Michel Bras: el nombre alcanza para la leyenda. Y si el nombre alcanza para darle entidad a una historia, lo bueno es que en breve la leyenda de la cocina francesa estará en Buenos Aires. Ni más ni menos que cocinando en parrilla Don Julio, una rareza que merece la pena observar, al menos en una noche que promete ser única: la del 10/10/18.
Michel Bras es uno de los cocineros más respetados del mundo. Autodidacta, aprendió de su madre y de los libros que devoraba en sus primeros años.
Es reconocido por su creatividad, por el respeto al terruño y por ser de los primeros en incluir plantas silvestres y flores en sus platos. Su restaurante, en Laguiole (que obtuvo el reconocimiento del la guía MICHELIN), respeta el concepto de integración con la naturaleza. La arquitectura vidriada mira a la ladera de una colina en el corazón de L’Aubrac.
El creador del clásico gargouillou de verduras estará comandando los fuegos en Don Julio el miércoles 10 de octubre en una cena exclusiva a beneficio de la Fundación Le Sourire («la sonrisa»), de la provincia del Chaco, que patrocina Sergio Calderón, sommelier argentino en la Maison Bras. Los vinos, en esta ocasión, serán los exclusivos de Rutini Wines: el escasísimo Rutini Pinot Noir 99, el inmejorable Chardonnay y para cerrar Encabezado de Malbec 2004.
El valor del cubierto asciende a $ 6.000 y todo lo recaudado será donando a la fundación.
El cocinero con 71 años y una gran trayectoria que lo ubica como uno de los imprescindibles de la cocina internacional. Sus creaciones ponen acento en los ingedientes como vienen de la tierra. Lejos de suntuosidad, Bras es admirado por mounstros de la cocina como Ferran Adrià que lo reconoce como un referente en su cocina.
No faltaran en la mesa el boeuf bourguignon y su coulant de chocolate.
Una excelente oportunidad de tener una experiencia única ayudando a los que más necesitan. Para no perdérselo.