vermuts mendocinos

5 vermuts que prueban que Mendoza es mucho más que cuna de vinos

5 vermuts que prueban que Mendoza es mucho más que cuna de vinos. En la Semana del Vermut, te presentamos estos aperitivos que nacen en la tierra del sol y de las grandes uvas: La Fuerza, La Mala María, Alfonsina Vermut, Con esta boca en este mundo y Cárcamo Vermut. Descubrilos mientras preparás la picada.

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Mendoza, el lugar de origen de muchos de los mejores vinos nacionales, es el punto de partida de otra bebida cada vez más elegida por los argentinos, que además está de festejo. Para celebrar la Semana del Vermut, te llevamos hasta esa provincia y te invitamos a conocer a 5 elaboradores.

Vermuts mendocinos para descubrir

Una de las marcas que día a día ocupa más lugar en las barras argentinas es La Fuerza. La empresa tiene como enólogo a Sebastián Zuccardi, quien junto a sus socios Julián Álvarez, Agustín Camps y Martín Auzmendi hicieron de su vermut algo propio para compartir con el mundo.

vermuts mendocinos En cada botella (elaborada y también fraccionada en Mendoza) hay cuatro ingredientes: vino, botánicos y hierbas naturales, aguardiente de vino y mosto natural de uva. El vino y el aguardiente se elaboran en Mendoza a partir de Malbec y Torrontés. Los botánicos son de diferentes lugares del país y las hierbas silvestres, recogidas al pie de los Andes. Un dato interesante: guardá la primera botella que compres para recargarla en cualquiera de los locales de La Fuerza.  

“Somos naturalmente buenos, pero también impulsivamente creativos, rebeldes y personalistas. Es una verdad universal y si eso nos rotula socialmente como Malas, ¡que así sea!”, se definen en la bodega La Mala María. Sus vermuts tienen el ADN mendocino. Trabajan 100% con productores locales que los abastecen de raíces, flores y cáscaras de frutas con las que luego hacen las esencias.

vermuts mendocinos Tienen cuatro líneas distintas en sus dos tipificaciones: dos italianos y dos franceses. Trabajan con tres bases diferentes de vino: Ancelotta, Pedro Giménez vinificado como vino Naranjo y vino blanco vinificado con uvas Criolla. “Sugerimos tomarlo con un poquito de soda o agua tónica y una rodajita de cítrico (dependiendo cuál de los cuatro elijan). Si se quiere usar la imaginación, se puede jugar con coctelería”, invita su creadora, María Celeste Álvaro.

Alfonsina Vermut es un proyecto familiar ideado por tres hermanos: Lara, Franco y Bruno Persano. “Creamos este vermut para recuperar la tradición italiana del aperitivo. Queremos que no sea únicamente una bebida que tomaban nuestros abuelos, sino acercarlo a un público joven, que cada vez se interesa más por el mundo de los aperitivos”, proponen.

En enero del 2021 comenzaron a comercializar este aperitivo que proviene de Altamira, Valle de Uco, y se realiza con hierbas autóctonas y aromáticas, especias, flores y cítricos que son macerados en alcohol de cereal para luego ser integrados. Cuentan con tres variedades de vermuts mendocinos: Alfonsina Floreale, hecho a base de vino Malbec, de carácter frutal y dulce; Alfonsina Speziato, hecho desde vino Cabernet Franc, herbáceo y seco, y Alfonsina Rosé, hecho con vino rosado, cítrico y seco.

vermuts mendocinos Desde Alfonsina recomiendan maridar “idealmente con picada, de todo tipo. Las dos variedades a base de vino tinto, Floreale y Speziato, van perfecto para acompañar fiambres, quesos, tortillas y croquetas. El Rosé, más fresco, va muy bien con pescado, untables como hummus o baba ganoush y en un plan más diurno con frutas”.

Un par de años atrás, Martin Bergia viajó por varias ciudades europeas para conocer el mundo de los destilados, pero se reencontró con un viejo amor: el vermut de los domingos. Meses después creó Con esta boca en este mundo , marca que valoriza la tradición del mejor vermut europeo, pero destacando las notas de los varietales argentinos. Tiene dos versiones, rosso y bianco.

