Hay una nueva visión de Luján de Cuyo entre los productores. Una, en la que la precisión en el manejo del viñedo y la madurez se traducen en un estilo de fruta delicada en los vinos. Son un puñado de etiquetas, entre las que la nueva añada de Eolo Malbec 2018 pone un benchmark.

Eolo era el dios de los vientos para los antiguos griegos y es también el vino icónico de Bodega Trivento, que acaba de presentar la cosecha 2018 de esa marca. 

¿Qué tuvo de particular ese año? Que la vendimia en Luján de Cuyo estuvo marcada por el frío del invierno, por un verano caluroso, típico mendocino, y por un otoño templado y seco. Esos climas abrigaron el nacimiento de este Malbec, a la luz de un paradigma que busca la expresión del terroir.

 

Eolo Malbec 2018

 

Eolo Malbec 2018

Son muchos los atributos de Eolo Malbec 2018 que lo llevan a ser el vino ícono de Trivento. Sin embargo, su sello distintivo es el viñedo de 4 hectáreas plantado en 1912 en Luján de Cuyo, en un terreno elevado sobre la vera norte del río Mendoza, a 983 metros de altitud. 

Las distintas parcelas del viñedo que fueron segmentadas por la composición del suelo se monitorean en forma permanente. Luego cada microparcela muestra su particular expresión en el vino, al que le aportan matices de una misma esencia. 

Los perfiles franco-arcillosos del lugar, entremezclados con suelos calcáreos, expresan su identidad en este vino.

Bien manejadas, cada una de esas parcelas dan vida a un tinto complejo, lleno de matices, que explora una vertiente de fruta fresca en aromas, junto con los clásicos taninos tersos de Luján de Cuyo. Algo que hacía rato no se veía en la góndola del Malbec para esa región.Eolo Malbec 2018

Delicado trabajo

Eolo Malbec 2018 tiene 16 meses de crianza, con el 50% de la mezcla en barricas de roble francés nuevas y de primer uso de tostado medio, y el otro 50% en fudre de segundo uso. 

Luego pasa al menos 12 meses de estiba en botella antes de ser liberado, con un potencial de guarda de 15 años.

“Eolo tiene las ventajas únicas de su suelo y su viñedo centenario, lo que nos exige tener una delicadeza muy especial. Con el paso de los años, profundizamos en la interpretación de este terruño, lo que se ve plasmado en su identidad”, explica Germán Di Césare, Chef Winemaker de Trivento.

El sabor de Eolo deja notas frutales de cerezas y frambuesas, sutilmente combinadas con aromas de chocolate amargo que se despliegan en la copa. 

En boca es un Malbec de gran estructura, textura sedosa e intrépida fluidez que regala un largo y elegante final.

Con tan sólo 11.500 botellas producidas, la cosecha 2018 de Eolo Malbec ya salió de su guarda mínima de 3 años y sopla con low profile para llegar a clientes sofisticados, a un precio de $ 6.400.