
El vínculo entre cerveza y marihuana es más natural y menos polémico de lo que parece. Me refiero a las distintas combinaciones posibles, aún cuando muchos se preguntan, no sin razón, para qué mezclar dos cosas que son tan buenas por separado.
El vínculo ocurre en distintos planos: taxonómico, organoléptico, cultural y comercial.
En cuanto a lo taxonómico, el lúpulo (Humulus lupulus) y la marihuana (Cannabis sativa) son dos dos géneros de la familia Cannabinaceae. Como otro grupo de plantas (limones, lavanda, coníferas), ambas desarrollan unas moléculas conocidas como terpenos. Algunos de los terpenos aromáticos primarios en el lúpulo (mirceno, beta-pineno y alfa-humulona por ejemplo) son los mismos que le dan a la marihuana su característico aroma. Mientras que otro grupo de terpenos, son los responsables del aroma del Torrontés y del Sauvignon Blanc.
Paralelamente, el primer componente amargo en el lúpulo, los llamados alfa-ácidos o humulonas, son terpenoides. Lo mismo que el ingrediente activo del cannabis (tetrahidrocanabinol).
En relación a las propiedades organolépticas (sabor y aroma) difícilmente alguien con sangre (y humo) en las venas pueda negar una ascendencia común entre lúpulo y marihuana. En este punto digamos que la relación entre cerveza y marihuana no incluye, necesariamente, los efectos psicoactivos de esta última.
La mayoría de los cerveceros que experimentan con cerveza y marihuana buscan mantener su producto dentro de la legalidad. Entonces, para retener los aromas de los terpenos recurren al primo no psicoactivo del THC (o cannabidiol), un compuesto llamado CBD que recrea los sabores terpénicos y también se encuentra en las plantas de cannabis y cáñamo.
Los cerveceros ven el CBD como un ingrediente nuevo, genial para experimentar y mostrar las similitudes biológicas, industriales y culturales de ambas plantas.
En Argentina quien más exploró esta combinación es Hernán Castellani de Sir Hopper. A mediados del año pasado hizo una American IPA con terpenos (sin THC). Y en su momento dijo que pretendía repetirla, así que si te interesa quedate atento.
Cerveza y marihuana: vínculos culturales
Pero también me refiero al uso de la marihuana recreativa y al crecimiento de las cervecerías artesanales, que a simple vista parece consecuencia de alguna coincidencia cósmica. Hay factores culturales y económicos que pueden explicar la evolución de esta conexión.
El vínculo cultural entre la cerveza artesanal y la marihuana se llama baby boomers. Muchos en este grupo de edad crecieron fumando marihuana y no la ven como una droga dura. Paralelamente, el fenómeno de la cerveza artesanal fue dirigida en gran parte por los baby boomers.
En Estados Unidos los cerveceros artesanales infundieron marihuana en su cerveza de forma ilegal durante décadas. Pero ya dentro de la legalidad, un hito conocido se da en 1997, cuando Frederick Brewing Company presentó Hempen Ale, tal vez la primera Brown Ale hecha con semillas de cáñamo legal.
Es muy probable que las dos culturas (cerveza y marihuana) se superpongan debido a la naturaleza rebelde ambas. Los cerveceros artesanales se identifican en contraste con las grandes compañías de cerveza.
Y algo similar ocurre con los consumidores de marihuana. Muchos de ellos seguramente esperan ver el día en que puedan fumar marihuana y tomar cerveza juntos, con moderación y de forma legal.
En lo que respecta a los problemas de la sociedad, ambos son relativamente inofensivos.