El primero es un vermú endulzado con almíbar de azúcar mascabo que rescata la tradición de los italianos, aunque agrega notas “chocolatosas” y a frutos rojos, ciruelas, vainilla y toques de pimienta. Estos sabores provienen tanto de la selección de botánicos como del vino con el cual está hecho, que es Cabernet Franc.

vermuts mendocinos El segundo abreva de la historia de los vermuts franceses, pero agrega notas cítricas y frutales con aromas florales y frescos que se conjugan con las mejores características del vino blanco Chardonnay. Es endulzado con mosto de uva para hacerlo más untuoso. “Los momentos de consumo se amplían, el vermut irrumpe en las mesas no ya como aperitivo sino como una bebida de consumo general”, señala Bergia. 

Ver las fotos en la cuenta de Instagram de Cárcamo Vermut tienta. Es un vermut muy artesanal, “ideado desde la cocina de una casa”. La marca procura revalorizar el hacer a mano. “No usamos energía eléctrica en el proceso y todo se hace con desnivel; tampoco usamos conservantes, ni ningún producto artificial.

Es un vermut que fue pensando para llevar algo distinto a la mesa y con el que queremos transmitir todo lo que representa Mendoza para nosotros”, dicen sus creadores. Sus dos variedades son blancos. Uno más tipo español, dulce y muy agradable para tomar, que “podría ser el primer paso” si nunca has probado esta bebida. “Recomendamos tomarlo con mucho hielo, unos 3 o 4 chorros de soda y una rodaja de naranja”, detallan. Y el otro es seco, extra dry, con muy poco azúcar, un producto muy balanceado e intenso. 

vermuts mendocinos Cámara, luces y vermú

Según la Real Academia Española se designa al vermut como la “adaptación gráfica de la voz francesa vermout o vermouth —que los franceses tomaron a su vez del alemán Wermut— y que designa un licor aperitivo hecho con ajenjo y otras plantas amargas y tónicas”. 

El catalán Museu del Vermut, que alberga un restaurante y una vermutería, aporta en su presentación que “aunque es una bebida que ha dado la vuelta al mundo, su origen es típicamente europeo. Lo encontramos en dos grandes familias: el negro y el blanco. Uno tiene su origen en Italia y es más dulce, y otro es creado en Francia, más seco y con una graduación alcohólica más alta”. 

“El primer referente histórico del incipiente vermut lo encontramos en 1549, cuando Constantino Cesare De Notevoli, en su obra Ammaestramenti dell’agricoltura, nos habla de una receta de vino con absenta que tenía finalidades terapéuticas y curativas”, relata su historia el Museu. Ya en el siglo XVIII, este elixir cobra fama definitiva. 

vermuts mendocinos Antes de comenzar cada rodaje, el célebre actor Cary Grant, nacido en Gran Bretaña y aclamado en Hollywood, bebía un vermut bien frío con una aceituna, para calmar los nervios. Salvador Dalí se servía vermuts clásicos en compañía de Gala, su musa, y dicen que algunas de sus obras fueron creadas bajo los efectos de esta bebida. 

Billy Murray en la película Hechizo del tiempo (también conocida como El día de la marmota) intenta seducir al personaje de Rita afirmando que él bebía vermut dulce on the rocks. Frank Sinatra, Glenn Ford, Oprah Winfrey, Marilyn Monroe, Bette Davis y Ernest Hemingway son otros personajes famosos que practicaron el arte del vermut.

Pero el agente 007, tal como te contamos acá, es tal vez uno de sus más fervientes fans. “Mezclado, no revuelto”, pide siempre su aperitivo de vermut seco, vodka y hielo. Un trago tranquilo, que para agitada está la vida.

Autor

  • Julieta Aguerregaray

    Es Licenciada en Comunicación Social y periodista. Ha colaborado escribiendo en medios mendocinos y en chilenos, como la Revista Casa Etc del Diario El Mercurio de Valparaíso. Le gusta descubrir lugarcitos para comer o salir a pasear.

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