
A Netflix los contenidos gastronómicos le vienen dando resultado. Durante los últimos dos años su catálogo no solo se amplia con series de peso como House of Cards o Braking Bad sino que también suma programas y películas que se sumergen en el mundo culinario o el de las bebidas.
Sus primeros platos fuertes fueron Chef´s Table y Somm, títulos que abrieron la puerta del mundo de los fuegos y las barricas. Pero lejos de llenarse con estos programas, los suscriptores demandaron nuevos documentales y películas donde los protagonistas son los chefs, sommeliers y enólogos más reputados del planeta. Sin embargo ahora con Feed the beast (Alimenta a la bestia) llega el turno de la ficción con un electo de figuras que se meten en el mundo de los restaurantes.
Ollas, descorchadores y balas.
Feed the Beast es un drama con mezcla de thriller policial que narra la historia de un ex convicto con gran talento gastronómico y un sommelier retirado que deciden probar suerte con un restaurante en Nueva York.
El principal condimento de la serie es que ninguno de los miembros de este dúo culinario, amigos desde la infancia, pasa por su mejor momento y la historia no solo se basa tanto en los desafíos de llevar adelante el nuevo local y cómo deben sortear los problemas que unos de ellos esconde de su pasado. Son solo diez capítulos para la primera temporada (y última dicho sea de paso) que a más de uno los dejará con ganas de una segunda vuelta.
La historia comienza cuándo Dion Patras sale de prisión y busca a Tommy Moran, su amigo de toda la vida, para abrir un restaurante en el Bronx. Tommy Moran es ni mas ni menos que David Schwimmer, quien encarnara el rol de Ross en la recordada serie Friends. Esta vez, su personaje es un sommelier alcohólico y viudo sumido en una fuerte depresión que pelea a diario para salir adelante junto a su pequeño hijo. Este experto del negocio gastronómico deberá enfrentar numeroso inconvenientes que perseguirán a su amigo hasta el local. Sin que Tommy lo sepa, Dion, interpretado por Jim Sturgess, es perseguido por la mafia polaca de Nueva York con quienes mantiene una vieja deuda que los matones están dispuestos cobrar.

En cada capítulo el ritmo de la serie es intenso y entre copas y recetas se desatan numerosas disputas personales entre los protagonistas para salir adelante y dejar el pasado atrás. Una serie con los condimentos suficientes para que los foddies la hayan convertido en una de las mas vistas del 2016 en Estados Unidos. Seguramente en Argentina no defraudará.