
Elegante, eficaz, potente. Cuando se observa una batidora KitchenAid parece un diseño de hoy. Tan perfecta, tan precisa y con tantos accesorios para solucionar cualquier desafío culinario. Pero el último grito de la moda se creó hace 1919. Y desde el minuto cero se convirtió en objeto de deseo para pasteleros y cocineros profesionales y amateurs. Pensada originalmente para uso doméstico, en nuestro país es un una herramienta que ves en las cocinas de restaurantes (aunque más de un foodie sueña con tener una que haga juego con los colores de su cocina en la mesada).
La marca llegó a nuestro país en 2015 y rápidamente se confirmó lo que ya sucedía en el mundo: era una ayuda importante en la cocina.
¿Qué tiene de particular?
Básicamente, la batidora KitchenAid automatiza los procesos que requieren de constancia y fuerza en la cocina. Introduce aire en las mezclas que la precisan, tiene potencia de amasado cuando la mezcla es muy densa y puede batir muy rápido o muy poco a poco según se necesite. Es, por así decirlo, un «Centro Culinario» porque gracias a la conexión que tiene para los apliques es posible colocar cualquier aditamento. Desde un extractor de salsas y jugos a un set de estiramiento de pasta, picador de alimentos, exprimidor de cítricos, cortador en espiral, en láminas, bol de helado, lo que fuera dentro del mundo KithcenAid.
A eso se suma su acción planetaria original, con sus 59 puntos o más (depende el modelo) de contacto, que garantiza una incorporación homogénea de todos los ingredientes. Requiere de poca energía para funcionar, sin perder potencia, mietnras que su cuerpo de hierro fundido la hace resistente y duradera. Entre sus últimas novedades, la firma anunció un accesorio tamizador y una balanza, lo que permite agregar ingredientes a la receta directo de la báscula al bol.
¿Algo más precisa un chiche así de cocina? Hay más, claro.
Batir, batir y batir
En estas latitudes, primero se conoció el modelo Artisan AKSM150, pero la marca era mucho más que una batidora cuando llegó al país y ya había desarrollado diversos productos de cocina en el último siglo. Lavavajillas, heladeras, mini procesadoras, licuadoras, cafeteras y más. Algunos de estos productos fueron llegando en años posteriores junto a licuadoras; más menaje, bols customizados, pavas, cuchillos y nuevos accesorios.
El último modelo es la KSM180, una batidora de diseño limitado que se lanzó para celebrar los 100 años de la marca y que viene en color azul niebla (misty blue). En dos modelos. Uno con bowl de cerámica y otro con bowl de acero pintado de blanco (aptos para temperaturas altas y bajas y que permiten procesar hasta 1 kg de harina y 12 claras de huevo, una proeza, parece, entre las máquinas de su categoría). Además, son aptos para microondas, horno y heladera, lo que le permite ablandar la manteca, fundir chocolate y endurecer o enfriar ingredientes en el mismo bol.
¿Cuánto cuesta hoy la más cara y la más accesible? Difícil saberlo en este marco. Pero lo que sea que pidan, si está a tu alcance, comprala. Es una inversión que tiene retorno garantizado.
Breve historia de la KitchenAid
Fue en 1919 cuando Herbert Johnson, un ingeniero de Ohio, inventó el H5, el primer batidor de huevos doméstico. Durante las pruebas, la esposa de uno de los directores de la empresa dijo: «No me importa cómo lo llames, es el mejor ayudante de cocina que jamás he tenido» y con esa frase nació la marca KitchenAid (ayudante en la cocina).
El diseñador. Egmont Arens, editor de la revista Creative Arts y de la famosa Vanity Fair, también diseñó tres de los modelos más elegantes de KitchenAid, entre ellos el célebre modelo «K», objeto de culto en la actualidad. Sus creaciones, consideradas pioneras, consiguieron varios premios de diseño y fueron expuestas en varios museos. 100 años después, los robots de cocina KitchenAid se siguen pareciendo a los diseñados por Arens (que fueron expuestos en distintos museos del mundo), lo que prueba su extraordinario talento visionario.
El modelo K. Durante la crisis de 1929 en Estados Unidos, se lanzó el modelo “K”, el primero de su clase en usar un tazón que se aseguraba a la base con un movimiento de engranaje.
El primer lavavajillas doméstico. El lavavajillas nació a finales del siglo XIX de la mano de Josephine Cochrane, la esposa de un político estadounidense, harta de que varias piezas de su preciada vajilla se rompieran durante el fregado tras algún evento social. Poco después del diseño del aparato, su marido murió y las deudas empezaron a agobiarla. Así, comenzó a vender lavavajillas a sus amigos. Más tarde creó su propia empresa, Garis-Cochran Dish-Washing Machine Company, que más tarde se convertiría en KitchenAid, como parte de Whirlpool Corporation. En 1949, KitchenAid lanzó el revolucionario KD-10 equipado con una tecnología inédita. A diferencia de otros lavaplatos residenciales que simplemente salpicaban agua en los platos, este distribuía agua a través de un sistema presurizado. Los lavavajillas se lanzaron en color rosa y blanco.
En 1969 el hombre llega a la luna y KitchenAid celebra sus 50 años. Al año siguiente, siguen innovando: el color del trigo y el verde de la palta se suman a las selecciones de color de KitchenAid, que incluyen un lavaplatos con una versión portátil que no requirió ninguna instalación.
Mucho más que una batidora: fue en 1986, KitchenAid agrega sus primeras heladeras y en 1993 expande aún más su arsenal con licuadoras, batidoras y procesadores de alimentos.
En 2003 KitchenAid comienza a colaborar con la fundación Susan G. Komen para apoyar directamente a las mujeres en la lucha contra el cáncer de mama. En honor a esa nueva asociación, KitchenAid lanza una edición especial de su colección en color rosa y destina una parte de los beneficios a la fundación. Esta acción no se hizo todavía en Argentina, la firma analiza las posibilidades para llevarla a cabo.
En 2010 lanzaron Chef Touch, un concepto innovador de sistemas domésticos de conservación y cocción: por primera vez se podía cocinar sous-vide (al vacío) en casa, entre otras funciones.
En 2012, KitchenAid presenta el nuevo robot de cocina con bol elevable Artisan de 6,9 litros que se destacó por ser potente, duradero y silencioso.
2015. No solo llegó a la Argentina, sino que fue un año de grandes cambios. Salió al mercado el procesador de cocina Artisan de KitchenAid, un nuevo aparato todo en uno que es capaz de llevar a cabo todas las fases de la preparación de un plato. ¿Qué hace? Pica, mezcla, amasa, tritura, rellena embutidos y ofrece numerosos accesorios para convertir la batidora en mucho más.
Para cerrar, en 2019 la marca cumple 100 años de su creación. Y si para muestra basta un último botón, todos los componentes de KitchenAid son compatibles con el centro de conexión diseñado en 1937 por Egmont Arens.