La ciudad de Buenos Aires está repleta de pasadizos, corredores secretos y recovecos ocultos. Muchas veces, este halo misterioso está vinculado a instituciones religiosas y edificios históricos. Bueno, tenemos un dato para sumarte: en algunos de esos espacios escondidos de atmósferas místicas hay mesas que tenés que visitar.
Acompañanos con fe.
Gastronomía en conventos en Buenos Aires: un recorrido curioso
Una iglesia luterana con club propio
En Azopardo 1428, San Telmo, funciona el Club Sueco, un restaurant con un bellísimo jardín en el contexto de la Iglesia Nórdica de Buenos Aires.
Allí, Martín Varela Moyano y Nancy Sabine Sittmann diseñaron el menú que, en la actualidad, tiene como chef a Roberto Leonardo Duchaussof.
“En el edificio Suecia, que se situaba en Tacuarí 147, funcionaba el Club Sueco con su respectivo restaurant y oficinas de varias empresas de ese origen. El edificio se cerró en 2016 y, tras una serie de reuniones con la comunidad sueca, decidimos traer el restaurant a la sede de la Iglesia protestante luterana, de 1944”, explica Varela.
¿Qué cambios tuvieron que hacer durante estos últimos dieciocho meses?
Previo a la pandemia había gran afluencia de público proveniente de las oficinas cercanas. En 2020 trabajamos sólo con delivery hasta diciembre, cuando comenzamos a recibir gente nuevamente gracias al jardín. Cuando se pudo volver a abrir tras el cierre de mayo, recibimos algo de aforo en el interior. Actualmente trabajamos con 100% de aforo, y estamos muy contentos.
La única propuesta actual del restaurante es el menú degustación. ¿En qué consiste?
Son 15 comidas que servimos en tres pasos. Un plato insignia es el gravlax, un salmón rosado curado al estilo nórdico. Se cura tres días con sal gruesa, pimienta negra, eneldo, enebro y azúcar. Se corta en finas láminas y se sirve con una salsa agridulce de mostaza y eneldo. Otro clásico son las kottbullar, albóndigas de carne de vaca y cerdo muy especiadas. Se sirven con salsa de grosellas silvestres llamadas lingonberries.
También cuentan con panes y quesos característicos…
Tenemos un pan de centeno bastante denso: se hace con cerveza negra, miel, masa madre y un gran porcentaje de harina de centeno. Además, elaboramos un queso que, si bien no es el original, es un semiduro intermedio entre un dambo y un pategrás. Lo acompañamos con frutas secas y chutney de naranja o hinojos.
¿Y las bebidas?
Como no se consigue el akvavit estamos haciendo una versión casera a base de vodka macerado con especias. En el original se suele utilizar papa o cereales como materia prima y el método de alambique.
¿Suelen incluir propuestas culturales?
Sí, organizamos fechas musicales junto con la comunidad sueca. También incluimos alguna degustación de puros, whiskies o vinos. Un mes antes de Navidad se solía hacer el Bazar Navideño, que incluía productos nórdicos típicos, pero recién lo haremos en 2022.
¿Cuándo se puede visitar la Iglesia?
Solo cuando abre el restaurant: funciona de jueves a domingo al mediodía. La última mesa puede llegar hasta las 13:45.
Como en casa: un patio secreto en Recoleta
En Riobamba 1249 funciona Como en casa, un restaurant ubicado en un bello jardín de un edificio histórico de fines de siglo XIX. Eliana Pagani, gerenta del local, repasa la importancia del lugar.
“La casa fue edificada por una familia francesa en 1890. En 1916 la compra el Vaticano para ser la primera embajada de la Santa Sede en el país. Funciona como Nunciatura hasta 1954, y luego pasa a ser un pensionado universitario: allí se inician los cursos de cultura católica. En 1958 se autoriza la creación de las primeras universidades privadas, y entonces estos cursos de cultura católica terminan siendo el germen de la UCA, que se funda en esta casa. Ha sido declarada monumento por su valor histórico y patrimonial”, cuenta.
¿Cómo es trabajar en un jardín secreto?
Tiene una magia única. Para muchos de nuestros clientes es una gran sorpresa encontrar un mini-paraíso en plena Recoleta, donde podés relajarte y pasar un muy lindo momento rodeado de verde, de sol y de comida muy rica.
¿Qué propuestas destaca de la carta?
Renovamos la carta de la mano de Angie González Calderón. Se compone de 4 entradas, 6 principales, ensaladas y sándwiches. Uno de los platos más pedidos es la entraña acompañada con papa rellena, cream cheese, cebollita de verdeo, panceta crispy, queso parmesano y un suave cremoso de zanahoria. El risotto es un plato que sale mucho, al igual que los ravioles de calabaza con ragout de portobellos y champiñón. La pastelería también se lleva muchos elogios a la hora del té. El jefe de cocina, Santiago Cool, junto a un gran equipo de trabajo, hacen que la gente elija nuestro patio, no sólo por la belleza del contexto sino porque se come bien.
El Patio: para fieles de las oficinas
En un microcentro con atmósfera de ciudad fantasma, El Patio resistió los embates de la pandemia. Emplazado en el jardín del Convento de San Ramón Nonato, ubicado en Reconquista 269, lleva 30 años ofreciendo comidas y servicio de bar.
Nicolás, encargado del local, cuenta que allí funcionaba la Universidad Católica Argentina (UCA) hasta los primeros años de la década del ´90. Cuando la Universidad se mudó a Puerto Madero, el bar comenzó a trabajar con la gente de microcentro y reconfigurando su perfil hacia la modalidad de un restaurante.
Hoy propone una carta bien minutera y eficaz para oficinistas que dejaron el teletrabajo y volvieron a sus escritorios. Por lo general hay pastas, ensaladas, bifes, milanesas y supremas.
El plato del día es una necesidad porque la gente come toda al mismo tiempo: de 13 a 14 es la hora pico de recreo gastronómico corporativo.
“Ofrecemos platos rápidos y económicos”, define Nicolás, quien destaca que El Patio no se parece en nada a otras propuestas competidoras.
El que no conoce la zona, se sorprende. “No imagina encontrar un jardín en medio del Microcentro. Estamos en un proceso de readaptación, viendo los cambios en la demanda a partir de la reestructuración del trabajo en las oficinas”, afirma el encargado.
¿Qué opina acerca de los proyectos de reconversión del perfil del microcentro, que quedará orientado más a viviendas y estudiantes universitarios?
En el día a día es muy difícil pensar en eso. Estuvimos ocho meses cerrados y hay gente que aún tiene miedo de entrar. Pero todas las mejoras serán bienvenidas.