La góndola argentina, al menos en materia de novedades de blancas y rosadas, parece estar lejos de la realidad económica: mientras que el negocio del vino se achica en segmentos accesibles de precio aumenta la cantidad de oferta más arriba en estilos y sabores. En materia de blancos y rosados, sin embargo, la cosa parece estar en otro lado.

Estas diez novedades blancas y rosadas del último trimestre dan buena cuenta de una góndola en plena salud y con apuestas cada vez más arriesgada. Descubrilas.

Eugenio Bustos Dulce (2018, $135).

Un Chardonnay dulce, donde la acidez y el dulzor moderados son la invitación a un blanco de aperitivos y cócteles. Elaborado por Finca La Celia en Mendoza, es un peso ligero en la góndola de los blancos golosos.

Puna Torrontés 2600 (2018, $250). Elaborado en Cachi Adentro, Salta, por la flamante bodega Puna, llega ahora al mercado este Torrontés de zona fría con un perfil bien cítrico, paladar tenso y andar ligero. Sólo en unas pocas vinotecas.

Desquiciado Pinot Gris (2018, $295).

Flamante, este blanco elaborado en Mendoza con uvas de Valle de Uco, resulta un plan de aromas atractivos, suaves como es menester a la variedad, y paladar de rica tensión y paso ligero y grato. Ideal para los bebedores amantes de los blancos.

Tensión La Ribera Chardonnay-Semillón (2018, $350).

Esta nueva línea de bodega Santa Julia, que además renovó todas sus etiquetas, ofrece un perfil moderno para un corte no muy explorado aún, pero que se las trae. En este blanco, la crianza suave y el perfil frutado y complejo, hacen que la boca ofrezca un largo y grato recuerdo.

Chakana Estate Torrontés (2018, $400).

Para conseguir que este Torrontés de Gualtallary, Mendoza, tenga cuerpo y sensación untuosa al paladar, en Bodega Chakana lo crían con roble ligeramente ahumado por dos meses. El resultado es un vino delicado y con sabor floral, ligeramente ahumado. Para un bebedor de Torrontés, será atípico; para un bebedor a secas, un vino distinguido.

Lagarde Organic Rosé (2018, $400).

La casa mendocina ya venía trabajando en el rediseño de los rosados locales y ahora, en todo caso, apuesta por los orgánicos y por la vieja técnica de mezclar tintas y blancas: corte de 90% Semillón y el resto Malbec obtiene un rosado etéreo de frescura notable y paladar vibrante. Un rosado provenzal rico y renovador.

Hermandad Chardonnay Barrel Fermented (2016, $400).

Hicieron falta uvas de Vista Flores, Valle de Uco, y la enología de Pablo Sánchez, para que este blanco de Familia Falasco saliera al mercado: frutado y mantecoso, con boca amplia y a la vez refrescante, es un caso perfecto del varietal con paladar universal.

Luigi Bosca del Alma (2018, $450).

Blend de Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viognier y Riesling, este blanco es un combo de elegancia y expresión que quita el aliento. Floral y frutado, con boca amplia y a la vez refrescante, un vino para beber sin necesidad de comida.

Mendel Rosadía (2018, $750).

En la gama de los nuevos rosados Mendel lanzó esta semana uno color piel de cebolla –resultado del corte de cuatro varieadedes–, con ricos aromas de fruta y paladar chispeante y ligeramente goloso. Muy atractivo, perfecto para aperitivos.

Benmarco Sin Límite Chardonnay (2018, $750).

Elaborado por Susana Balbo Wines, la nueva líneas sin límites explora los orígenes ideales para cada variedad. Este Chardonnay proviene de Gualtallary, Valle de Uco, y ofrece pura fruta, entre peras y trazos tropicales, boca delicada y fresca.