
Hay promesas que son inoxidables. Como la que irradia una fuente repleta de rabas desfilando cerca nuestro, más si el escenario de fondo es el mar. Enseguida uno sueña con comer esa raba seca, crocante por fuera y tierna por dentro, con un touch de limón que le dé el balance perfecto a la fritura. Pero a veces el sueño termina en pesadilla y el molusco trozado ofrece una resistencia elástica digna de un chicle globo.
Para que los sueños tengan final feliz, hoy te dejamos un recorrido acerca de dónde encontrar las mejores rabas de la costa atlántica y si te animás -es muy fácil- te dejamos el know how para que las prepares en casa.
Lo de Tata: en el menú figuran como “rabas de puta madre”, son famosas por su sabor y vienen acompañadas con alioli o salsa tártara. El secreto está en la calidad del producto, que les llega directo del puerto, y en su rebozado, en donde a la harina le agregan un porcentaje de pan rallado, la porción $ 200.-. También suelen preparar una versión de rabas al escabeche; quien las prueba vuelve inevitablemente.
La Rioja 3098, Mar del Plata
Demuru Rada Beach: Jeremías, su cocinero, nos cuenta que las dejan remojadas en leche, luego las rebozan con harina. La porción es ideal para compartir como entrada, salen acompañadas con limón y cuestan $ 270.-.
Av. Del Mar y Odisea , Pinamar
El Viejo Lobo: un clásico que lleva más de 20 años en Pinamar y, hace algunos, se mudó a un local nuevo. Preparan unas rabas muy tiernas, con el método tradicional: solo con harina. Salen acompañadas con gajos de limón. Su valor es de $ 220.-.
Av. Bunge y Sirena, Pinamar
Viejo Hotel Ostende: el parador abre durante el día, hasta pasadas las 16 hs si se busca comer. Las rabas están hechas de manera clásica, aunque el rebozado tiene un secreto que las hace absorber menos aceite, dejándolas más crocantes. Las sirven con salsa tártara y la porción es para compartir. Cuesta $ 230.
Ideal para acompañar con su ya famosa sangría catalana. También tienen una versión de rabas rebosadas con polenta, apta para celíacos que hacen bajo pedido.
Juan de Gary y Rambla Sur, Valeria del Mar, a 150 mts del Viejo Hotel
La Vieja Jirafa: es un clásico que lleva décadas en la Costa. Su dueño, Pablo Suarez, afirma que “son las mejores rabas de toda la costa atlántica”. Con un total de 650 gr., la porción es para invitar a un amigo y quedar bien por $310. Las hacen a la manera tradicional, sólo con harina, previo paso por agua con un toque de bicarbonato.
Avenida 3, entre 102 y 104, n° 276 Villa Gesell
Si tu verano pasa lejos de la costa, no tenés porqué privarte de este plato, es fácil y en 30 minutos en total estás comiendo. Anotá.
Cómo hacerlas
Comprá el tubo de calamar sin la piel ni las aletas, lo vende así y simplifica mucho el laburo. Si es de color blanco significa que es fresco y ese es el indicado. Cortar en ruedas de no más de 1 cm. de ancho.
Para volverlas bien tiernas, algunos recomiendan ponerlas en agua con una cucharadita de bicarbonato, nunca más de un par de horas, para que no se rompa las fibras, porque van a quedar demasiado babosas y sin sabor. Otros elijen ponerlas en leche para obtener el mismo resultado.
Pero lo cierto es que la raba queda dura cuando no se respeta su tiempo de cocción. El calamar tiene dos puntos de cocción, uno bien corto y otro pasando los 40 minutos, reservado para preparaciones en olla. Para freír, entonces, lo indicado es hacerlo con aceite bien caliente por aproximadamente 1 minuto. Cuando luzcan apenas tostadas ya es tiempo de retirarlas.
Cómo debe ser el rebozado
La manera clásica es colocar los aros húmedos y harina dentro de un recipiente con tapa, cerrarlo y sacudir hasta que queden impregnados. Antes de llevarlos a la sartén, darles un golpecito contra el borde del recipiente para que desprendan el exceso de harina.
Otra forma es usar huevo en la preparación, tomá nota:
• 2 Huevos
• Un chorro generoso de Leche
• ½ taza de Harina
• Un toque de Perejil
• 2 limones
Mezclar en un bowl los huevos con la leche y agregá la harina de a poco -para evitar grumos- hasta lograr una masa espesa. Manejar la harina y la leche hasta lograr esta consistencia. Incorporar el perejil picado. Pasar los aros por esta mezcla y con el borde escurrir el exceso antes de llevarlas a la sartén.
Retirarlas de la sartén ni bien dejen de hacer burbujas, escurrirlas y dejarlas secar en papel absorbente. Rociar con jugo de limón y sal antes de servir.