendo los vinos que realmente nos gustan.
El circuito de sommeliers en Europa parece tener su epicentro en Madrid. ¿Creés que eso dinamiza y facilita el impacto de esta clase de iniciativas?
Efectivamente, Madrid es el centro gastronómico de Europa sin duda en este momento y también trabaja muy bien el mercado del ocio. Europa mira lo que está sucediendo en Madrid, y entonces, es un gran punto de partida: salir de aquí y que el mensaje sea extensivo a toda Europa.
Finalmente, ¿qué otros países europeos pueden recibir mejor el vino argentino? ¿Cómo es la entrada a mercados que son tradicionalmente productores?
Hay que apuntar a aquellos lugares donde se consume vino y donde hay una apertura. Además de España, quizá Francia pueda ser otro mercado interesante, dado que el consumidor local es curioso y abierto.