Encuentro de Productores Vitivinícolas de la Provincia de Buenos Aires

Se celebraron los vinos de Buenos Aires en un encuentro que ya es un clásico

El 7° Encuentro de Productores Vitivinícolas de la Provincia de Buenos Aires se realizó el 18 y 19 de octubre en Malvinas Argentinas. Dos días para celebrar una región en ascenso.

Alvaro Palacios

Eventos

Los vinos bonaerenses vienen en ascenso. Desde 1999 en que se plantaron las primeras viñas experimentales a las casi 500 hectáreas consolidadas hoy en poco más de 60 proyectos, lo que hasta hace no mucho parecía un plan irrealizable comienza a cobrar una vitalidad que entusiasma.

Es entusiasmo es el que mueve la sabia de los productores de vinos bonaerenses quienes, por séptima vez, se reunieron el 18 y 19 de octubre pasado para intercambiar opiniones, conocimientos y pareceres, en lo que ya es un clásico: el Encuentro de Productores Vitivinícolas de la Provincia de Buenos Aires en el municipio de Malvinas Argentinas.

Cómo fue el encuentro de Productores Vitivinícolas de la Provincia de Buenos Aires 

Más de treinta productores dijeron presentes en esta oportunidad, cubriendo la vasta geografía de la provincia. Desde General Villegas al oeste a Villariño en el Sur, desde General Pueyrredón y Balcarce a Campana, la extensa geografía pampeana del vino se dio cita en el encuentro.

Los vinos bonaerenses vienen en ascenso.

El anfitrión e intendente de Malvinas Argentinas, Leo Nardini, se refirió al rol del municipio como «un vehículo para que los bodegueros de la provincia sigan acercando sus productos para generar un circuito turístico, gastronómico de una industria que tiene un potencial enorme, y es gran generadora de empleo genuino”.

La iniciativa también está impulsada por el vicepresidente primero del Senado Bonaerense, Luis Vivona, autor del libro “Vino Buenos Aires” y de la primera ley que apoyo al sector quien en la oportunidad del encuentro, agradeció la gestión municipal de Nardini y de María Luján Salgado, a cargo del Gobierno y Monitoreo institucional, y agregó: “Este encuentro refleja el compromiso por seguir impulsando la producción local de vino bonaerense, consolidando su crecimiento tanto en el plano productivo como cultural».

Eduardo Tuite, Luis Vivona y Marcelo Chocarro.

Vinos de la pampa húmeda

Desde las primeras viñas plantadas en Médanos, Villariño, a pocos kilómetros de Bahía Blanca, en 1999, al panorama actual Buenos Aires no ha dejado de crecer en producción vitivinícola. Si la primera instituida fue Al Este Bodega & Viñedos, la llegada de Trapiche Costa y Pampa en 2009 le dio un espaldarazo a la región: la idea de vincular una producción de vinos con el turismo, despertó el interés real de muchos productores.

Entre las que apostaron por ese modelo se encuentra Bodega Saldungaray, en los faldeos de la Sierra de la Ventana. Manuela Parra, su propietaria, es también la presidenta de la Cámara “Viñas y Bodegas Bonaerenses”. En el marco del 7mo Encuentro, desatacó el rol institucional y el apoyo que reciben los productores. Al respecto, dijo: “la visibilidad de nuestro trabajo no es un tema menor para quienes producimos vino en la provincia de Buenos Aires, así que realmente estamos muy agradecidos con la municipalidad de Malvinas Argentinas, la cual impulsa el evento y el trabajo de Luis Vivona, ya que es clave para la vitivinicultura provincial que haya una normativa y un ordenamiento claro para el desarrollo real”.

Así como hay una normativa vigente que enmarca a la producción de vinos bonaerenses, Luis Vivona afirmó que ”se está trabajando en conjunto con los productores en una segunda etapa de la Ley, para que se tengan en cuenta las cuestiones que tiene que ver con lo impositivo, con la difusión y así hacer crecer esto, no solo en la provincia de Buenos Aires, sino en nuestro país y en el mundo”.

Es que elaborar vinos en las antípodas del grueso de la producción es difícil en muchos aspectos. Para que tengamos una escala clara: si Buenos Aires representa una treintena de productores que elaboran en 500 hectáreas, según reportan los productores, Mendoza da cuenta de unas 700 bodegas y 145 mil hectáreas de viña. De modo que poner en valor el trabajo pionero de algunos productores bonaerenses también formó parte del encuentro.

Más de treinta productores dijeron presentes en esta oportunidad.

En ese marco, Daniel Dinucci recibió un reconocimiento a su rol de pionero. Hoy comanda una bodega con 25 hectáreas en producción y sus vinos circulan en vinotecas además de comercializarse en la bodega.

Mientras tanto, el crecimiento de bodegas en la región no se detiene. A las bodegas ya mencionadas se sumaron varias más en el último tiempo. Entre las más resonantes figura Puerta del Abra, vinculada a la familia Perez Companc, así como Castel Conegliano, en el partido de Pueyrredón. Con viñedos en Navarro (Cercano Sur), Junín ( Las Antípodas) y Campana (Gamboa) entre otros tantos lugares, la provincia de Buenos Aires se consolida como un polo atractivo para el desarrollo del vino y del turismo del vino. En ese sentido, resuenan inversiones en Magdalena, Miramar, donde se instalarían proyectos de inversores de Mendoza.

Dividida en regiones, hoy la oferta turística de la provincia comprende un puñado de productores con las puertas abiertas al visitante. Son:

Región Sudoeste. Con Bahía Blanca como referente, esta zona se caracteriza por los vientos oceánicos y continentales que favorecen el desarrollo de las cepas tintas y en menor medida blancas. Destacan Bodega Saldungaray en Tornquist, Al Este Bodega & Viñedos en Villarino y Myl Colores (La Catalina)  en Coronel Pringles.

Región Centro. Región templada, destacan algunas tintas como Cabernet Franc, Merlot y Pinot Noir, mientras que en la costa del Atlántico destacan las blancas Chardonnay, Sauvignon Blanc y Sémillon. Aquí los vinos adquieren las características de las sierras de Tandilia y los vientos del Atlántico. En Tandil podés recorrer la bodega Cordón Blanco y en General Pueyrredón el establecimiento Trapiche Costa &Pampa en Chapadmalal. La bodega Dos Ramírez se encuentra en Daireaux

Región Norte. En el límite con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se pueden degustar las uvas Tannat, Syrah, Pinot Noir, y algunas blancas como sauvignon blanc, Chardonnay. Gamboa en Campana. Campora Wines en San Nicolás, Finca Don Atilio en Cañuelas y la Cooperativa de la Costa de Berisso (quienes trabajan con uvas no viníferas, como Concord) desarrollan las actividades vitivinícolas de la zona que incluyen paseos turísticos.

Asimismo, nuevos proyectos emergen en Dolores, Castelli y Monte Hermoso, mientras que en Zárate también se está plantando nuevos viñedos. En San Antonio de Areco comienza un proyecto con mucho potencial enoturistico. Alejandro Vigil prueba con vinoteca y unas viñas en Campana.

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