En la elite del vino mundial existe un puñado de bodegas cuyos vinos son verdaderos embajadores del terroir donde nacen. Sin dudas, si nos referimos al Malbec y a Mendoza, Achaval Ferrer es una referencia incuestionable, en especial cuando se trata de sus tres icónicos single vineyards: Finca Bella Vista, Finca Mirador y Finca Altamira.
Desde 1999, año en que se elaboraron por primera vez, estos tres Malbec permiten explorar la complejidad de los más selectos terruños mendocinos y logran posicionar a Argentina a la altura de los grandes productores de fine wines del mundo.
Gracias a la extraordinaria cosecha 2019, cuyos resultados se reflejaron en nuestro Informe Malbec 2022, Achaval Ferrer vuelve a demostrar el gran potencial de sus Fincas de la mano de su winemaker, Gustavo Rearte.
El experto definió: “La cosecha 2019 será recordada como una de las mejores para Mendoza y para Achaval Ferrer. Fue un año típico mendocino, con un clima seco y fresco, con algunas brisas ligeras y buen sol en todas las instancias de maduración”.
En ese sentido, Rearte recordó que se asemejó “a otro gran año, como fue el 2011, de calor y humedad media, con precipitaciones cercanas a los 150-180mm y temperaturas medias de 19,5°C durante los meses de octubre a abril”.

Las altas temperaturas durante el día y las noches frescas permitieron un crecimiento homogéneo en los racimos y una buena concentración. “La cosecha 2019 destaca por su autenticidad, ya que fue un año de grandes expresiones de terroir”, dijo.
La trilogía Achaval Ferrer Fincas 2019, un tesoro de coleccionista
En Achaval Ferrer asumieron el compromiso de resguardar un legado único de la vitivinicultura que hoy les permite elaborar sus más preciadas etiquetas.
Este tesoro está compuesto por sus tres antiguos viñedos donde se conserva el ADN de plantas centenarias, que son testigo de una filosofía de respeto por el terroir y la mínima intervención.

Cada una de las plantas de estas fincas son monumentos históricos de la viticultura que resisten sobre pie franco –muchas de ellas prefiloxera– y brindan rendimientos limitados, pero equilibrado por la sabiduría del tiempo.
En estas condiciones únicas nacen las etiquetas de la trilogía Fincas de Achaval Ferrer que en la vendimia 2019 alcanzaron la máxima expresión de sus terroir:
- Achaval Ferrer Finca Bella Vista 2019. Solo 6710 botellas de este Malbec fueron elaboradas con uvas de un viñedo de 113 años de antigüedad ubicado a 990 msnm, sobre la margen sur del Río Mendoza, en Perdriel, Luján de Cuyo. La añada permitió obtener un vino con mucha tipicidad varietal y sentido de lugar, con paladar sedoso y taninos suaves.
- Achaval Ferrer Finca Mirador 2019. Plantada en 1921 en el centro-este de Mendoza sobre suelos aluviales, esta finca permitió elaborar 4220 botellas de un vino fragante y complejo, con aromas de frutos rojos y cherries y paladar sabroso y aterciopelado.
- Achaval Ferrer Finca Altamira 2019. Con este vino elaborado a partir de un viñedo de 73 años de edad, ubicado a 1050 msnm en la zona sur del Valle de Uco, se obtuvieron sólo 9468 botellas de esta añada. Se luce por su carácter frutal y notas minerales que definen un perfil único, exótico y característico de este Malbec.